Phan Thi Kim Phuc – La diferencia entre un ser quemado y un ser que arde
Por Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Alguien comparó sabiamente el perdón de Nuestro Señor con “la intensa fragancia que emana de una rosa destrozada”. Y es que cuanto más rotos, los pétalos de una rosa liberan con mayor intensidad su exquisita fragancia. Así sucedió con Nuestro Señor: de su cuerpo destrozado en la cruz del Calvario todavía brota intensamente la fragancia del perdón de Dios para todos nuestros pecados, de una vez y para siempre. La historia que nos ocupa hoy, tiene alguna relación con esto y ocurrió durante la guerra de Vietnam, en 1972. Phan Thi KimPhuc, en ese entonces, una niña vietnamita de nueve años, fue alcanzada junto a su familia por bombas de NAPALM arrojadas por soldados estadounidenses sobre su aldea. Con su pequeño y frágil cuerpito quemado, se despojó rápidamente de sus ropas en llamas y salió corriendo de la pagoda en la que habían buscado refugio. Ese fue el instante que Nick Ut, fotógrafo de AP que se hallaba cubriendo e