Cambio de guardia


Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com


El reinado de Herodes marcó un nuevo comienzo en la historia de Judea. Gobernó bajo el control romano tras la conquista de Pompeyo en 63 a.C. hasta su muerte, en el año 4 a.C.
Fue investido "rey de los judíos" por el Senado romano. El gobierno despótico de Herodes queda demostrado por sus muchas medidas de seguridad, entre ellas, una guardia personal de 2.000 soldados. (Fuente: Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Herodes_I_el_Grande)

Poco más de ciento cincuenta años antes de Herodes, y a unos miles de kilómetros de distancia, el autoproclamado primer emperador de China de la Dinastía Qin, Qin Shi Huang, en 210-209 a. C. se hizo enterrar a su muerte con un conjunto de más de 8.000 figuras de guerreros y caballos de terracota a tamaño real. Fueron descubiertos durante unas obras para un abastecimiento de agua, en marzo de 1974 cerca de Xi'an (provincia de Shaanxi, República Popular China). Desde el año 1987 están considerados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Enterrando estas estatuas se creía que el emperador seguiría teniendo tropas bajo su mando. (Fuente: Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Guerreros_de_terracota)

Si hay un común denominador entre estos dos hombres, la necesidad de ser y sentirse protegidos. Ambos, ya sea por asuntos militares, de estado, de política, habían derramado mucha sangre en sus manos y esto acarrea enemigos implacables. A la vuelta de cada esquina, a la vera de cualquier camino, inclusive dentro de los muros de sus propios palacios podía estar acechando la muerte. No es de extrañarse, entonces, los exagerados intentos de protegerse ¡aún más allá de la misma tumba!

Sin embargo, más allá de las circunstancias y de los enemigos que acechan nuestras vidas, algunos de ellos supuestos, imaginarios; otros bien reales y tal vez a consecuencia de nuestros propios equívocos; existe un temor latente en cada ser humano, asociado en general a cada situación, que es el temor a lo desconocido. Los antiguos navegantes cartagineses y fenicios habían sabido sacar buen provecho a esta “veta” del corazón humano para asegurar y proteger sus rutas marítimas, a través de las leyendas sobre terribles monstruos de los mares que destruían embarcaciones y devoraban hombres.

Cuando nos acercamos al tema del temor, vienen muchas cosas a la mente: temor al fracaso, temor al peligro o a dañarnos a nosotros mismos o a nuestros seres queridos, temor a perder lo que tenemos, temor a no estar haciendo lo suficiente para agradar a Dios, y otros.”
(Joyce Meyer)

Cuentan las crónicas que en los tiempos de Herodes, la presencia de su guardia infundía gran temor. Hoy Herodes ya murió hace un par de miles de años y cada uno de los soldados que fueron parte de la elite de su guardia, también. Sin embargo, hay una guardia de Herodes que hoy permanece más vigente que nunca. Hay personas cuyas vidas están llenas de temor. Toda vez que la vida misma se nos plantea muchas veces como un misterio, como “un gran desconocido”, la guardia de Herodes hace sentir su presencia infundiendo temor y angustia en las vidas de muchas personas.

La entrega de tu vida a Jesús es lo que puede hacer la diferencia. En mi país, el cambio de guardia de la bandera, por los Granaderos a Caballo; en Gran Bretaña, el cambio de guardia de del Palacio de Buckingham; en El Vaticano, el cambio de la Guardia Suiza; además del estricto protocolo de cientos de años, representan vistosas ceremonias objeto de visita por miles de turistas de todo el mundo.

Hoy, tan sólo con una sencilla oración en el lugar en donde te encuentras, puedes ordenar el CAMBIO DE GUARDIA DE TU VIDA. Cambiar temor por seguridad, cambiar MIEDO por FE.

Señor hoy me arrepiento de mis pecados y pido perdón por todos y cada uno de ellos. Hoy, Señor QUIERO QUE TU SEAS MI SALVADOR. Hoy entrego mi vida en tus manos, para que de aquí en más tú la guíes y protejas. Amén.”

Tal vez ya tomaste esta decisión una vez y le dijiste estas cosas en oración a Jesús, pero aún sigue la guardia de Herodes en tu vida y vives con temor a lo que ha de venir.

Señor ayúdame a confiar, a tener fe, a poder ver tu mano en mi vida. Perdón te ruego por no saber confiar, por mi poca fe. Amado Señor, te ruego me ayudes a que, pase lo que pase, sin importar las circunstancias, a creer y confiar en que Tú estás en control de todo y que mi vida está en tus manos rumbo a puerto seguro. En tu nombre Jesús, Amén.”

Este es el protocolo del CAMBIO DE GUARDIA DE TU VIDA. Es una decisión que habrás de comunicar en oración a Jesús.

Ya nada más tiene que hacer la guardia de Herodes en tu vida.

El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,
Y los defiende.
(Salmos 34:7 RV60)

Encomienda al SEÑOR tu camino;
confía en él, y él hará.
(Salmos 37:5 BEMH)

¿Qué, pues, diremos frente a estas cosas? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

(Romanos 8:31 BEMH)

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