DIOS; LOS GLOBOS
Relata un escritor que un hombre que vendía brillantes globos de helio por las calles de una ciudad, cuando las ventas bajaban soltaba al
aire tres globos, alternadamente: un azul, un blanco, un amarillo. Era su
estrategia para llamar la atención y lograr que
se aglomere una nueva cantidad de
posibles compradores.
En
eso un niño afroamericano se le acercó con esta pregunta:
“Oiga Señor, si suelta un globo
negro, también subirá?
El vendedor contestó:
-Seguro que sí. Lo que hace subir
cada globo no es su color, ni su brillo, sino lo que lleva dentro de él”
…………
Así ocurre en nuestra vida espiritual:
lo que Dios toma en cuenta de nosotros,
no es lo externo; no es lo que decimos o hacemos públicamente; no es nuestro
“brillo” personal ante los demás. Lo que cuenta para Él es lo que llevamos
dentro, la sinceridad de nuestro corazón en cada cosa que hagamos, por pequeña
o grande que sea.(WBrayanes)
“…el Señor le dijo a Samuel: —No te dejes
impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La
gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón. (1 Samuel 16:7)
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