EL PRECIO DE LA INACTIVIDAD

Por: Alex López
http://lacatapulta.net/vidacristiana/
Publicado con permiso

 

Nuestra vida es como la de un jardín. O se convierte en algo digno de admirar o en una maleza selvática a la que no se desea si quiera voltear a ver.

La diferencia nunca es el jardín. La diferencia siempre será el jardinero. Sobre lo que no se trabaja, se desliza sin esfuerzo hacia un abandono total y hacia las ruinas.

Todo lo que somos permanecerá igual a menos que hagamos al respecto.

¿Cómo está su vida familiar?

¿Cómo está su vida económica?

¿Cómo está su vida espiritual?

¿Cómo está su vida académica?

¿Cómo está su vida laboral?

¿Cómo está su vida física?

¿Cómo está usted?

Estamos donde estamos. Y estaremos en un año, en 5 años y en 30 años en el mismo lugar en el que estamos. A menos que hagamos algo al respecto.

Estamos donde estamos. Y estaremos en un año, en 5 años y en 30 años en el mismo lugar en el que estamos. A menos que hagamos algo al respecto.

CLIC PARA TUITEAR

Newton decía: “A toda acción le corresponde una reacción igual, pero en sentido contrario”.

¿Cuáles deben ser las acciones que debe comenzar a realizar en las áreas de su vida en las que desea comenzar a ver resultados positivos? O en las que ya ve resultados positivos, pero ¿Aún no está completamente satisfecho?

Describa en tiempo presente como si ya hubiera alcanzado sus objetivos en las áreas que desea trabajar y luego pregúntese ¿Qué puedo comenzar a hacer hoy para alcanzar este objetivo? Y manos a la obra.

El precio de la inactividad es permanecer en donde estamos y no sólo eso, irnos deslizando poco a poco hacia atrás.

Alguna vez leí en un libro sobre noviazgo la siguiente frase: “Hay gente que tiene la mente tan en el cielo, que no sirve para nada en la tierra”.

Qué bueno que somos salvos y hemos puesto nuestra fe en Jesucristo. Pero esa fe debe impactar todas las áreas de nuestra vida, porque nuestra vida en el todo que la conforma, debe glorificar a Dios.

El precio de la inactividad es permanecer en donde estamos y no sólo eso, irnos deslizando poco a poco hacia atrás.

CLIC PARA TUITEAR

Quedarnos inactivos no sólo es destruirnos y destruir a otros. Es no glorificar Su nombre y a esos fuimos llamados.

 

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