Entradas

ESCRITOS DEL SILENCIO - Lo que no logra la velocidad...

Imagen
Por: Brendaliz Avilés . Publicado con permiso.

HAZ DE SABIDURÍA -

Imagen
Por: William Brayanes Publicado con permiso.

HAZ DE SABIDURÍA - Si aún no llega el milagro...

Imagen
Por: William Brayanes Publicado con permiso.

TU PRESENCIA

Imagen
Por: Luis Caccia Guerra Publicado con permiso. Bien sabemos que apartados de la presencia y el poder del Espíritu Santo nada somos. Podemos asistir a cada servicio de la iglesia, dedicarnos con pasión a enseñar, a predicar, a mostrar el Evangelio a las personas; inclusive ser excelentes en nuestro trabajo, profesión, ministerio y familia, pero apartados del poder del Espíritu Santo, todo es en vano. Y es que la presencia de Dios es absolutamente todo para quienes hemos creído. Podemos encontrar libros, artículos, instructivos, con estrategias y “recetas” acerca de cómo obtener éxito en la vida. Pero una RELACIÓN sana y genuina con Dios, la MISMA PRESENCIA DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS es mucho más que las fórmulas. Y hay unas cuantas clases de “presencias”. La presencia del que simplemente reconoce que Dios existe, pero no tiene una relación personal e íntima con Él. Sólo el conocimiento y reconocimiento de uno de los atributos de Dios, la omnipresencia, que

HAZ DE SABIDURÍA - Que el plan que Dios tiene para tu vida...

Imagen
Por: William Brayanes Publicado con permiso.

HAZ DE SABIDURÍA - La Fidelidad de Dios es inalterable

Imagen
Por: William Brayanes Publicado con permiso.

POLVORA PARA EL CAÑÓN

Imagen
Por: Luis Caccia Guerra Se publica en este medio con permiso. Cuando Napoleón III Bonaparte estuvo preso en la fortaleza de Ham entre 1840 y 1846, resultaba absolutamente impensado que éste gobernaría Francia durante 18 años, primero como Presidente y luego como Emperador. “¿Quién sabe?“ Se dijo a sí mismo. Preso, pero como príncipe que era, existía aún una posibilidad de ocupar el trono imperial. Y así fue. No pasó mucho tiempo, hasta que en 1848 fue elegido Presidente por una abrumadora mayoría de votos y cuatro años más tarde sería coronado Emperador de los franceses. “¿Quién sabe?” ¿Acaso puede saber el hombre los planes que Dios tiene para ti, o lo que Él piensa hacer por medio de ti? ¿Puede discernir alguien la semilla de los procesos que Dios ha hecho habitar dentro de tí? Evidentemente, no. Muchas veces, ni siquiera nosotros mismos lo sabemos. Dios levantó como caudillo, de entre un pueblo esclavo, a un tartamudo llamado Moisés, para liberarlos de