Entradas

Tu amor, tu perdón, mi Salvación

Imagen
Tu amor, tu perdón, mi Salvación Por: Jésica Andrea para www.destellodesugloria.org Cuando era niña, una pregunta invadió mi mente durante todo ese tiempo: Si Dios creó al hombre y a la mujer y luego ellos le desobedecieron ¿Por qué el Señor no los hizo caer en un sueño profundo del cual no volvieran a despertar? ¿Por qué Dios no volvió a crear al hombre y a la mujer sin que conocieran el pecado? Tal vez hoy todo sería diferente, tal vez no estaríamos aquí. Repasando el libro de Génesis, encontré que: Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. (Génesis 1:27 RV60) Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. (Génesis 2:16-17 RV60) Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano

Él me ha mirado

Imagen
El me ha mirado Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Mis jefes, tienen la visión y la habilidad de saber ver y sacar lo mejor de las personas. Uno puede tener dos mil defectos, no calificar para muchas cosas; pero si encuentran en ti tan sólo dos virtudes que en alguna medida les resultan de utilidad para sus fines, para la misión y visión de su empresa, entonces calificas, estás aprobado. En cambio, muy por el contrario, hay gente que se ocupa de buscar, escarbar en tus errores y destacar bien, inclusive exagerar hasta tus más pequeños defectos. No importan tus logros, ni tus virtudes; se ocupan de hacerlos parecer como nada, menospreciarlos, descalificarlos. En pocas palabras, tú no mereces tener éxito. ¿Te has sentido así? Pero… ¿Sabes qué? Esto es aplicable, válido y vigente tanto para juzgados como para juzgadores. Es que tratamos a los demás como lo que consideramos que son. Decimos de los demás lo que no diríamos de nosotros mismos. To