«No eres digno» – La mentira del diablo

David Wilkerson
Teología Sana
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¿Quién te dice que eres indigno, bueno para nada, inútil, inservible para Dios? ¿Quién te sigue recordando que eres débil, impotente, un fracaso total? ¿Quién te dice que nunca llegarás a la medida de Dios?

¿Quién les dice a los miembros del equipo de adoración que no son dignos de cantar alabanzas en la casa de Dios o a los músicos que no son dignos de tocar instrumentos durante la adoración? ¿Quién les dice a los ujieres, ancianos, maestros de la escuela dominical, voluntarios, personas en las bancas que son indignos? 

Esto no es ningún misterio, todos sabemos de dónde viene esta voz: del mismo diablo. Él quiere que vivas convencido de que Dios está enojado contigo.

El diablo, el acusador de los hermanos, te hace recordar cada uno de tus pecados y fallas. Él te dice: “Dios no puede usarte hasta que pongas las cosas en orden y te sientas digno”. No creas en esta mentira que viene del fondo del infierno.

Muchas personas que están leyendo este mensaje han sido convencidas por el diablo de que nunca serán dignas de ser usadas por Dios. ¿Te describe esto a ti? Incluso, puedes sentirte indigno  de ser llamado hijo del Señor. Miras tu vida y ves inconsistencia y fracaso. 

Permíteme confesarte algo: Jamás, ni una sola vez, me sentí digno de mi alto llamamiento como predicador. A través de mis años de servicio al Señor, he sido bombardeado por acusaciones de que soy indigno de hablar por Dios, de predicar, de enseñar a otros, de ser un líder.

Así que, la verdad es que yo no soy digno de escribir este mensaje y tú no eres digno de levantar tus manos en alabanza a Dios. Como puedes ver, nadie es digno; ¡no en nuestra fuerza o poder humano! Pero Jesús nos dijo: “Yo te he hecho digno”.

“Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos” (Romanos 5:19). 



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