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Phan Thi Kim Phuc – La diferencia entre un ser quemado y un ser que arde

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Por Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Alguien comparó sabiamente el perdón de Nuestro Señor con “la intensa fragancia que emana de una rosa destrozada”.  Y es que cuanto más rotos, los pétalos de una rosa liberan con mayor intensidad su exquisita fragancia. Así sucedió con Nuestro Señor: de su cuerpo destrozado en la cruz del Calvario todavía brota intensamente la fragancia del perdón de Dios para todos nuestros pecados, de una vez y para siempre. La historia que nos ocupa hoy, tiene alguna relación con esto y ocurrió durante la guerra de Vietnam, en 1972. Phan Thi KimPhuc, en ese entonces, una niña vietnamita de nueve años, fue alcanzada junto a su familia por bombas de NAPALM arrojadas por soldados estadounidenses sobre su aldea. Con su pequeño y frágil cuerpito quemado,  se despojó rápidamente de sus ropas en llamas y salió corriendo de la pagoda en la que habían buscado refugio. Ese fue el instante que Nick Ut, fotógrafo de AP que se hallaba cubriendo e

Papá te está mirando

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Por Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Días atrás miraba esta bonita escena en la ciudad. La pequeña niña parece que le pedía algo a papá. Cuando pasé más cerca y escuché las voces, entendí lo que pasaba. A pocos metros de donde ellos se encontraban había un “mini market”, “kiosko”, “drugstore”, o como les llamen en tu país a uno de esos pequeños negocios que venden revistas, golosinas, galletitas, sodas, sandwiches y todas esas cosillas que a veces en el momento menos pensado se convierten en sumamente útiles cuando estamos en el centro de la ciudad realizando algún trámite o simplemente paseando. La niñita quería una golosina; pero insistía en que fueran juntos a comprar con papá. Pero, por lo visto, papá tenía planes más amplios que simplemente darle el gusto de la golosina a la niñita. -Aquí está el dinero, ve tú a comprar. No tengas miedo, papá te está mirando. Le decía a su hijita. -Anda, volvió a decirle. -Papá te está mirando, insisti