La oración en silencio ¿es bíblica?

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La Biblia da un ejemplo de oración silenciosa en la petición inaudible de Ana (1 Samuel 1:10, 13), pero no da instrucciones específicas para orar en silencio. Eso no significa que sea menos válida que la oración en voz alta - después de todo, la oración de Hannah fue contestada. Dios puede escuchar nuestros pensamientos tan fácilmente como puede oír nuestras palabras (Salmos 139:23; Jeremías 12:3). Jesús conocía los malos pensamientos de los fariseos (Mateo 12:24-26; Lucas 11:7). Nada de lo que hagamos, digamos, o pensemos, está oculto de Dios, quien no necesita oír nuestras palabras para conocer nuestros pensamientos. Él tiene acceso a todas las oraciones dirigidas a Él, ya sean habladas o no.

La Biblia sí menciona la oración en privado (Mateo 6:6). ¿Cuál sería la diferencia entre orar en voz alta o en silencio si estás solo? Existen algunas circunstancias en donde sólo la oración en silencio es apropiada, por ejemplo, orar por algo solamente entre Dios y tú, orar por alguien que esté presente, etc. No hay nada malo con la oración en silencio, siempre y cuando no lo hagamos porque nos avergüenza que nos escuchen orar.

Quizás el mejor versículo para indicar la validez de las oraciones silenciosas está en 1 Tesalonicenses 5:17: “Orad sin cesar”. El orar sin cesar obviamente no puede significar que estemos orando en voz alta todo el tiempo. Más bien, significa que debemos estar en constante estado de consciencia de Dios, donde llevemos cada pensamiento cautivo en obediencia a Él (2 Corintios 10:5), y trayendo cada situación, plan, temor o preocupación ante Su trono. Parte del orar sin cesar serán las oraciones que hablamos, susurramos, gritamos, cantamos, y pensamos en silencio, mientras dirigimos nuestros pensamientos en alabanza, petición, súplica y acción de gracias a Dios.

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