LA HERENCIA
LA HERENCIA
Síntesis del mensaje compartido por Oscar
Cicero el 13/11/2016
IGLESIA CRISTIANA EVANGELICA “SIGUEME”
España 155 – Godoy Cruz – Mendoza –
Argentina
¿Es posible renacer? ¿Es posible nacer de
nuevo?
La respuesta bíblica es: SÍ.
Es posible nacer de nuevo para una esperanza
nueva, en Cristo Jesús.
Hagamos una retrospectiva. Una noche viene a
Jesús, Nicodemo, principal entre los judíos, y le formula esta
pregunta.
Había
un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal
entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí,
sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede
hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
Respondió Jesús y le dijo: De
cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede
un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez
en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De
cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del
Espíritu,
no puede entrar en el reino de Dios.
Lo que es
nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,
espíritu es. No
te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
(Juan
3:1-7 RV60)
En lo que a mí respecta, he pasado por la
puerta de la Iglesia muchas veces. Pero lo hice sin esperanza, sin
interés y completamente alejado de Dios y de la Iglesia. ¿Cómo es
posible, entonces, que hoy yo esté aquí diciéndote estas cosas?
¿Cómo es posible que vos estés aquí sentado escuchándolas?
Bendito
el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para
una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los
muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e
inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois
guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la
salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo
postrero.
(1
Pedro 1:3-5 RV60)
Un milagro de Dios que nos hizo RENACER para
una esperanza viva, pero también para ser HEREDEROS de una Herencia
INCORRUPTIBLE, INCONTAMINADA e INMARCESIBLE.
Pero… ¿qué es RENACER?
¿Es emprender un nuevo camino? No, eso es
Recomenzar, no Renacer.
Renacer es NACER DE VUELTA, en Cristo,
reconociéndole como Salvador.
¿Cómo se ejecuta esto?
POR LA MISERICORDIA DE DIOS
¿Qué es la misericordia de Dios? Es de las
entrañas mismas del CORAZON de Dios movido hacia la MISERIA humana,
esto aún cuando le dimos la espalda a Dios.
Y
cuando Jehová les levantaba
jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano de los
enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a
misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y
afligían.
(Jueces
2:18 RV60)
Con la muerte de Josué (último capítulo del
libro de Josué), comienza el reparto de la tierra prometida entre
las tribus de Israel. La consigna era expulsar al extranjero, sin
embargo el pueblo de Dios desobedeció esta orden. En lugar de
expulsar al extranjero, lo hizo tributario. Con la muerte de Josué
moría una generación que había conocido al Señor. Pero los que
venían ahora no lo conocían y es que no se les había hablado
acerca del Señor. No obstante, Dios se apartaba de ellos, pero
movido en su misericordia se volvía hacia ellos y los perdonaba
cuando el pueblo se arrepentía y se volvía hacia Él.
Pasó así todo el tiempo con el pueblo de
Israel, pasa hoy con nosotros también. Hoy muestra su misericordia
con nosotros también.
¿Cómo
podré abandonarte, oh Efraín? ¿Te entregaré yo, Israel?
¿Cómo podré yo hacerte como Adma, o ponerte como a Zeboim? Mi
corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión.
(Oseas
11:8 RV60)
En la historia de Oseas vemos una vez uno de
tantos ejemplos del corazón de Dios movido a misericordia aún
cuando el pueblo, su pueblo se alejaba más de Él una y otra vez.
Como seres humanos nuestro primer pensamiento
no es justamente de misericordia. Entonces… ¡Qué privilegio
tenemos!
Pero
ahora en Cristo Jesús, vosotros
que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por
la sangre de Cristo.
(Efesios
2:13 RV60)
Muchos han nacido en casa de creyentes, por lo
tanto, creer, tener una Biblia en casa, congregarse en una iglesia
parecen ser cosas naturales. ¡NO SON NATURALES!
Nacer en una familia cristiana no ha sido mi
caso, por eso puedo ver la diferencia. Antes no era parte del pueblo
de Dios. Hoy lo soy. Esa es la misericordia de Dios.
Hemos RENACIDO en la familia de Dios, por lo
tanto nos corresponde una HERENCIA que el Padre nos deja.
RENACIDOS PARA UNA HERENCIA
Volvemos a citar los versículos de los
primeros párrafos del presente mensaje:
Bendito
el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para
una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los
muertos, para una herencia
incorruptible, incontaminada e inmarcesible,
reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el
poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está
preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
(1
Pedro 1:3-5 RV60)
QUÉ CLASE DE HERENCIA:
INCORRUPTIBLE. Es una herencia guardada
en los cielos esperándonos.
¿Saben? Mi padre tiene una bicicleta. No es
una bicicleta común, es una bicicleta que vale mucho dinero y por la
cual mi padre ha trabajado duro para poder tenerla. Cuesta lo mismo
que un auto. El me ha dicho que a su muerte quiere dejarme esa
bicicleta que para él es un objeto de mucho valor. Ahora, bien. ¿Qué
haría yo con esa bicicleta? Podría salir a pasear con ella, pero
con el paso del tiempo se puede deteriorar, e incluso me la podrían
robar y yo quedarme sin mi herencia.
La HERENCIA DE DIOS, en cambio, es tuya, nadie
te la puede robar, ni se puede deteriorar con el paso del tiempo. Es
eterna. Es INCORRUPTIBLE.
INCONTAMINADA. De esta tierra no nos
podremos llevar absolutamente nada. Cualquier cosa que podamos
heredar de este mundo se ensucia, se contamina con el paso del
tiempo. Y esto, si alguien más no pone las manos en ella. La
diferencia con la herencia celestial es que de aquí nada nos
llevamos, la herencia celestial NOS ESTA ESPERANDO en los cielos
junto al Padre guardada de la suciedad y la contaminación de lo
terrenal . La herencia terrenal te la puede quitar cualquiera, se
contamina con el pecado, la celestial no. La herencia celestial es
SIN CONTAMINACION.
INMARCESIBLE. Es decir, que no se puede
marchitar. No se desvanece ni se marchita.
con
gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la
herencia de los santos en luz;
(Colosenses
1:12 RV60)
Todos estamos calificados para recibir la IRA
DIVINA. Sólo calificamos para recibir la herencia celestial, no por
mérito propio, sino por los méritos de la obra consumada de Nuestro
Señor Jesucristo.
TODO lo que tenés hoy, bienes, dones,
capacidades, salud, familia, iglesia… lo tenés porque Dios te lo
dio y porque Dios nos hizo aptos para ello.
Somos el vaso en las manos del alfarero
(Jeremías 18:6). ¿Saben? El alfarero tiene al principio unas 200
clases de arcilla. Después de una preselección sólo quedan una
pocas y finalmente SOLO UNA de estas, es la que elije para
convertirse en el vaso moldeado en la rueda entre sus manos.
Esta herencia tiene seguridad en las manos de
Jesús. El es el alfarero, nosotros esa arcilla que Dios eligió para
convertirla en un vaso, en algo útil. ¿Saben? No importa si la casa
en donde vivo es mía, es prestada o la alquilo. Absolutamente TODO
lo de esta tierra es PRESTADO.
En
la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así
no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar
para vosotros.
(Juan
14:2 RV60)
Con nuestra herencia celestial nos espera una
casa celestial y eterna.
Para ministrar, todo proviene de Dios que nos
hizo aptos.
Porque
habéis muerto, y vuestra vida
está escondida con Cristo en Dios.
(Colosenses
3:3 RV60)
¿Saben? Yo tengo un Seguro de Vida. Pero si yo
desaparezco tengo la seguridad de que Dios se va a hacer cargo de mi
familia. La herencia celestial está segura, porque viene de Dios.
Tenemos esa GARANTÍA mediante la FE que Él mismo nos infunde.
Es esa clase de fe del que no viene a la
Iglesia a RAZONAR con Dios, sino una fe que viene a ADORAR porque
cree.
Pero
el que se une al Señor, un
espíritu es con él.
(1
Corintios 6:17 RV60)
Y es que NO PODRÍAMOS DECIRLE “SEÑOR” SI
NO TENEMOS EL ESPÍRITU DE DIOS.
Pero
el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu
de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender,
porque se han de discernir espiritualmente.
(1
Corintios 2:14 RV60)
Días atrás me encontré con unos ex
compañeros de la escuela y amigotes de salidas y borracheras de la
vieja vida pasada. Hacía 27 años que no nos veíamos. Uno de ellos,
tiene cáncer. A otro le falta un ojo. Otro de ellos está a la
deriva sin saber qué hacer con su vida. Yo soy del Señor. No podían
creer que yo hoy fuera creyente. Para ellos, estoy completamente loco
(I Corintios 1:18). ¡Vas a caer! me dijeron. ¡Nos volveremos a ver
dentro de otros 27 años a ver qué pasa! Poco me importa que se
enojen conmigo por ser del Señor.
¿Te acordás de cuando renaciste? El lugar,
las lágrimas, la oración…
por
lo cual puede también salvar
perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre
para interceder por ellos.
(Hebreos
7:25 RV60)
Hoy Dios nos hizo aptos para interceder por
nuestros hermanos en este mundo. ¿Quién intercede por mí delante
de Dios el Padre? JESUS.
No conocíamos la Obra de la Cruz. Hoy
somos gracias a esta herencia celestial, EXTRANJEROS y PEREGRINOS en
este mundo. ¿Cómo te das cuenta en la calle que una persona es
extranjera? Por su forma de vestir y de hablar principalmente.
Que así sea nuestro andar y hablar como
extranjeros y peregrinos en este mundo, como herederos de una
herencia que no se desvanece, no se marchita. La herencia de Dios es
INMARCESIBLE.
Dios te bendiga!
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