DEDO ACUSADOR
Leí que en cierta ocasión, varios oficiales
de policía estaban instalando en la calle algunos carteles con diversas señales
de tránsito.
De pronto, un agente de su misma institución, se acercó en su moto; se bajó, e increíblemente procedió a pegar en el parabrisas del auto-patrulla de sus compañeros, una papeleta de multa por estacionamiento indebido.
¿Qué estaba ocurriendo? … Pues que los oficiales de policía en su preocupación por prevenir las infracciones de tránsito, no advirtieron que ellos también estaban cometiendo una contravención, al estacionar su patrulla, justo en el lado equivocado de la carretera.
Como era obvio de suponer, a los oficiales no les gustó para nada el ser amonestados.
Amig@ :
Algo similar ocurre en nuestra vida espiritual, en donde resulta más fácil y cómodo buscar, detectar y juzgar las faltas ajenas, que reconocer las nuestras.
De allí que algunos, condenan despiadadamente los pecados de otros, mientras son bondadosos con sus propias culpas. Parecidos a determinados políticos en campaña, que en lugar de difundir sus planes de trabajo y fortalezas, se dedican más bien a hacer público hasta las más íntimas falencias personales de sus oponentes.
Pongamos más atención, no sea cosa que por andar con dedo acusador, mirando la paja en ojo ajeno, nos despreocupemos de la viga que posiblemente exhibamos en el nuestro.
"Atan cargas pesadas y las ponen
sobre la espalda
de los demás, pero ellos mismos
no están dispuestos a mover
ni un dedo para levantarlas."
(Mateo 23:4)
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