Nos ven hacia arriba

Alex López
La Catapulta
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Ayer en la mañana desperté primero a mi hijo y juntos fuimos a despertar a mi hija. Me acosté en la cama con los dos. De pronto mi hijo me dijo: “Papi, sos muy grande. Casi llegás al techo”.

¿Cree usted que soy grande? Mido sólo 167 centímetros, pero mi hijo es más pequeño que yo. Para él, soy muy grande.

Interesante que Dios nos haya enviado de bebés a este mundo, para ver mientras crecemos, siempre a los demás hacia arriba. ¿Qué buscaba Dios al hacernos ver todo el tiempo hacia arriba? Que tuviéramos modelos para la vida. Aquellos a quienes vemos hacia arriba, aquellos a quienes imitamos, aquellos como quienes deseamos ser, aquelllos de quienes aprendemos cómo vivir la vida.

¿Quiénes lo ven hacia arriba? Es probable que no sea ni muy alto, ni muy viejo. Pero seguramente muchos lo ven hacia arriba porque es alguien ejemplar, alguien admirable, alguien diferente, alguien digno de imitar. El mundo necesita buenos modelos. Convirtámonos en el tipo de personas que otros anhelan ser y seremos buena influencia para los demás. Esto se logra reflejando en nuestra vida, el carácter de Jesús al leer y practicar la Biblia todos los días.

Porque así como otros ven hacia arriba y aprenden el bien. Lamentablemente, hay quienes ven hacia arriba y lo que qprenden es el mal. Es el tiempo de hacer la diferencia y enfocarnos en formar discípulos de Jesús de todo ser humano.

¿Quiénes lo ven hacia arriba y por qué?
¿Su imagen coincide con la realidad?
¿A quiénes y cómo puede influir con su fe cristiana?
¿Qué cosas le impiden ser un modelo de vida para otros?

Propóngase que otros lo vean hacia arriba por su manera de vivir. No para que lo alaben, sino para que alaben al que está por encima de usted y de todo el universo, aquel de quien reflejamos su carácter de santidad. Dios nuestro Señor.

“Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.” Mateo 5:16 NVI

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