Es pecado tatuarse? Tienes que ver esto

Reflexiones Cristianas
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Si un joven creyente quisiera hacerse un tatuaje, me gustaría hacerle algunas preguntas muy directas. Tal vez estas preguntas te puedan resultar útiles.


A lo largo de estos últimos años, he estado predicando la Palabra de Dios a los jóvenes de España y todo el mundo. Y una pregunta recurrente que ha surgido en casi todos los campamentos cristianos ha sido: «¿Es pecado hacerse un tatuaje?» Quiero sumar mi voz al debate de hoy. Y recuerda: Me dirijo a la familia de la fe, no a los incrédulos.

Antes de empezar, quiero aclarar que yo no creo que podamos establecer una ley de Levítico 19:28 para defender una postura anti-tatuaje. Las marcas o señales hechas en el cuerpo mencionadas en este versículo tienen que ver con el ritual pagano de dolerse o lamentarse (guardar luto), no con la moda contemporánea que vivimos hoy día. Creo que el uso de este texto de Levítico puede ser una de esas ocasiones en las que tratamos de encajar la Palabra de Dios en nuestro plan preconcebido en lugar de hacer las cosas al revés. La fidelidad al contexto de la Escritura no me permite “golpear” a los artistas del tatuaje con Levítico.

Hecha esta aclaración, nos volvemos a preguntar:«¿Es pecado hacerse un tatuaje?»

Ahora, me dirijo a vosotros desde el mundo occidental. Nací y crecí en Europa. Sólo una vez en mi vida he estado fuera de Europa. Fue cuando prediqué en los Estados Unidos y México durante tres meses en 2009. Digo esto porque conozco la escena europea. Estoy familiarizado con la cultura europea. Entiendo la visión del mundo de la juventud europea. Y esa es la razón principal por la que veo los tatuajes como algo negativo. Creo que son un obstáculo para la causa de Cristo aquí en Occidente. Si un joven creyente quisiera hacerse un tatuaje aquí, me gustaría hacerle algunas preguntas muy directas. Tal vez estas preguntas te puedan resultar útiles.

1 – . ¿Glorificará ese tatuaje a tu Dios?

El cristiano tendrá que preguntarse a sí mismo si hacerse un tatuaje puede realmente glorificar a Dios o no. ¿Cuál es el motivo real que hay detrás de hacerse un tatuaje?Aquí es donde sí podemos hacer mención del principio ético fundamental de Levítico: «No ser como las otras naciones». La persona que se tatúa su cuerpo, ¿lo hace para extender el Reino de Dios en el mundo o lo hace sólo para ir con el flujo de un mundo obsesionado por las apariencias superficiales, la moda y las tendencias? En la mayoría de los casos que conozco, esta última mentalidad es la que prevalece. El Nuevo Testamento nos llama a no conformarnos a este mundo (Romanos 12:2).

2- . ¿Qué dice tu conciencia?

Cuando Lutero se defendió en la Dieta de Worms, subrayó que él no iría en contra de la Palabra de Dios o de su conciencia. Si tu conciencia tiene algún escrúpulo con respecto al tema de los tatuajes, entonces definitivamente no debes tatuarte. Es pecado. Todo lo que no proviene de fe, dice Pablo, es pecado (Romanos 14:23). El mero hecho de que alguien se haga la pregunta «¿Es pecado hacerse un tatuaje?» me revela que su conciencia no está en paz respecto a este asunto y por lo tanto, él o ella, no debería tatuarse. Si tuvieras cien por cien de paz y tranquilidad en tu alma sobre el tema, no necesitarías preguntarle a nadie.

3- . ¿Va a ofender a otros creyentes que te tatúes?

Toda la epístola de 1ª Corintios gira en torno al tema del amor cruciforme (que toma la cruz como el centro). Pablo se enfrenta a diez situaciones pastorales diferentes con el mensaje radical de la cruz. Tus acciones, ¿beneficiarían o dañarían a los demás? ¿Van a bendecir u ofender? ¿Van a hacer bien o mal? El cristiano debe darse cuenta de que él (ella) ya no es de su propiedad. Él (ella) vive para el Señor y la iglesia. Si sospecho que un tatuaje puede alterar (perturbar o preocupar) a hombres o mujeres de Dios en mi congregación, entonces pongo mi amor por ellos antes que mis propios deseos y mantengo mi cuerpo limpio, sin tatuajes. Aplico la ley del amor para que otros no se escandalicen por mi acción. Mis acciones tienen efectos positivos o negativos en otros. No quiero hacer daño al cuerpo de Cristo. Así cumplo la motivación apostólica de 1ª Corintios de andar en amor.

4- . ¿Qué pensarán los no creyentes?

Y no sólo los cristianos deben pensar en los demás cristianos, sino en los no creyentes también. ¿Cómo van a reaccionar si me ven testificando de Cristo y también haciéndome un tatuaje? ¿No voy a ser piedra de tropiezo a ellos? ¿No van a pensar que soy un hipócrita? Después de todo, yo soy la Biblia que leen. La impresión que les voy a causar, ¿crees que será beneficiosa o perjudicial? Un chico me dijo: «Con un tatuaje cristiano puedo mostrar a los demás que soy cristiano.» Le respondí: «Creo que es muy triste que necesites un tatuaje para que alguien sepa que eres cristiano«. Seréis conocidos por los frutos, no por las marcas en el cuerpo (tatuajes).

5- . ¿Se tatuaría Jesucristo?

Y por último, pero no menos importante, aquí está la gran pregunta que subyace bajo toda la conducta y la moral cristiana: «¿Qué haría Jesús?» Si Jesús de Nazaret o Juan el Bautista o el apóstol Pablo vivieran en el siglo XXI, ¿de verdad crees que irían corriendo a la tienda de tatuajes para unirse a la última moda? Por alguna extraña razón, no lo creo. Si soy sincero –totalmente sincero- de la mayoría de la gente «cristiana» que he conocido que se ha tatuado (repito “la mayoría”), no son demasiado serios en su vida espiritual.

NEW YORK – MAY 26: Guinness World Record-holder Julia Gnuse, the «most tattooed woman» in the world

Pueden ser buenos chicos, dicen cosas buenas y son populares, pero casi todos carecen de madurez y peso espiritual. Esa ha sido mi propia experiencia personal. Todavía no he conocido a un guerrero de oración lleno del Espíritu Santo que me pregunte acerca de si puede o no tatuarse. Me pregunto por qué. Me parece ridículo que en varias partes del mundo nuestros hermanos  cristianos  están derramando su sangre por la extensión del Evangelio y aquí estamos nosotros viviendo para nuestra comodidad en el Occidente debatiendo sobre si debemos de hacernos tatuajes, fumar porros, emborracharnos en discotecas, tener relaciones sexuales antes del matrimonio y otras tonterías mundanas. ¡Qué vergüenza! Otra vez digo: ¡Qué vergüenza! ¿Qué clase de discipulado es éste que estamos viviendo? Es como si fuera otro tipo de fe totalmente distinta en la cual el concepto de ‘llevar nuestra cruz’ no existiera. ¿Qué pensará el Señor Jesús de semejante ‘fe’?

Conclusión:

Creo que si algún cristiano responde a estas cinco preguntas con sinceridad y oración, dudo mucho que él (ella) siguiera sintiendo el deseo de hacerse un tatuaje. Es por eso que no tengo uno y nunca voy a hacérmelo. No veo cómo podría glorificar a Dios, mi conciencia está inquieta, no está tranquila al respecto, lo sé, ofendería a muchos hermanos y hermanas en Cristo si tuviera uno, estoy seguro de que algunos creyentes que conozco se sorprenderían demasiado y estoy absolutamente convencido de que ni Jesús (ni ningún otro hombre o mujer de Dios en la Biblia) se haría uno.


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