ANTORCHA QUE ILUMINA, O... QUEMA TODO A SU PASO?

Por: Luis Caccia Guerra
La Roca Ministerio Internacional
https://larocaministerios.blogspot.com
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 Un slogan del lejano oeste americano decía: “Donde Billy pisa, no crece más el pasto”.

Tan malo era ese tal Billy. En verdad, todos dejamos huellas por donde andamos. Hay quienes dejan una huella importante en las vidas, en los corazones de las personas de su círculo de influencia. Esas huellas que valen la pena recordar y mirar una y otra vez por muchos años, toda una vida tal vez; porque son punto de referencia, guía espiritual, un ejemplo de fe e integridad. Líderes para quienes las almas y las vidas de sus liderados no son su trabajo, sino que verdaderamente les importan. Otros en cambio, también dejan ”huella”… pero más que huellas, heridas, cicatrices; muchas de ellas duelen y sangran por años.

Amados hermanos que se ponen en los zapatos del otro, que escuchan; pero escuchan para comprender, para entender; no para ver de qué pueden agarrarse para contestar. 

Amados hermanos que ponen el hombro para que el caído se afirme, se levante y prosiga, que infunden ánimo, esperanza al alicaído y desalentado. Gente capaz de sacar lo mejor de cada uno. Otros también ponen el hombro, pero para ir sacándolo al que les estorba sutilmente fuera del camino.

En las filas de la obra de Dios cada vez hay más “Billys”. Hay gente que a su paso ilumina cual antorcha encendida en medio de la noche. Otros, en cambio, QUEMAN todo a su paso. La diferencia entre un líder y un profesional de la religión.

Tito se convirtió en un compañero, hermano y colaborador de Pablo (2 Corintios 2:13; 8:23), pero es Pablo quien supo sacar lo mejor de Tito, la debida cosecha para su siembra. Le enseñó y fue ejemplo y mentor en integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable (Tito vers. 4 y 5).

Y tú? De qué lado supones que estás?

… alentaos los unos a los otros con estas palabras.

I Tesalonicenses 4:18

 

 

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