Nos hemos conformado con menos que lo mejor

A. W. Tozer
Teología Sana
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Este artículo forma parte de la serie «Encuentros con el Dios Todopoderoso»

Dios bendice a los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. MATEO 5:6, NTV

Es desalentador para los que se preocupan, y de seguro un gran dolor para el Espíritu, ver cómo muchos cristianos se contentan al conformarse con menos que lo mejor. En lo personal, durante años he llevado una carga de dolor al moverme entre los cristianos evangélicos que en algún lugar de su pasado se las han arreglado para llegar a un compromiso básico con los anhelos más santos de su corazón, y se han establecido en un tibio y mediocre tipo de cristianismo indigno por completo de sí mismos y del Señor al que dicen servir. Y tales personas se encuentran en todas partes […]

Cada hombre está tan cerca de Dios como quiere estar; es tan santo y tan lleno del Espíritu como quiere ser. Nuestro Señor dijo: «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados». Si hubiera un solo hombre en cualquier lugar de la tierra que tuviera hambre y no se saciara, la palabra de Cristo caería al suelo.

Sin embargo, debemos distinguir entre querer y desear. Por «querer» me refiero al deseo incondicional. De seguro que hay muchos que desearían ser santos, o victoriosos o gozosos, pero no están dispuestos a cumplir con las condiciones de Dios para obtenerlo.

Señor, permite que no me conforme con nada menos que lo mejor cuando se trata de mi relación contigo. Dame una sed de corazón por ti, de modo que pueda participar del increíble privilegio de tener una comunión íntima contigo. Amén.

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Foto de Subhadeep Saha en Unsplash