En sintonía
En sintonía
Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com
He
aquí
yo
haré
volver
la
sombra
por
los
grados
que
ha
descendido
con
el
sol,
en
el
reloj
de
Acaz,
diez
grados
atrás.
Y
volvió
el
sol
diez
grados
atrás,
por
los
cuales
había
ya
descendido.
(Isaías
38:8 RV60)
Mucho es lo que se ha discutido sobre
este impresionante hecho. Unas cuantas son las conclusiones e
interpretaciones teológicas que bien pueden hacerse. Lo cierto es
que en ciertas oportunidades, como sello de su pacto, Dios ha
efectuado grandes cosas que han quedado para la posteridad de los
tiempos y de las generaciones. El Arco Iris desde la epopeya de Noé
es una, el atraso del tiempo cuando responde al clamor de Ezequías
es otra de ellas. De cálculos serios efectuados por la NASA sobre el
tiempo cósmico del planeta surge un déficit temporal, que los
hechos relatados en la Biblia bien podrían explicarlo.
Más allá de todo esto, lo nuestro son
consideraciones sobre lo que ya ha sido escrito. Sin ánimo de añadir
ni quitar nada a la Santa Palabra de Dios, lo que buscamos es una
aplicación devocional que sirva de edificación para nuestras vidas.
“Ni la
grandeza ni la bondad
exime a los hombres
de pagar su tributo
a la enfermedad y
a la muerte. Ezequías,
un potentado en la
tierra y un favorito
del cielo, es herido
por una enfermedad que,
de no haber intervenido
un milagro, le habría
conducido al sepulcro; y
esto, en la flor
de su vida y
de su utilidad para
la nación.”, expresa Mattew Henry.
“Los que están listos
para morir, son los
que mejor dispuestos están
para vivir”, agrega.
Ezequías podría haber enfermado y
muerto sin más, ni más. Ni su clamor, ni su intenso llanto habrían
alcanzado para mover el Trono de Dios, a menos que… Ezequías
hubiera permanecido en el preciso centro de la Voluntad Divina y en
la más absoluta sintonía con la Mega Agenda del Altísimo.
Con frecuencia clamamos y lloramos ante
Dios por cosas que nos pasan. Y eso está muy bien. Pero muchas veces
nuestro clamor proviene de situaciones muy enteramente nuestras, muy
propias de nuestro pequeño mundito, sin tener en cuenta de que la
Agenda de Dios es mucho más grande. De que Dios tiene propósitos y
Mega-Propósitos. De que somos INSTRUMENTOS no instrumentistas dentro
de esta Colosal Obra, y de que no somos nosotros los que damos las
órdenes ni las indicaciones.
Muchas veces Dios interviene en
nuestras vidas en una forma notoria, a través de milagros dantescos
que son hechos justamente para que no puedan ser callados ni pasar
desapercibidos. Es porque tiene propósitos que no sólo nos
involucran a nosotros, sino también a los que están cerca nuestro,
a los que no lo están tanto, al pueblo donde residimos y aún a las
Autoridades de nuestra Nación. Esto sin olvidar ni menospreciar los
sin-número de “pequeños” milagros que a cada momento se
producen en nuestras vidas y alrededor nuestro, muchas veces sin que
tan siquiera nos podamos percatar de ellos.
Dios todavía tenía planes para
Ezequías y su pueblo. Ezequías no clamaba por sí mismo, ni en
favor de su reino, ni por sus bienes, ni por su familia. Ezequías
clamaba en perfecta sintonía con los MEGAPROPOSITOS de Dios y
conforme a SU GRAN AGENDA.
Y es que cuanto más cerca estamos de
Dios, es cuanto mayormente resultamos bendecidos y permanecemos en el
preciso centro de Su Voluntad haciendo SU TRABAJO, involucrados y en
perfecta sintonía con SU GRAN AGENDA, que esa debería ser nuestra
meta de todos los días.
No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea
la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
(Romanos
12:2 RV60)
Pero sin
fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se
acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le
buscan.
(Hebreos
11:6 RV60)
Aviso legal: la imagen que ilustra el presente artículo es original de www.devocionaldiario.com
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