No todos los caminos conducen a Dios

Por: Fernando Alfredo Campeotto

Escrito originalmente para “Palabras Transformadoras”

Se publica con permiso.

“Hay cambios que no dependen de vos, pero otros sólo se producirán por tu decisión”.

Hay prácticas espirituales que parecen inofensivas pero que terminan en destrucción. No nos involucremos, no cambiemos la verdad de Dios por la mentira del mundo.

El ocultismo es la respuesta falsa que el ser humano le da a lo que no puede entender, a lo misterioso y lo oculto; éstas prácticas como la hechicería, el curanderismo, la comunicación con los muertos, el espiritismo, son solo “falsas esperanzas”... A todo esto, se le suma la moda actual… la parapsicología, la pseudomedicina, reiki, y cuántas otras tantas que pretenden ser un camino para resolver los problemas del ser humano, pero solo son un engaño que lo llevan a la destrucción no solo de la persona sino de todo su entorno de familia.

Creo que el resumen a todo esto es: “Debemos Amar al Creador y no a la creatura o la creación”

La Palabra de Dios es tan clara en este sentido advirtiéndonos en los dos primeros mandamientos…:

“Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de la tierra de Egipto, donde vivías como esclavo. No tendrás dioses ajenos delante de mí.”

“No te harás imagen, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás ante ellas, ni las honrarás, porque yo soy el Señor tu Dios, fuerte y celoso. Yo visito en los hijos la maldad de los padres que me aborrecen, hasta la tercera y cuarta generación, pero trato con misericordia infinita a los que me aman y cumplen mis mandamientos.” (Deuteronomio 5:6-10)

En el primer mandamiento, Dios nos recuerda que Él es más que una fuerza poderosa e impersonal, es un Padre que desea relacionarse con nosotros por medio del Amor y no de una ley… El segundo mandamiento nos dice que no debemos adorar a la “naturaleza”, porque si bien somos parte de ella, fuimos creados con una dignidad superior… a Su Imagen y Semejanza y Él nos puso en esta tierra para administrarla y gobernarla y NO para venerarla.

Muchas personas practicantes del ocultismo invocan el nombre de Jesús para confundir a sus seguidores y captar personas en necesidad, mayormente ingenuas y con un alto grado de ignorancia espiritual, pero Jesús fue muy claro en esto y dijo: “No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. (Mateo 7:21)

La obediencia no es una palabra muy popular hoy en día, somos capaces de vivir con una serie de sacrificios pero en general, a las personas no les gusta que alguien les diga lo que tienen que hacer…, son poco enseñables. Cuando hablamos de la obediencia a Dios, la condición de nuestro espíritu es muy importante. ¿Cómo de fácilmente enseñable somos? Desafortunadamente, muchas veces, cuánto más mayor somos, cuánto más hemos vivido en la vida o más conocido somos, más resistencia hay a recibir La Verdad de Dios, por este motivo, las personas en problemas deciden tomar “atajos espirituales”, caminos cortos para resolver sus problemas, no quieren realizar ni cambios y mucho menos un esfuerzo personal…, que sea otro el que haga el trabajo por mí, que alguien me dé una solución “mágica ya” y esto Dios lo sabe, y nos dice: “Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y honraron y dieron culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.” (Romanos 1:25)

El avance del ocultismo en las diferentes culturas del mundo, es el resultado de la ausencia de la Luz que trae la Palabra de Dios. Debemos comprender que la confrontación espiritual no es una opción que la puedo tomar o dejar… estamos en pleno campo de batalla y tengo que definir a favor de quién voy a pelear. El ocultismo, la brujería, los “mano santas”, son una respuesta falsa a las necesidades reales. La luz vence y despeja las tinieblas. Liberemos nuestra vida y familia de las ataduras destructivas del ocultismo y busquemos la solución y las respuestas a nuestras necesidades en Dios… Él es El Camino, La Verdad y La Vida.

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