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Por el valle de las lágrimas

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Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com No existe la felicidad plena, completa, duradera, prolongada sin tiempo. Sólo existen momentos felices. Que la vida de algunas personas sea más feliz que las de otras dependerá de la intensidad, duración, pero fundamentalmente de la frecuencia de esos momentos felices. Mientras más momentos de esos haya en el transcurso de sus vidas tal vez se pueda decir que más felices son. Esto es tan sólo un pensamiento echado a volar a través de estas páginas. Seguramente habrá alguien con otra forma de pensar, otro concepto de la felicidad a quien le asista plenamente la razón desde su punto de vista. Esto es, por lo menos, lo que le ha tocado experimentar a quien esto escribe. Lo cierto es que nuestra actual forma de vivir, más allá de las diferencias, más allá de cuán placenteros o sufridos sean los días que nos toca vivir en esta tierra tal como la conocemos, es herencia de nuestros padres naturales Adán y Eva. No fue

Como perro rabioso

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Por: Luis Caccia Guerra El término “ hidrofobia” con el que se denomina la comúnmente enfermedad conocida como “rabia” proviene del griego, donde se combinan las palabras hydrós (agua), y fobos (horror). Por tanto “hidrófobo” significa que tiene terror al agua. Es uno de los síntomas característicos de esta temible enfermedad en su fase intermedia, cuando ya no hay nada que hacer, sino esperar un rápido y progresivo deterioro del sistema nervioso central y una muerte terrible e inminente. La enfermedad comúnmente conocida como rabia, se caracteriza por una aversión anormal al agua. Es provocada por un virus típico de ciertos animales de sangre caliente, como el perro, el gato, el lobo, el murciélago y roedores como ratas, ratones y pericotes. Pero puede transmitirse al hombre si es mordido por un animal infectado. Este virus ataca el sistema nervioso central y si no se trata en forma urgente, termina provocando la muerte. Cuando una persona se contagia de hi