Huellas o heridas
Huellas o heridas Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Alguien se jactaba malévolamente de sí mismo cuando decía: “Por donde pisa Billy no crece más el pasto!” La idea del personaje era inspirar miedo a sus rivales, transmitir la idea de que él era malo, muy malo. El más malo y cruel de todos. Sin embargo, más allá de la ficción existen muchos “Billys” en la vida real. Hay quienes son capaces de dejar huellas, profundas e indelebles huellas en la vida de las personas a su paso. Otras, en cambio van dejando un reguero de caídos, de gente lastimada, de almas heridas. Justamente, donde ellos pisan no crece más el pasto. No hay posibilidad de fruto a su paso. Es curioso: una huella se parece bastante a una herida. Son marcas que quedan en el suelo. Un arado es capaz de crear algo bastante parecido a las heridas en la tierra al profundizar los surcos. No obstante ello, son “heridas buenas” necesarias para permitir sacar las impurezas de la tier