El Día de Hoy… Practicaré Relación…No Religión

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 “Señor, ninguno hay como tú entre los dioses ni obras que igualen tus obras”. Salmo 86:8

Nunca nos pudimos imaginar que los humanos finitos pudieran alguna vez llegar a Conocer a Dios por quién Él es en realidad. Cómo podríamos de alguna manera llegar a conocer a Dios y por qué Él querría revelarse a nosotros son grandes misterios, pero podemos conocerlo porque Él lo permite.

Antes de que veamos cómo, primero queremos enfocar nuestra atención en la naturaleza única de Dios.

Ninguno de los dioses son el verdadero Dios; el Señor no tiene varios seudónimos en los diferentes países del mundo. Nuestro Dios tiene características y cualidades que lo distinguen de los demás dioses.

Ningún dios es como nuestro Dios.

Salmo 86:8. ¿Qué dice este versículo acerca del Dios verdadero, cuyo nombre es El Señor?

¿Es posible que confundas tu concepto de Dios con atributos de otros dioses?

¿Puedes pensar en ejemplos específicos?

A medida que camines con el Señor, aprenderás cada vez más a distinguir al Señor y Sus obras de otros dioses y sus actividades.

Hay dos mentiras acerca del Señor que nuestra cultura tiende a adoptar. Algunos lo visualizan como una presencia nebulosa como la de una descarga eléctrica de bajo grado que apenas puede ser percibida cuando las condiciones son favorables o cuando personas particularmente sensibles están presentes.

Otros confunden a Dios con los demás dioses del mundo. Él se vuelve una caricatura compuesta de Tor, Zeus, Visnú y las ideas de todo el mundo acerca de cómo es Él probablemente.

Las ideas que las personas tienen acerca de Dios pueden ser falsas y engañosas así como lo son los ídolos.

No porque algo sea adorado quiere decir que sea el Señor. Podemos conocer a Dios y Él quiere que lo conozcas.

El cristianismo es la única fe que presenta a Dios como un Padre amoroso que desea tener una relación íntima y personal con Sus seguidores. A continuación tenemos algunos ejemplos de la imagen de Dios que tienen otras religiones.

El vengador furioso. Algunas religiones enseñan que Dios es un juez cruel que pasa la mayor parte de Su tiempo castigando a Sus seguidores cuando desobedecen Sus órdenes. No es un dios de amor, sino un dios de violencia y odio.

Dios no quiere que sepamos acerca de Él, sino que realmente lo conozcamos como Moisés lo hizo, “cara a cara, como quien habla con un amigo” .

Por eso, hoy no quiero practicar religión, sino practicar la relación con Dios.

Señor. En este día vengo ante ti porque deseo conocerte más y más a nivel personal. La religión puede ser buena, pero mucho mejor es una relación contigo y ante vengo para amarte como mi Padre. Amén.