Conversaciones sobre un muerto llamado YO

Alex López
La Catapulta
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¿Qué ocurre en los funerales? Además de acompañar y de darles el pésame a los parientes del fallecido, se dan una serie de conversaciones sobre quien ha muerto. Las conversaciones comienzan con “Te acordás cuando…”, “Hace muchos años estábamos con él…”, “Un día me llamó y me dio el siguiente consejo…”. Es increíble, aunque la persona ha muerto, sigue más viva que nunca en las mentes de los presentes. Aún años después, el muerto seguirá viviendo a través de sus historias, de sus consejos y de la forma en que trató a las personas.

Ahora pregúntese ¿Qué dirán los demás el día de su funeral? Nunca vamos a un funeral creyendo que los siguientes seremos nosotros. Más aún, las bendiciones que Dios nos da pueden impedir que reflexionemos sobre la brevedad de la vida, tal y como dijo Salomón en Eclesiastés 5:19 y 20 “Además, a quien Dios le concede abundancia y riquezas, también le concede comer de ellas, y tomar su parte y disfrutar de sus afanes, pues esto es don de Dios. Y como Dios le llena de alegría el corazón, muy poco reflexiona el hombre en cuanto a su vida”. Reflexione sobre su vida, recuérdese todos los días que es breve y que debe dar lo mejor de sí.

¿Qué tal si realiza el ejercicio que unos amigos y yo hicimos luego de leer el capítulo de un libro sobre la misión personal? El ejercicio consiste en tomar una hoja de papel y escribir lo que queremos que nuestra pareja, papás, hijos, amigos y compañeros de trabajo digan de nosotros. Luego pregúntese ¿vivo de tal manera que si muero hoy ellos dirían esas palabras sobre mí? Luego decida qué cosas cambiará hoy en su trato con los demás, para que sea alguien digno de recordar. Porque –créame- un día estaremos hablando en su funeral. Y si el funeral es el mío, espero que sea después del suyo. Por supuesto, es en broma. Que Dios nos dé una buena y larga vida para disfrutarla y bendecir a otros.

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