EL DIEZMO, ¡ME ENCANTA!! (DARLO)

Daniel Gaydou
DEVOCIONALES CORTOS DIARIOS BIBLICOS
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Lucas 11:37-42

Sí, hoy voy a hablar del diezmo. En 1976 nosotros estábamos en Mar del Plata y había en aquellos días una crisis muy grande económica en Mar del Plata. Creo que se la llamó a esa crisis “La crisis del pescado”. Había problemas con la industria pesquera y entonces desde los que navegan y pescan hasta los que filetean hasta los que envasan todos estaban sin trabajo. Y era un desastre porque eso que genera mucho dinero en Mar del Plata de repente se había caído. El de la pesca a su vez si estaba mal, él no compraba en el almacén, no compraba ropa, no viajaba, no hacía nada, y entonces toda la economía de Mar del Plata estaba resentida mal.

En esos días, el obispo de la iglesia Catedral de Mar del Plata, la del centro, tenía que predicar la homilía y al momento de comenzar la homilía le indicó a un par de muchachos que traigan unas bolsas que había por ahí atrás. Y trajeron dos bolsas grandes de arpillera que se usaba antes, llenas de billetitos así de la menor denominación y monedas. Pero dos bolsas, por lo menos, llenas. Llenas de chirolas, que, de paso ¿has visto una “chirola” alguna vez? Bueno, fue una cuasimoneda que en un momento servía como una especie de… bueno una cuasimoneda es decir algo que se podía usar para hacer transacciones comerciales pero que tenía un valor muy relativo y muchas veces prácticamente nulo. por eso usamos la palabra “chirola” hasta el día de hoy, para referirnos a poco un monto de dinero, un monto escaso. Y el obispo dijo: “-Bueno, miren; esto lo he sacado yo de las arcas de las ofrendas, de acá de la Catedral. Al verlo, yo me di cuenta que estamos pasando una crisis económica tan grande, que muchos de ustedes lo único que tienen para traer para ofrendar al Señor es estas chirolas que están acá en la en las bolsas. Yo creo que no interpreto mal a Dios si les digo que por favor vengan ahora y en vez de poner ofrenda, hoy pasen acá adelante y llévense lo que han puesto. Porque me doy cuenta que es más necesario para que esté en sus casas para darle a sus hijos de comer, que para que estén en la obra de Dios. Así que vengan, con confianza, por favor; llévense el dinero que han puesto antes en la ofrenda. Por supuesto que una mosca que estaba volando, también se quedó helada y dura, y se cayó al piso porque dejó de aletear. El aire se cortaba con un cuchillo. El silencio llenó la catedral. Pero lo que él hizo, cómo será de bien hecho, que después de tantos años, uno que soy yo, que no es católico y que ni siquiera estuvo en ese templo, sigue recordando como una buena idea de él.

Él entendía lo que era el diezmo. Nosotros hoy día tenemos un problema. Por eso me animo hablar hoy del diezmo. Y por eso me vas a escuchar hablar así. ¡Qué caradura! ¿Habla así no más? Sí, porque no estoy hablando de algo vergonzoso. Al contrario, estoy hablando de algo hermoso. Hace poco hablé otra vez de este asunto. Y vale la pena, porque es un escollo para muchas personas respecto de la fe. Dan por sentado, el diablo ha logrado eso, dan por sentado que toda la fe cristiana gira alrededor de sacarte dinero para mantener un sistema que te mantiene bajo explotación y te coarta tus libertades. ¿En qué termo vivís vos si pensás así?

En la iglesia donde yo voy, no pasa eso. No pasa eso. Y si pasa, porque yo he estado en algunos lugares donde te hacen fuerza para ofrendar o para contribuir, te siguen. Hay mendigos que hacen lo mismo. No, no, no les hagas caso. Me llega el mensaje por Facebook, de paso, de evangelistas en África y en India. Hay un montón de evangelistas. Evangelista fulano de tal y tienen un par de fotos. Vos mirá, yo miro cada uno de estos que me pide que ore por él, etc. Me fijo en su perfil y si sos un poco astuto, te vas a dar cuenta al poco tiempo que algunos son personas hermosas que están predicando en condiciones muy para atrás y que piensan que se puede escribir a alguien en Argentina porque está en occidente y en occidente todo el mundo tiene una condición económica muy alta. No lo saben que quizá nosotros acá estamos igual que ellos allá en el medio del África o en el medio de Pakistán. Pero te das cuenta también cuando ves a algunos que realmente lo que están haciendo es tratar de generar un negocio, un microemprendimiento .El microemprendimiento para ganar buena plata. Pero eso no anula el concepto.

Cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer con él; así que entró en la casa y se sentó a la mesa.

¿Sabés qué le dijo Jesús cuando el fariseo lo invitó? Le dijo: “-Mirá que somos doce más yo ¿eh?”

Pero el fariseo se sorprendió al ver que Jesús no había cumplido con el rito de lavarse antes de comer. --Resulta que ustedes los fariseos --les dijo el Señor--, limpian el vaso y el plato por fuera, pero por dentro están ustedes llenos de codicia y de maldad. ¡Necios! ¿Acaso el que hizo lo de afuera no hizo también lo de adentro? Den más bien a los pobres de lo que está dentro, y así todo quedará limpio para ustedes. "¡Ay de ustedes, fariseos!, que dan la décima parte de la menta, de la ruda y de toda clase de legumbres, pero descuidan la justicia y el amor de Dios. Debían haber practicado esto, sin dejar de hacer aquello.

(Lucas 11:37-42 NVI)

Una persona no solamente puede o no, dar dinero. Una persona cuando ofrenda, da con la misma actitud que da amor, que da paciencia, que da esperanza, que da palabras de aliento, que da lo que da. Es el resultado de una vida. Y te muestro una frase que para mí ha sido determinante desde que la escuché, hace quizás 40 años. yo ya era pastor, supongo, para ese entonces, de alguien que dijo, fíjense como Jesús les dice a los fariseos, los acusa de que ellos diezmaban de todo ,minuciosamente. Diezmaban de la menta, de la ruda, de las legumbres. Decía: a ver: 2000 porotos tengo en este guiso, entonces 200 porotos son para Dios. Los apartaban y los llevaban al templo. Y dice pero… ¿y la parte interior? ¿el corazón? Y Jesús les dice: “debían haber practicado esto sin dejar de hacer aquello”; que se refiere al diezmo, sin dejar de hacer aquello. Es decir: ¿quieren diezmar de la menta, de las legumbres? ¡Está bien! ¡Está bien! Pero no tienen que dejar de hacer lo de dar abundantemente de lo que está en el corazón, en lo interior. Y deberían haber hecho esto con los pobres, compartir con ellos también no solamente las chirolas, sino también el amor, la misericordia de Dios.

Bueno, Jesús especifica esto ¿no? Lo que está dentro del corazón. Una vez en La Paz, Entre Ríos, en el momento de la ofrenda, un joven -y no voy a decir quién es- digo solamente el nombre: Alberto, y que era médico de animalitos. Había estado en el lugar donde contaban la ofrenda y él tenía que dirigir la reunión. Cuando estaba dirigiendo la reunión, sacó un billete viejo que ya no se usaba más y dijo: “Esta es la ofrenda que traemos para el Señor: un billete que ya ni siquiera es de curso legal, que no se usa más”. Y entonces una señora que estaba en el culto, que se llamaba Bety ¿cómo, cuál Bety? ¡La bety! Agachó la cabeza y se tapó la cara con las manos porque se dio cuenta lo que había pasado. Su hijita, que también se pone colorada cuando pasan en estas cosas, y que sigue diezmando desde esa época, había estado jugado con una cajita que tenían ellos en la casa donde tenían monedas viejas y billetes viejos. En las casas a veces hay es un cajón, algo donde hay un montón de monedas, cosas que quedaron ahí nadie sabe por qué, no se tiran porque después de todo, es plata. Y esa nenita antes de salir para la iglesia, mientras le ponían las trencitas o lo que fuera, el vestidito mejor y los zapatitos para ir a la iglesia, agarró lo que en su criterio era la plata más grande que había en ese lugar y lo puso en la ofrenda. Y después el doctor de animalitos se lo descubrió y se enojó. Pero fue tan lindo eso ¿no? Fue tan lindo, nos reímos hasta el día de hoy de eso, porque mirá vos cómo; y te dejo con esta pregunta; cómo esa nenita tenía esa actitud de dar. Por supuesto, esa actitud no la aprendió del aire. La aprendió de su mamá, de su papá, de sus hermanos, que todos están “caracterizados” por esa “característica”, valga la “rebuznancia”, de ser generosos y compartir. ¿Qué cosa? Todo.

Y te pregunto: esa nenita, que ahora es una señora grande ya, ¿hizo bien o hizo mal?


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