EL LUGAR DE MIS PENSAMIENTOS

Alex López
La Catapulta
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Todos los derechos reservados-Publicado con permiso 

Lo que la electricidad es a la iluminación en una casa, los pensamientos son a una vida.

Dios nos creó de tal manera, que no sólo podemos pensar, sino entre toda la creación, somos los únicos que podemos pensar sobre el pensar. Y, pocas veces hacemos esto.

Las lecciones de vida que no se aprenden, serán un sufrimiento constante. Sólo en la reflexión del silencio de nuestra vida, pueden salir a flote los pensamientos que cual pequeño timón, manejan a su gusto, un inmenso crucero.

La batalla del cristiano está en su mente. Allí se gana o se pierde la batalla. Toda acción, nace con un pensamiento. Las tentaciones nacen con un pensamiento, los grandes logros nacen con un pensamiento. Pensar en nuestros pensamientos, el tipo, la calidad, la frecuencia y el origen de los mismos, tiene que darnos información para definir el plan de vuelo de nuestras vidas.

El apóstol Pablo dijo: “Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. 9 Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.” Filipenses 4:8 y 9

Considerar bien es pensar, meditar, reflexionar y masticar mentalmente algo. Pablo dicen piensen en lo verdadero, respetable, lo justo, lo puro, lo amable y lo digno de admiración. Y luego resume todo en cosas, en fin, en todo lo que sea excelente y merece elogio.

Con cada pensamiento que llegue a su mente pregúntese ¿Este pensamiento es excelente o merece elogio?, ¿Podría gritar en este mismo instante lo que estoy pensando y ser aprobado y aplaudido por la calidad de los mismos? Es hasta que nuestra mente se somete a Cristo, en que tendremos vida en nuestra y vida entonces en la vida.

A lo mejor está atravesando situaciones casi que imposible de soportar. Muchas veces, el secreto no es el lugar, sino el lugar de mis pensamientos. El apóstol Pablo enseñó a considerar bien lo que fuera excelente y mereciera elogio y, ¿Desde donde lo dijo? Cuando escribe el libro de Filipenses está preso. E incluso puede decir estando preso: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

El pensamiento de Pablo era simple. Él dijo: “Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.” Filipenses 1:21 Mediando diariamente en el Señor, manteniéndose en la oración, viviendo en comunión con otros cristianos, viviendo bajo autoridad de la iglesia que lo comisionó desde Antioquía, Pablo no era perfecto, se autodenominó el primero de los pecadores. Pero su mente vivía para Cristo.

¿Cómo puede a partir de hoy vivir para Cristo al pensar sobre lo que piensa?
¿Qué cosas puede hacer diariamente para generar pensamientos que honren a Dios?


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