Otra vuelta de rosca
Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com C uando era muy joven y estaba en el último año del secundario (algo así como “preparatoria” en otros países) me tocó realizar prácticas técnicas en los talleres de un concesionario de una afamada marca italiana de automóviles. Era uno de los más grandes de la provincia. Recuerdo que un día me mandaron a desarmar una parte que se encontraba pegada al tren delantero por debajo del auto. A disgusto tomé las herramientas y con mucha dificultad me tiré en el piso bajo el automóvil y comencé a darle giros a un tornillo para extraer la pieza. Como no tenía idea de en qué sentido se ajustaba y en cual se aflojaba el tornillo –y como tampoco estaba dispuesto a preguntar– comencé a forcejear con vehemencia y gran esfuerzo hasta que conseguí que el tornillo aflojara… Aflojó, pero cuando extraje la herramienta en lugar de encontrar un agujero y la pieza suelta, la cabeza del tornillo había quedado en el t