Ocho consejos para ser diligente

Alex López
La Catapulta
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Existen dos tipos de personas. Las que hacen lo que deben hacer. Y, las que hacen lo que deben hacer, hasta que alguien más, casi que los obliga a hacer lo que deben hacer. Y, todavía alegan porque alguien se preocupó más por su irresponsabilidad y la necesidad de corregirla.

Los primeros son diligentes, los segundos negligentes.

En las capacitaciones empresariales que doy, suelo decirles a las personas: si su jefe debe recordarle algo que usted debe hacer, usted no es diligente. Claro que existen los olvidos ocasionales, pero estas son las excepciones.

El diligente viaja solo, siendo el piloto de la aeronave que es su vida. El diligente es aquella persona: “Que pone mucho interés, esmero, rapidez y eficacia en la realización de un trabajo o en el cumplimiento de una obligación o encargo.”

Ser diligente paga bien. “¿Has visto a alguien diligente en su trabajo? Se codeará con reyes, y nunca será un don nadie.” La Biblia en Proverbios 22:29 Es hasta la misma presencia de los reyes (los altos mandos), a la que nos puede elevar la diligencia.

¿Es usted diligente? Aquí algunos consejos para convertirse en una persona diligente:

1. Todo lo que pueda hacer en menos de 5 minutos, hágalo de una vez.
2. Viva en el mundo de la planificación (Anote todo lo que delegan y todo lo que debe hacer).
3. Planifique cuándo realizará todo lo que anotó que le delegaron y debe hacer.
4. Planifique semanalmente una meta para su vida: laboral, mental, física, espiritual y social.
5. Ponga en su agenda todo lo que debe hacer.
6. El momento en que deba hacerlo, siéntese y comience a hacerlo tenga o no tenga ganas.
7. Cree sistemas simples para las tareas semanales que son repetitivas.
8. Informe a su jefe o padres cuando haya concluido algo que le pidieron que hiciera.
Disfrute la satisfacción del logro y de liderar su vida.

Hacer las cosas con diligencia paga bien. ¿Qué acciones tomará hoy mismo para ser diligente en su vida?

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