Busque la belleza en su entorno

Alex López
La Catapulta
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La foto de esta publicación, la tomé en octubre del año pasado en un pequeño parque en Nueva Jersey, Estados Unidos. No la tomé por las flores, la tomé por el fotógrafo que estaba apreciando y tomándoles fotos a las flores.

¿Cuántas personas no habrán pasado por ese mismo parque perdidos en sus problemas o en sus pensamientos y planes del mañana? Pero ese fotógrafo, encontró belleza en su entorno.

La película Volver al Futuro, con el famoso actor Michael J. Fox, es una película clásica que vi a mis nueve años de edad y que vimos también con mis hijos. Tiene una trama excelente.

Marty McFly, el actor principal, viaja por accidente al pasado en un carro que el Dr. Emmett Brown ha creado para ese propósito. Y, debe buscar al doctor en ese entonces más joven, para salvar su vida y la de sus hermanos, pues si su mamá no se casa con su papá, desparecerán.

¿Qué haría si regresara en el tiempo por un mes a su infancia, a su vecindario, a su colegio, a su universidad o a cualquier tiempo pasado de su vida?

Cuánto desperdiciamos la vida sin buscar y disfrutar la belleza de nuestro entorno. Nos perdemos de tanto. Y, es que solemos perdernos. Nos perdemos en nuestros pensamientos dentro nosotros. Creemos las mentiras de nuestra mente y no las palabras y la verdad de Dios.

Nos perdemos también en el mañana. Planificar el mañana es parte de ser un buen administrador de la vida y la familia que Dios nos ha confiado. Pero si sólo vivimos para el mañana, no disfrutamos el hoy. Y, la vida plena, sólo se puede vivir ahora. El futuro y planearlo tan importante que es, pero vivir sólo para el futuro, es morir al ahora.

Nos perdemos en el ayer. Recordando nuestros pecados, errores y los sufrimientos que otros nos causaron. Y, quien vive en el ayer, pierde energía en hechos que no se pueden cambiar. Sólo aceptar, perdona y sanar. Dios es el compasivo y misericordioso Salvador en Jesús. El Padre perfecto que necesitamos para ver el mañana.

El hoy es el verdadero regalo. Hoy, busque la belleza en su entorno. Si yo regresara al colegio, disfrutaría más de mis amigos, más del deporte, más de las actividades, más de todo. Pensaría menos en mí y en mis limitaciones y más en los demás y la vida. Porque cuánto lindo dejamos al salir del colegio cuando pudimos haberlo disfrutado más. No salga de este mundo, lamentándose no haber disfrutado a plenitud, el regalo de vida que Dios le ha dado.

Por eso, el sábado pasado, nos reunimos con once amigos que nos graduamos del colegio en 1993. Y, alrededor de la mesa, mientras visitábamos a un amigo que está padeciendo una enfermedad, recordé, reí, abrí el corazón, recibí amor y nos edificamos unos a otros.

Porque buscar la belleza en el entorno, es ser agradecido con Dios y recordar que venga lo que venga y pase lo que pase, nuestra fe permanecerá inamovible en el Todopoderoso.

“Tan solo he hallado lo siguiente: que Dios hizo perfecto al ser humano, pero este se ha buscado demasiadas complicaciones».” La Biblia en Eclesiastés 7:29

“Los levitas Jesúa, Baní, Serebías, Jamín, Acub, Sabetay, Hodías, Maseías, Quelitá, Azarías, Jozabad, Janán y Pelaías le explicaban la Ley al pueblo, que no se movía de su sitio. Ellos leían con claridad el libro de la Ley de Dios y lo interpretaban de modo que se comprendiera su lectura. Al oír las palabras de la Ley, la gente comenzó a llorar. Por eso el gobernador Nehemías, el sacerdote y maestro Esdras y los levitas que enseñaban al pueblo dijeron: «No lloren ni se pongan tristes, porque este día ha sido consagrado al Señor su Dios». Luego Nehemías añadió: «Ya pueden irse. Coman bien, tomen bebidas dulces y compartan su comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, pues el gozo del Señor es su fortaleza». También los levitas tranquilizaban a todo el pueblo. Les decían: «¡Tranquilos! ¡No estén tristes, que este es un día santo!». Así que todo el pueblo se fue a comer, beber, compartir su comida y a celebrar con gran alegría; porque habían comprendido lo que se les había enseñado.” La Biblia en Nehemías 8:7-12

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