Recupere el arte de escribir para beneficio suyo

Alex López
La Catapulta
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Recuerdo las palabras del famoso mentor de muchos grandes, Fred Smith: “Lo que no puede escribir, usted no puede explicar”.

Escribir hace algo con nuestros pensamientos. Los pensamientos son como ingredientes para un pastel, pero están almacenados en distintos lugares de la despensa. Escribir, nos obliga a ordenar nuestros pensamientos. Escribir pone todos los ingredientes sobre la mesa.

He visto también, que escribir le hace algo a mi cerebro. Lo que pienso, pronto olvido. Lo que escribo, recuerdo. Es como que si, escribir, le dijera a mi cerebro, esto es algo serio e importante, hay que recordarlo.

En las sesiones de Coaching Ejecutivo con mis clientes (El Coaching puro no enseña, ayuda a otros a aprender, para resolver problemas o alcanzar metas), me gusta siempre entregarles un lapicero y papel. Muchos me dicen al final de la primera sesión: tenía años sin escribir mis pensamientos, sentimientos, metas y más. Esto es de lo mejor que he hecho.

Recupere el arte de escribir para usted. ¿Debe tomar una decisión importante? Escriba la situación, posibles opciones, las reacciones negativas y positivas a cada opción, sus sentimientos en cada una de ellas, reflexione y aclare su mente, antes de decidir o pedir consejo.

Recupere el arte de escribir para usted. ¿Está leyendo una porción de la Biblia? Pregúntese y escriba ¿De qué está hablando el autor?, ¿Qué está diciendo sobre lo que está hablando?, ¿Cómo se aplica esto a los destinatarios originales?, ¿Existe algún mandamiento a obedecer o alguna promesa a reclamar?, ¿Cómo puedo aplicar este texto a mi vida? Y ¿Cómo debo orar hoy a raíz de lo que he anotado?

Escribir ordena los pensamientos, nos dice que algo es serio, nos permite reflexionar como pocas veces lo hacemos. Escribir nos da claridad y nos transforma. ¿Qué hará a partir de hoy? Porque el que no puede escribir algo, no puede explicarlo. Y, sin explicaciones claras, no hay futuro ni para mí, ni para los demás.

«»Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo; llévalas en tu frente como una marca; escríbelas en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades.» Deuteronomio 6:4-9

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