Entradas

Humildad, gratitud, compasión

Imagen
Por Luis Caccia Guerra para www.mensajesdeanimo.com Meses atrás, tuve oportunidad de ser testigo de un terrible incidente. Era tarde en la noche, cuando comenzamos escuchar ruidos de fuertes golpes, gritos, en la calle. La paz de un tranquilo barrio se había visto alterada por el incendio de la casa justo enfrente de la nuestra. La gente que se agolpaba, la desesperación de los dueños de casa que en ese momento llegaban y se encontraban con su casa en llamas, la desesperación por derribar puertas y ventanas para ingresar en la vivienda y tratar de salvar lo que se pudiera, el llanto y los gritos desgarradores de quienes veían en la más absoluta impotencia, devorar por las llamas segundo a segundo todo lo que tenían, en medio de la densa espera de la llegada de los bomberos, el calor insoportable del fuego y el trepidar de las cosas quemándose sumaba un macabro espectáculo que infundía temor y dolor. A Dios gracias no hubo heridos ni pérdidas de vidas que lamentar.

Alimentando fantasmas

Imagen
  Hace unos años atrás, me tocó organizar la parte de presentación audiovisual y multimedia de una conferencia anual que se celebraba en la congregación a la que asistía. Para ello tuve que trabajar en estrecha colaboración con la gente de sonido y con la de sistemas. A los efectos de no superponer tareas y descomprimir los sistemas, utilicé dos equipos de computación en aquella oportunidad. -¿Y por qué no los conectamos en red? Sugirió alguien con énfasis muy técnico. No vale la pena aquí, obviamente, abundar en los detalles técnicos, pero esto no era necesario, por lo que opté por operar ambos equipos en forma independiente y autónoma, desconectados uno del otro. Todo, al menos en las pruebas y ensayos previos anduvo bien; pero eso fue hasta que el mismo que quería poner las conexiones en red, “que sabía”, puso sus manitos en los equipos. Minutos antes del comienzo de la conferencia, en el chequeo previo, comenzaron a aparecer los problemas. Inexplicablemen