Muñequito de yeso
Por: Luis Caccia Guerra para www.mensajesdeanimo.com Cierta vez nuestra pequeña vecinita de 5 años andaba jugando con una de esas figurillas de yeso que alguna vez había sido parte de la representación de un pesebre navideño. Si mal no recuerdo, el de la pequeña estatuilla de yeso debería haber sido José. Hasta que en algún momento, natural torpeza de la niñita, fuerza de atracción de la gravedad, frágil estructura del “juguete” sumaron para que repentinamente experimentara un súbito descenso al piso y se partiera en varios pedazos. Como en esa época gozábamos de una bonita amistad entre las familias, la nena y sus hermanitas entraban y salían de casa como si fuera la suya. No teníamos hijos. Mi esposa y yo veníamos de una dolorosa experiencia por la pérdida del bebé, por lo cual la presencia de las niñas no sólo era bienvenida, sino que para nosotros era como esos angelitos que te envía Dios para ayudar a mitigar el dolor del hijo que pudo ser y no fue. La