Rompepatitos
Rompepatitos Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com Días atrás, el pastor principal de la iglesia en la que me congrego, recordaba en su mensaje desde el púlpito una anécdota de su infancia. Aún siendo muy pequeño se le antojó tomar un patito de yeso que el vecino de enfrente tenía en su jardín. Torpeza de niñito chico, el patito resbaló de entre sus manos y se rompió estrellándose en el suelo. Tal fue el temor que le causó el fallido episodio, que no tuvo mejor idea que ir a esconderse en un sitio de su casa. Tan bueno resultó ser el escondite que permaneció allí por varias horas. Salió de su guarida cuando escuchó a su madre llorar desconsoladamente y supo que las lágrimas de mamá eran por la desaparición de su pequeño hijito. Hoy es un hombre de unos sesenta años. Sin embargo, y a pesar de haber transcurrido poco más de medio siglo de aquél evento ¡aún recuerda la paliza que recibió ese día! El severo castigo no había sido por la rotura del patito...