Una verdad muchas veces olvidada: somos seres humanos caídos

A. W. Tozer
Teología Sana
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Este artículo forma parte de la serie «Mi búsqueda diaria«

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. – 1 CORINTIOS 2:14

Hay una verdad muchas veces olvidada: somos seres humanos caídos, en lo espiritual, lo moral, lo mental y lo físico. Caídos en todos los aspectos en que pueda derrumbarse el ser humano, porque somos lo que somos y todos nacemos en un mundo ya manchado. Desde la cuna misma aprendemos a adaptarnos, desde que nos alimentamos del pecho materno, desde que empezamos a respirar, porque está en el aire mismo. Cuando estudiamos, eso se profundiza y nuestra experiencia lo confirma. En todas partes hay maldad, falta de pureza, todo está sucio.

Incluso el blanco más níveo es un gris sucio, y nuestros héroes más nobles son titanes con mancha. Por eso aprendemos a buscar excusas, a soslayar, a no esperar demasiado los unos de los otros. De un maestro no esperamos toda la verdad, de un político no esperamos toda la honestidad, y no tardamos en perdonarles si nos mienten, y volvemos a votar por ellos. No esperamos honestidad del comerciante, ni completa confiabilidad de nadie, en absoluto.

Solo nos las arreglamos para seguir adelante en este mundo, promulgando leyes para protegernos, no solo de los criminales, sino también de la gente más buena que en un momento de tentación podrían aprovecharse de nosotros.

¡Indefensa naturaleza culpable,

sin conciencia de su carga!

El corazón que no cambia, jamás se elevará

A la felicidad ni a Dios.

ANNE STEELE (1717-1778)

Padre celestial, lo trágico de nuestra época es que perdimos la capacidad de concebir lo santo. Ayúdanos a elevarnos por sobre nuestras deficiencias humanas