Humildad, gratitud, compasión
Por Luis Caccia Guerra para www.mensajesdeanimo.com Meses atrás, tuve oportunidad de ser testigo de un terrible incidente. Era tarde en la noche, cuando comenzamos escuchar ruidos de fuertes golpes, gritos, en la calle. La paz de un tranquilo barrio se había visto alterada por el incendio de la casa justo enfrente de la nuestra. La gente que se agolpaba, la desesperación de los dueños de casa que en ese momento llegaban y se encontraban con su casa en llamas, la desesperación por derribar puertas y ventanas para ingresar en la vivienda y tratar de salvar lo que se pudiera, el llanto y los gritos desgarradores de quienes veían en la más absoluta impotencia, devorar por las llamas segundo a segundo todo lo que tenían, en medio de la densa espera de la llegada de los bomberos, el calor insoportable del fuego y el trepidar de las cosas quemándose sumaba un macabro espectáculo que infundía temor y dolor. A Dios gracias no hubo heridos ni pérdidas de vidas que lamentar.