SUPLICAR, NO EXIGIR!

Por: William Brayanes
https://hazdesabiduriaministerios.blogspot.com


Leí en cierta ocasión que tres hombres se perdieron en la montaña, y que disponían solamente de una fruta para alimentarse.  

Entonces se les apareció Dios para ponerlos a prueba, requiriéndoles  a que a través de una corta oración, le  propongan la solución más sabia para  disfrutar de la referida fruta.

El primero dijo:

-“Señor, haz que aparezca más comida.”

Dios le contestó que era una petición sin sabiduría, pues no se  debe demandar  soluciones mágicas a los problemas,  sino trabajar con lo que se tiene. 

EL segundo viajero exclamó:

-“Señor, haz que la fruta crezca para que nos alcance”

Dios volvió a contestar  un NO,  pues tampoco se trata de solicitar   multiplicación de lo que se tiene, ya que el humano nunca queda satisfecho.

El tercer  hombre  pidió:

-“Señor, aunque tenemos hambre y somos orgullosos, haznos pequeños a nosotros para que la fruta nos alcance.”  

Dios le respondió:

“Has pedido correctamente, pues cuando el hombre se hace humilde  delante de mis ojos, es cuando ve la prosperidad.”

Querid@ visitante:

Muchas veces  ante el conflicto, peligro o adversidad,  buscamos la salida más fácil, esto es  pedir –y a veces hasta exigir- a Dios que arregle todo a nuestro modo y manera, a nuestro estilo y conveniencia, demandando  que todo se resuelva rápidamente, como hacer click con el mouse de la computadora, o tocar la pantalla del celular; sin estar dispuestos a sacrificar nada de nuestra parte. Y claro, si no lo obtenemos, nuestra  fe condicionada se viene al piso y terminamos frustrados y hasta molestos con el Señor.    

¿Llevas cargas pesadas?... ponlas a los pies de Jesús, humíllate y suplica su ayuda, sin exigencias, demandas, condiciones o pactos. Solo acepta humildemente Su perfecta voluntad, Su tiempo para obrar y Su forma de hacerlo.  (WBrayanes)

 

“Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios:

que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye.”

1ª Juan 5:14

 

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