El Dios que nos ama

Por Jésica Andrea para: www.larocaministerios.blogspot.com

Cuán grande e infinito, es el amor de nuestro Señor. Muchas personas, que no son creyentes buscan una palabra o un mensaje de ánimo, de fuerza, esperanza que los ayude a seguir, a avanzar o quieren aprender más, escuchar y leer la palabra que nuestro Señor tiene para ellos y nosotros.

Varias son las veces que me he preguntado qué significa el nombre de nuestro Dios, el Dios de todos y de todo. El domingo pasado estando en el culto de adoración, cantábamos una canción que en su estribillo decía Jehová Jireh, Jehová Nissi, Jehová Shalom, y siempre me gusta saber que palabras dice mi boca, por eso llegue a casa y me tomé un tiempo para buscar el significado de estas palabras.

Jehová nuestro Dios, es llamado de distintas formas a lo largo de toda la vida desde que nos creó hasta ahora, es también conmemorado con diferentes nombres, pero todos estos representan lo que Él es.

Dios significa: “existe” y “puede ser conocido”. Estas dos afirmaciones forman el fundamento y la inspiración de toda fe verdadera.

La primera de ellas es, una afirmación de fe (existe) esto nos indica y es lo que creemos, que existe un ser supremo todopoderoso, capaz de hacer posible lo que para nosotros es imposible, y muchas cosas más que no podemos pensar e imaginar, que están más allá de nosotros.

La segunda afirmación es la experiencia. La existencia de Dios no está sujeta a la demostración científica, esta mucho más allá de ésta. Tiene que ser un postulado de la fe. El Señor trasciende su propia creación, sólo podemos conocerlo en la medida en que Él se revela a sí mismo.

El cristianismo afirma que podemos conocer a Dios como un Dios personal. Siempre me pregunto cómo es nuestro Dios en el aspecto físico, pero no me lo imagino como una persona, sino como una llama blanca ardiente que no quema, que se mueve y esparce por todos lados, que crece sin fin. He tratado de dibujarlo como pienso que puede llegar a ser, pero todavía no lo logro, y no creo que lo logre. No hay palabras, no hay tinta, no hay papel que pueda plasmar su Gloria y la magnificencia de su presencia. Volviendo a nuestro escrito, la biblia menciona que no fue escrita para probar que Dios existe, lo que nos enseña es que Dios se revela por medio de sus actos.

La existencia del Señor: Dios existe por sí mismo, su creación depende de él, pero él es totalmente independiente de su creación.

Su naturaleza: En su naturaleza el espíritu del Señor es puro, una Entidad viva e inteligente. Sin embargo Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, aunque hoy no tiene presencia natural en esta tierra; como el hombre, creado a su imagen y semejanza: cuerpo, alma y espíritu. Dios trasciende todo su universo, es independiente, auto existente. La presencia del Señor en todo lo que él ha creado y su poder dentro de su creación.

Su carácter: Dios es racional, tiene conciencia de sí mismo, se auto determina. Como el ser supremo es el origen de toda racionalidad en el universo.

Su voluntad: el es soberano, prepara sus propios planes y los lleva a cabo en su propio momento y a su manera. La voluntad de Dios no es arbitraria sino que actúa en completa armonía. Es la expresión de su poder y su bondad.

El nombre de nuestro Dios es Jehová = Yahuéh que en hebreo significa Yo Soy (Señor), El texto original del antiguo idioma hebreo no tenía vocales, solo consonantes. Con el tiempo se considero que el tetragrámaton YHWH era demasiado sagrado para que se lo pronunciara, de modo que al leerse lo sustituía por “adonay” (Mi Señor) y las vocales de esta palabra fueron combinadas con las consonantes YHWH para hacer Jehová, forma que se comprueba por primera vez a comienzos del siglo XII d. C

Jehová tiene otros nombres redentores:

El ´Olam, El Dios eterno: En Beerseba Abraham plantó un tamarisco e invocó allí el nombre de Yahvéh´, en hebreo ´El dhu- Olami (Génesis. 21.33) (El Señor eterno)

Jehová Jiréh, El Señor provee: En Génesis 22 cuando el ángel del Señor señalo un carnero como sustituto de Isaac, Abraham llamó al lugar Yahweh yir´eh, (Jehová Provee)

Jehová Nissi , Jehová es mi bandera : Después de la derrota de los amalecitas, Moisés erigió un altar y lo llamo Yahweh nissi, “Jehová es mi bandera”

Jehová Shalom, El Señor es Paz: Este es el nombre dado por Gedeón al altar que erigió en Ofra, Yahweh Shalom “El Señor es Paz” Jueces 6:24 (Entonces Gedeón edificó allí un altar al Señor, y lo llamó “El señor es la paz” Y hasta hoy se halla en Ofra de Abiezer)

Jehová T Tsidkenu, El Señor de justicia: Nombre por el cual será conocido el Mesías, Yahweh Sidqenu “Jehová Justicia nuestra” Jeremias 33:16 (En esos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura, y lo llamaré. “El Señor justicia nuestra”)

Jehová Shammah, Jehová está allí: Nombre a la ciudad de la visión de Ezequiel, Yahweh sammah (Ezequiel 48:35)

Jehová de los Ejércitos: este es un titulo divino con el cual Dios es adorado en Silo. Lo usó David al desafiar a los filisteos. David volvió a usarlo como culminación de un glorioso canto de victoria. (Salmos 24:10) Salvador y protector de su pueblo en todo momento.

Jehová Dios de Israel: se encuentra en cantico de Débora (jueces 5- 3)

El Santo de Israel: es uno de los favoritos de Isaías. El fuerte de Israel.

Anciano de días: es la descripción dada por Daniel, quien describe a Dios en su trono de juicio, juzgando a los grandes imperios mundiales (Daniel 7: 9, 13, 22) Alterna con el título de “Altísimo”.

Es un breve resumen de cómo es mencionado nuestro Señor.

El Dios de Paz, que está en tiempos de angustia, el Dios que nos provee todo lo que realmente necesitamos y más aún, el Dios de mi estandarte, nuestro vencedor, mi fuerza, en tiempos de debilidad y de problemas. El Dios de Justicia, el Dios que siempre está con nosotros, que camina con nosotros, porque vamos tomados de su mano, el Dios que busco su presencia, el Dios al que le pido que su Espíritu descienda y llene mi espíritu que lo restaure que me llene, el Dios que no desampara, que me ama, que me busca. El Dios que quiere que yo lo siga, que clame por su presencia, porque cuando clamo por El su presencia me llena, me hace bien y feliz.