Tu amor, tu perdón, mi Salvación
Tu
amor, tu perdón, mi Salvación
Por:
Jésica Andrea para www.destellodesugloria.org
Cuando era niña, una pregunta invadió
mi mente durante todo ese tiempo: Si Dios creó al hombre y a la
mujer y luego ellos le desobedecieron ¿Por qué el Señor no los
hizo caer en un sueño profundo del cual no volvieran a despertar?
¿Por qué Dios no volvió a crear al hombre y a la mujer sin que
conocieran el pecado? Tal vez hoy todo sería diferente, tal vez no
estaríamos aquí.
Repasando el libro de Génesis,
encontré que:
Y
creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón
y hembra los creó.
(Génesis
1:27 RV60)
Y
mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto
podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no
comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
(Génesis
2:16-17 RV60)
Y
dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros,
sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y
tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. Y
lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de
que fue tomado.
(Génesis
3:22-23 RV60)
Nuestro Señor estaba enojado con Adán
y Eva, por haber desobedecido su mandamiento, fueron expulsados del
Edén y junto con ellos arrastraron en su caída a toda la Creación.
Pero el enojo de nuestro Señor no duró para siempre, pues su amor
fue más grande y envió a su Único Hijo a morir por nuestros
pecados.
Porque
un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su
hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte,
Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz
no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino,
disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y
para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
(Isaías
9:6-7 RV60)
Y
dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él
salvará a su pueblo de sus pecados.
(Mateo
1:21 RV60)
En estos versículos está resumida la
respuesta, porque en varios libros de la Biblia aparece la respuesta
que yo buscaba. La Biblia fue escrita por su Autor (II Timoteo 3:16)
para que hoy, podamos leerla, recibir, entender, aceptar los mensajes
que nos deja y entrega nuestro Padre para afrontar la vida, esta
vida. La biblia es la Palabra que el Señor tiene para nosotros; cada
hecho, cada historia que hay en ella, son mensajes de amor para
nosotros. Jehová Dios, Nuestro Señor, nos creó semejante a su
imagen: En cuerpo, alma y espíritu. Mas su enojo con nosotros no
duró para siempre, pues su amor fue mucho más grande y eterno, tuvo
compasión, misericordia por nosotros.
No permitió que Adán y Eva probaran
del árbol de la vida, pues viviríamos para siempre en el pecado y
eso no es lo que quiere el Señor, por eso nos desterró del Edén,
vivimos en un mundo donde el pecado se expande cada vez más de
generación en generación. Viviremos una vida aquí en este mundo,
pasaremos por el desierto, por pruebas, por tormentas, el enemigo
tratará de confundirnos, de engañarnos, mas la justicia, el amor
y la protección de Dios estará con nosotros. No somos merecedores
de su misericordia, de su amor; por desobediencia estamos aquí.
Hace unos días vi un film que de
cierta forma relata la muerte y crucifixión de Cristo Jesús. Es una
película que me impactó bastante, más aun, cuando nuestro Señor
fue crucificado, y todo para perdonar nuestros pecados, para que
nuestras almas no murieran, para que después de la muerte, tengamos
vida, vida eterna junto al Padre.
¿Tú, preferiste morir en una cruz por
mí? Tú que eres perfecto entre los imperfectos. Tú que eres Santo
entre los pecadores. Tú que eres sabio, eres el príncipe de amor y
paz. Tú soportaste burlas, rechazos, engaños, mentiras, dolor. Tú
que eres el único hijo de Dios libre de pecado. Aún siendo
perfecto, Santo, correcto, aun siendo Dios, preferiste venir aquí a
la tierra para hacer vivir con el espíritu humilde, para
transformar, renovar al espíritu quebrantado de cada uno de
nosotros. Dejaste mensajes, palabra de vida para ser transformados,
para vivir una vida buena y abundante. Par ser mejores hijos, para
aprender de tu palabra, de tu amor.
Tú que nos creaste, que pudiste
habernos dejado vivir en el pecado, decidiste perdonarnos, dejaste
que nuestros antepasados Adán y Eva siguieran viviendo.
Hay un estribillo de una hermosa
canción que relata el perdón del Señor:
“Tú
quebrantado, porque tanto me amas,
precioso
tesoro, vertiste por mí.
Tú
quebrantado y ofrecido a mis pies,
en
dulce abandono, Cristo, tu vida derramaste por mí.”
(Steve
Green. Quebrantado y derramado)
Nuestro Señor nos dejó vivir, estamos
en este mundo porque El quiere que sepamos, que entendamos cuán
grande es su amor por nosotros. Saber que podemos ser salvados por
Él, heredar una vida eterna junto a Él. Su gran amor, su Gracia nos
salvó, todo lo que hizo, hace y hará es por nosotros, es por Amor.
Tu Amor, tu Perdón, mi Salvación.
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