Cómo me ves, Señor?
Por Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Pocos días después de pasar por las aguas del bautismo, y a tan sólo dos meses de haber conocido a Jesús como Salvador, un día entré en la oficina del Pastor y le dije entusiastamente: -Pastor! Quiero ser Pastor! El hno. Santiago, hombre ya grande, pero de mucha experiencia en las lides espirituales, se respaldó en su sillón, puso serenamente su mano derecha sobre su escritorio y suavemente comenzó a decir: -Luisito… mi hermanito querido… Atendamos a que en ese entonces, Luisito sólo tenía dos meses en el camino del Señor, tan sólo diecinueve años de edad y aún muchos conflictos personales y familiares por enfrentar y resolver. En aquél entonces, con mucha prudencia y respeto por lo que le manifestaba en ese momento, el pastor me aconsejó esperar y estar atento a las señales e indicios que Dios fuera mostrando en mi vida. Han transcurrido treinta y cinco años desde aquella entrevista. Los ind