Sonidos del silencio
Sonidos del silencio Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com “ Querido Dios: Habla suavemente en mi silencio. Mientras los fuertes ruidos exteriores de mi entorno y los fuertes ruidos interiores de mis temores sigan manteni éndome lejos de ti, ay údame a confiar en que aún estás allí, incluso cuando yo no pueda o írte. Dame o ídos para escuchar tu suave vocecita diciendo: "Ven a m í, tú que estás agobiado, y yo te dar é.descanso... pues soy amable y humilde de coraz ón." Deja que esta hermosa voz me gu íe. Am én.” Henry Nouwen En el espacio exterior los astronautas pueden encontrarse durante prolongados períodos a solas consigo mismos. No hay noches ni hay días. No hay “arriba” ni “abajo”. Todo es relativo y sólo reina el más absoluto y denso silencio. Sólo el sonido monótono de su respiración y su corazón al latir. Es por ello que una de las pruebas más duras a las que se enfrenta un pretenso astronauta durante su fase de entrena