Zanahorias, huevos y café
Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Cuenta esta historia popular que una madre quiso enseñarle una importante lección a su pequeño hijito. A la hora de la cena, le pidió a su niñito que le buscara en la alacena unas zanahorias, huevos y un par de cucharadas de café recién molido. Colocó entonces, en un recipiente las zanahorias, en otro los huevos y en un jarrito, los granos de café recién molido. Puso todo a calentar en la cocina ante la atenta mirada de su hijito. Cuando todo estuvo listo, mamá sirvió. Las zanahorias estaban blandas y apetecibles. Los huevos, justo a punto, y el café… exquisito. ¿Cómo estaban las zanahorias antes de ponerlas en el agua? Duras. ¿Cómo estaban las zanahorias al sacarlas del agua hirviendo? Blanditas y apetitosas. ¿Cómo estaban los huevos antes de pasar por el agua hirviente? Frágiles y delicados. El niño tuvo que tener mucho cuidado con ellos al alcanzárselos a mamá cuando se los pidió. ¿Cómo estaban los h...