Enfrenta ¿Problemas o hechos?

Alex López
La Catapulta
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Todos los derechos reservados-Publicado con permiso



En Febrero del 2,012 mi esposa, un amigo y yo estuvimos en Global 20/20 en West Palm Beach, Florida. Un seminario de EQUIP (la entidad no lucrativa de John C. Maxwell que ha capacitado más de 5 millones de líderes alrededor del mundo) en donde nos reunimos todos los voluntarios que somos coordinadores nacionales de más de 165 países y los donantes de EQUIP. En total, unas 400 personas.

En ese seminario John C. Maxwell dijo algo que me marcó: “Los problemas se solucionan, los hechos se aceptan”.

A veces queremos solucionar hechos y aceptar problemas. Así jamás seremos felices, ni haremos a otros felices. ¿Se puede solucionar? Entonces es un problema y hay que hacer algo al respecto. ¿Es parte del pasado y no se puede cambiar? Es un hecho y hay que aceptarlo. Y de acuerdo a la palabra de Dios, los cristianos no sólo aceptamos los hechos, también los perdonamos y seguimos adelante. Los perdonamos porque Dios nos perdonó todo. Perdonar es lo mínimo que podemos hacer con los demás en agradecimiento por el perdón que hemos recibido de Dios. Tener misericordia, empatía y liberar a otros para que puedan vivir en libertad tanto ellos como nosotros.

¿Terminó su novio(a) con usted? ¿Se divorciaron sus papás? ¿Creció sin uno o ambos papás? ¿Lo adoptaron y nunca conoció a sus padres? ¿Lo traicionaron? ¿Alguien se pasó por encima de sus derechos? ¿Le robaron su celular, su carro o la paz? ¿Perdió su virginidad antes del tiempo y del lugar definido por Dios que es el matrimonio? ¿Perdió una clase que lo atrasa un semestre en la Universidad? ¿Chocó por andar manejando a alta velocidad? Todas estas cosas son cosas del pasado y por lo tanto son hechos. Acéptelos y si es necesario, perdone. Es la única manera de seguir viviendo con los hechos del pasado y de darnos el permiso de disfrutar el regalo que Dios nos dio, esta corta vida. No hay duda que Dios sabe más. Porque quien vive en el pasado, paraliza su presente y elimina su futuro. ¿Qué está enfrentando en su vida? ¿Problemas? Resuélvalos. ¿Hechos? Acéptelos, perdónelos y siga para adelante. O viva infeliz y sin una plenitud real el regalo de vida que Dios le dio.

“Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, 14 sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.” Filipenses 3:13 y 14 NVI.

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