10 cosas que nunca debes decirle a tu esposa

Brittany Rust

Teología Sana
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El matrimonio es un requisito bíblico para vivir en pareja por el resto de la vida. La convivencia suele generar conflictos matrimoniales, ya que en esta etapa nos solemos dar cuenta de quienes realmente son nuestros acompañantes.

Sin embargo, como lo indica como la Biblia, tenemos la oportunidad de mejorar y arrepentirnos para que sean borrados nuestros pecados.

Dice Hechos 3:19: “Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor”.

Arrepentirnos nos acerca a mejorar como personas, y para ello, debemos ser conscientes de nuestros errores.

10 errores que suelen cometer los esposos con sus esposas:

1. “Deberías haber pedido ayuda”

Una mujer quiere un marido que la cuide. Quiere un protector y sentirse cuidada. Debido a esto, es agradable cuando nuestro esposo se da cuenta de que podríamos necesitar ayuda con algo y salta para brindarnos apoyo.

Si en lugar de atenderla, dejamos que la mujer se frustre y le decimos que debió pedir ayuda, sembraremos en ella un sentimiento de desatención.

2. “Simplemente no estamos de acuerdo, así que no hablemos de eso”

A veces la lógica es, si sé que no estamos de acuerdo en el tema o no estamos de acuerdo, no hablemos de eso. Pero no hablar de eso no hace que la diferencia desaparezca. En todo caso, crea una brecha que solo crecerá con el tiempo.

3. “¿Por qué lo haces de esa manera?”

Evite hacer declaraciones que pongan en duda la capacidad de su esposa; esto la desanimará significativamente. Está bien hacer un cumplido y luego preguntar: «¿Alguna vez has pensado en probar esto?» Este enfoque la alienta y conduce a mejorarse unos a otros, en lugar de criticar.

4. “Me parece lo mismo”

Cuando tu esposa trabaja en algo de lo que se siente orgullosa, expresar desánimo o que te parece igual, hará que ella se sienta desvalorizada.

Tu esposa quiere que te fijes en ella, tanto de forma pequeña como significativa. Haz un comentario sobre lo que te gusta de lo que ha hecho tu esposa, aprecia el arduo trabajo que ha puesto en el nuevo esfuerzo.

5. “¿Qué hiciste todo el día?”

Algunas mujeres se quedan en casa para cuidar a los niños mientras el esposo va a trabajar, o tal vez trabaja desde casa. Tal vez la casa no sea perfecta o la cena este lista un poco tarde, pero atender los quehaceres del hogar implica esfuerzo. Es un error desvalorizar el trabajo de tu pareja con una frase como: “¿Qué hiciste todo el día?”

6. “¿Qué dijiste?”

Si su esposa está compartiendo algo con usted, no la desconecte mientras mira su teléfono o sueña despierto con el próximo juego (¡o lo que sea que sueñan los hombres!). Lo último que su esposa quiere escuchar después de haber dicho algo es «¿qué dijiste?» Esto puede ser increíblemente desalentador.

7. “No lo sé”

Tu esposa está buscando sus llaves o preguntando qué te apetece cenar, solo por nombrar algunos ejemplos. Ella recurre a ti en busca de información o ayuda. Cuando dices “No sé” y sigues haciendo lo que estás haciendo, dejas a tu esposa sintiéndose sola.

En su lugar, salte y pregúntale cómo puedes ayudar, ofrécete a mirar con ella o hazle algunas sugerencias.

8. “Lo haré más tarde”

Ella pide ayuda con la casa o que corras a la tienda de comestibles, y tú respondes con un “lo haré más tarde”, pero te olvidas o lo haces unos días después, pierdes credibilidad y generas estrés en tu pareja.

9. “No recuerdo haber dicho eso” o “Lo recuerdas mal”

Al recordar algunos detalles, ambas personas se van a sentir confiadas en su memoria. Tenga cuidado con la forma en que maneja esta conversación o podría convertirse rápidamente en una pelea.

Si se siente seguro con su memoria, intente algo diferente como «la forma en que lo recuerdo es…» y acérquelo desde una perspectiva neutral. Decir algo como “lo recuerdas mal” puede parecer un ataque y terminarás poniendo a tu esposa a la defensiva.

10. “Depende de ti”

Estás tratando de idear un plan o averiguar dónde comer y tu esposa te pide tu opinión. Luego respondes, «depende de ti». Este puede ser un comentario frustrante para escuchar y hacer que su esposa se sienta sola o mandona.

Converse con ella para encontrar una solución que funcione para ambos.

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Artículo escrito por Brittany Rust en Crosswalk. Foto de Joel Overbeck en Unsplash