IDEOLOGIA DE GENERO

Por: Lic. Diego Brizzio



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Noticia uno: María Carolina González es mujer, pero el otro día fue al registro civil de Mendoza y pidió que le cambiaran el nombre a Gerónimo Carolina González, y que en su sexo le pusieran “indefinido”. Y el registro civil tuvo que hacerlo.[1] Noticia dos: la diputada neuquina Silvia Horne propone eliminar la categoría "sexo" de los DNI y de todo trámite administrativo.[2] Noticia tres: 48 personas de Mendoza esperan operaciones de cambio de sexo.[3] Estas son noticias de los últimos días. Son solamente tres de las que vienen apareciendo en los últimos años a nivel nacional y provincial. ¿Cuáles son las ideas que le dan base o fundamento a todo esto que está pasando? Son las de la llamada…
Ideología de género (IdG)
De ella vamos a hablar hoy aquí. Entiendo que algunas cosas van a ser chocantes, pero les voy a pedir por favor que evitemos las malas actitudes y los malos sentimientos en el corazón. Vamos a pensar con objetividad, con verdad, pero también con misericordia y amor, conforme al Señor.  
La IdG es un conjunto de ideas o enseñanzas que viene cobrando fuerza en Occidente desde la década del 1960. Se trata de ideas o nociones sobre la persona humana, la manera de entender y practicar su sexualidad, y las relaciones entre los sexos.

A. Algunas ideas o enseñanzas

De todo lo que la IdG dice, hay algunas cosas con las que los cristianos estamos de acuerdo, y otras muchas con las que no. En particular, las ideas con las que estamos de acuerdo son las que tienen base científica, y se ajustan al Derecho. Por ejemplo, estamos de acuerdo…
1.    Con que se analice la familia y la sociedad para encontrar las diferencias injustas entre los varones y las mujeres: diferencias en la valorización de cada uno, en el trato a cada uno, en los trabajos y los salarios, en lo social, en lo educativo, en lo sanitario, etc. Los cristianos sabemos que Jesús y los apóstoles trataron a la mujer de una manera muchísimo mejor que las sociedades de su tiempo, dando así inicio a la equiparación justa de sus derechos. Cuando la frase “perspectiva de género” se refiere específicamente a ese análisis familiar y social, y cuando la frase “equidad de género” y “feminismo” se refieren a resolver las injusticias halladas entre varones y mujeres, sí estamos de acuerdo. Pero hay que asegurarse que se refieran específica y solamente a eso.
2.    Con que se les respeten los derechos humanos fundamentales, propios de cada persona, a la comunidad LGBTI…, que no se les discrimine en lo laboral, social, educativo, sanitario, etc. Es verdad que Jesús y los apóstoles se oponen a una manera de pensar y de practicar la sexualidad contraria a la heterosexual matrimonial, pero de ninguna manera niegan la dignidad humana y el respeto que se les debe en las relaciones personales y civiles a las personas que las sostienen. Así que, nosotros queremos que se respeten sus derechos fundamentales.
3.    Con que se brinde educación sexual en las escuelas, siempre que no incluya contenidos meramente ideológicos y anticientíficos.
Así que, con estas cosas así definidas o entendidas por nosotros, estamos de acuerdo. Pero hay muchas otras ideas de la IdG con las que no lo estamos. Son las ideas y las enseñanzas que no tienen base en la ciencia, sino en deseos y especulaciones de sus exponentes, intelectuales y activistas más extremistas y radicales (que son la mayoría). Muchas de estas ideas y enseñanzas por lo general no se dicen en los medios de comunicación ni en los debates populares, se esconden intencionalmente, pero explícitamente figuran en muchos escritos y manifiestos “de género”, y claramente persiguen la subversión y transformación de la persona humana, del matrimonio heterosexual, de la familia biparental y, por tanto, de la sociedad en general. Así que, no estamos de acuerdo con:
1.    Que el modo en que entendemos y vivimos la sexualidad está determinado exclusivamente por la cultura y la sociedad…, y no por la naturaleza o la biología (el sexo biológico). Aunque nacemos con unos genitales específicos, estos son como neutros. Nuestra sexualidad viene como “en blanco”. Todo el pensamiento, la inclinación, la conducta, el rol, la expectativa, y hasta los sentimientos que llegamos a tener respecto de la sexualidad, no son de ninguna manera generados por algún impulso “fijo” o “natural” que venga en nuestros genes, sino únicamente por convenciones culturales.[4] Que la mujer se “realice” con la maternidad, que su bebé necesite estar cerca de ella un buen tiempo, que deba ser protegida, que le guste ser conquistada… Que el varón sea el productor, el protector, el conquistador…  Que ambos sexos se busquen o atraigan, que se enamoren, que sientan necesidad de reproducirse… Que los homosexuales sean los desviados o los anormales… Todo eso que se dice no tiene nada que ver —nada— con la naturaleza, la biología o la anatomía, sino con lo impuesto o construido a lo largo de la historia por la sociedad.
2.    Que la sociedad que impuso el modo de entender y practicar la sexualidad es la “sociedad-patriarcal-heterosexual”, durante toda la historia. En tal sociedad, hay una “clase opresora”, compuesta por los varones-machos-padres y todos los heterosexuales homofóbicos; y hay una “clase oprimida”, compuesta por las mujeres, las personas no heterosexuales y otras minorías. Obviamente, la clase oprimida debe rebelarse contra la clase opresora.[5] 
3.    Que para entender y vivir su sexualidad, la persona debe regirse por lo que siente, quiere o percibe de sí misma, subjetivamente, y no por su biología, constitución natural o genitales con que nació, ni tampoco por convenciones culturales opresivas. Siempre, a la hora de pensar de sí misma y experimentar en lo sexual, debería desligarse de sus características físicas, para seguir más bien su imaginación, deseo u ocurrencia, ¡construirse como le plazca!
4.    Que la persona puede comprender y vivir su sexualidad de modo muy diverso. En palabras actuales, su “orientación sexual” puede tomar muchas formas. Puede ser: agénero, transgénero, asexual, heterosexual, homosexual, bisexual, demisexual, lithsexual, sapiosexual, skoliosexual, pansexual, polisexual, pornosexual, autosexual, antrosexual, etc.[6] Aparte, la persona puede cambiar el modo de comprender y vivir su sexualidad cuando lo desee, cuantas veces lo desee.
5.    Que esa libertad total que la persona tiene para entender y vivir su sexualidad no es mala, sino buena. Es un derecho, y debe dársele desde que nace, y hasta que muere.
6.    Que políticamente se persiga el objetivo de llegar a una sociedad en la que, mediante la liberación absoluta, ya no exista límite de ningún tipo para el género y la vivencia sexual, sino solamente diversidad, diversidad y matices infinitos.[7]
7.    Que en el caso de que llegue a correr peligro la tasa de natalidad en esa sociedad sexualmente liberada, se usen técnicas controladas o artificiales.[8]

B. Métodos de la IdG para implantar sus enseñanzas en las sociedades

1.    Manipulan el lenguaje. Por ejemplo: en lugar de “desviación o perversión sexual”, dicen “diversidad sexual”; en lugar de decir que el sexo fue “observado” al nacer, fue “asignado” al nacer (como si le hubiera sido impuesto, y no naturalmente observado); en lugar de “amputación de genitales y hormonización artificial continua”, dicen “cambio de sexo” (cuando en realidad jamás podrá cambiar su sexo cromosómico, ni tampoco otras características); en lugar de decir “los que piensan diferente de nosotros”, dicen “los homófobos” (cuando en la psiquiatría no existe ninguna fobia de ese tipo); en lugar de decir  “asesinar a un bebé en el vientre de su madre”, dicen “interrumpir el embarazo” (cuando un embarazo no puede interrumpirse); en lugar de decir “no hacerse responsable del propio hijo”, dicen “derecho sobre su propio cuerpo” (cuando en realidad se trata de un cuerpo diferente); en lugar de decir “políticas o programas para acabar libremente con miles de vidas”, dicen “programa de salud reproductiva” (cuando no promueven la salud ni de la madre ni del bebé ni la reproducción); cuando hablan de sí mismos se llaman “progresistas de mente abierta”, cuando hablan de los opositores los llaman “conservadores retrógrados de mente cerrada” (cuando en realidad son ellos los que quieren regresar a modelos sociales pervertidos en lo sexual y en cuanto el derecho a a la vida, como lo fue Grecia, Roma, Sodoma, etc.).
2.    Dominan los medios de comunicación. Más del 80% de los medios de comunicación occidental están en manos de unos pocos, y ninguno de ellos está en contra de la IdG. Por tanto, les empresas de música, de cine, de televisión, de recreación… todas ellas promueven la IdG. Por esto es que ninguno de los programas centrales de la televisión permiten participar a algún buen oponente de la IdG. Invitan solamente a los que saben que podrán ridiculizar o callar la boca.
3.    Hacen manifestaciones públicas. Grandes movilizaciones como marchas o protestas, como la “marcha de orgullo gay”; aunque en la mayoría de los casos aprovechan alguna buena causa que circule en el momento, para sumarse a ella, como “Ni una menos”.
4.    Hacen lobby, presionan, en las instituciones internacionales, y en las instituciones gubernamentales de las naciones. Se acercan y tratan de conquistar o comprar a los grandes bloques influyentes del mundo y de los países: Naciones Unidas, legisladores, jueces, ministros, etc. Los compran con un razonamiento engañoso sobre los derechos, y con el dinero de las grandes corporaciones interesadas en los cambios impulsados, corporaciones que lucran con el aborto, con las cirugías estéticas, con los anticonceptivos, etc. ¡Mueven millones! Su intención es que se legisle a favor de la IdG, y en contra de los opositores. Por ejemplo: que autopercibirse de otro sexo no sea tomado como patología; que cualquier persona, desde la niñez o adolescencia, tenga la libertad para aparentar o buscar otro sexo;[9] que sea delito tratar de disuadir a alguien de un cambio de sexo, u orientar hacia la heterosexualidad (¡incluso cuando la misma persona haya pedido consejo o terapia!); que el Estado financie con fondos públicos las cirugías y los tratamientos médicos para los cambios de sexo y cosas relacionadas; que sea delito negarse a celebrar matrimonios homosexuales, negarse a practicar abortos, negarse a enseñar la IdG en las escuelas, enseñar otra cosa; que no figure el sexo en el DNI; etc.
5.    Diseñan programas educativos. Los programas educativos de varios países occidentales, y de cientos de universidades, ya han sido diseñados desde la IdG. Desde el jardín de infantes, a los menores debe enseñárseles que sus genitales en realidad no dicen mucho sobre su sexualidad; que nadie debe “imponerles” nada sobre su orientación; que hay una gran diversidad en cuanto a las prácticas sexuales; que todas ellas son normales y buenas;[10] que cada uno puede y hasta debe elegir con toda libertad a la edad que quiera, y cuantas veces quiera; etc. Entender y hacer otra cosa es cultivar el odio, la violencia, la discriminación, y toda clase de cosas parecidas. Aquí en Argentina, la Educación Sexual Integral, que tiene materiales para todas las edades,[11] está diseñada desde esa perspectiva. Hasta el día de hoy, las escuelas religiosas argentinas están exceptuadas de enseñar esto, pero ya hay un proyecto de ley para obligarlas a enseñarlo.
6.    Infiltran el cristianismo. Los defensores de la IdG también han infiltrado el cristianismo. Hay Biblias comentadas desde esta ideología, que dicen que la Biblia en realidad no condena las prácticas homosexuales. Aparte, hay teólogos y escritores que blasfemamente dicen que Jesús estaba de acuerdo con las prácticas homosexuales, y que incluso él mismo era homosexual (refiriéndose al “discípulo amado” que se recostaba en su costado). Aparte, hay pastores y denominaciones que aceptan como miembros a personas que practican la homosexualidad, y también casan a parejas homosexuales.

C. Algunas posiciones nuestras

1.       A la luz de Romanos 1.18-32, sostenemos que, espiritualmente, todo este gran esfuerzo por subvertir, desviar, o diversificar la comprensión y la práctica sexual, es consecuencia de no aceptar a Dios, ni sus positivas enseñanzas morales. Es consecuencia de haber reemplazado a Dios con otras cosas, o con uno mismo. El pasaje dice claramente que, cuando las personas o las sociedades hacen eso, llegan incluso a practicar cosas antinaturales, es decir, que van en contra del diseño original de Dios, claramente racional, identificable y funcional. Incluso, elaboran sustentos académicos mentirosos con los que se autoengañan. Así, llegan a destruirse a sí mismos.
2.       Debemos amar y ministrar a todas las personas, sean heterosexuales o no. Jesús comía con todos, y Pablo dice que no debemos evitar relacionarnos con las personas que practican esas cosas (1 Co 5.9-10). Nosotros no somos mejores que ellos. Todos necesitamos a Cristo. Cristo es la solución para la regeneración espiritual, moral, sexual, etc.
3.       Siempre que activemos en todas las esferas posibles en contra de esta IdG, los cristianos debemos recordar que debemos usar métodos pacíficos, respetuosos, racionales. No “militamos” como ellos, sino como Cristo: con la palabra, la verdad, la paz y el amor. Si es necesario sufrir caratulizaciones, vergüenza y medidas judiciales por esta causa, debemos sufrirlas. Tal vez por este lado comience la persecución en este tiempo.
4.       Sólo hay dos sexos: varón o mujer. Cada ser humano sólo tiene uno de ellos. Ese único sexo se determina en el momento de la concepción, y permanece identificable hasta mucho después de la muerte, mientras exista algún tejido de esa persona. Se define por los cromosomas sexuales. La mujer tiene dos cromosomas X en cada una de las células de su cuerpo, mientras que el varón tiene un X y un Y.[12]  Esto es lo que determina el sexo de la persona, y lo que desencadenará sus características anatómicas, fisiológicas y hasta psicológicas. En el relato bíblico de la creación, que tiene más de tres mil años, dice: “Varón y mujer los creó” (Gn 1.27).
5.       No es verdad que lo que determina la sexualidad es sólo la formación de los familiares y el ambiente cultural. Esto ciertamente influye mucho en la autopercepción, en las conductas y en la forma de relacionarse, pero no lo es todo. Repetimos: lo biológico es lo primero (lo básico, constitucional o natural), por tanto, es lo que determina la sexualidad de una persona.
6.       Nosotros insistimos en que los familiares deben formar al niño de tal modo que su psicología llegue a coincidir con su biología. Lo más efectivo y profundo en la formación es que, desde que nace, la niña o el niño vean juntos a mamá-mujer y a papá-varón, respetándose, mimándose, y disfrutándose. Aparte, e incluso cuando lo anterior no sea posible, también es esencial que mamá o papá le diga a su hija mujer que su vulva-vagina-ovarios la hacen una niña, una mujer, y que su mamá también es mujer (como su abuela, su tía, su amiga, etc.); y le diga a su hijo varón que su pene y sus testículos lo hacen un niño, un varón, y que su papá también es varón (como su abuelo, su tío, su amigo, etc.). Aparte, también es muy importante hablarles frescamente de que, cuando son más grandes, varón y mujer se atraen mutuamente, y sienten cosas lindas, y se miman; de que las mujeres cuando son grandes pueden ser mamás, y los varones pueden ser papás, etc. En cuanto a la ropa, es bueno hacerlos vestir ropa bastante diferenciada, pues refuerza su identidad. Ahora bien, no es bueno que en la casa haya unas tareas de nenas y otras tareas de nenes: ambos pueden hacer cualquier tarea. En cuanto a los juegos, es bueno no obligarlos a nada, ni prohibirles nada: que jueguen a lo que les guste, y con el juguete que les guste. Que algunas veces la chica juegue a la pelota, a la luchita, a los autitos, etc, no la llevará a sentirse varón, en especial cuando tiene cerca una referente mujer (como la mamá o la abuela), y está siendo formada como ya se dijo más arriba. Que algunas veces el chico juegue a la casita, a la cocinita o con alguna muñeca, no lo llevará a sentirse mujer, en especial cuando tiene cerca a un referente varón (como el papá o el abuelo), y esté siendo formado como se dijo más arriba.
7.       Mientras crece, y cuando vea alguna escena diferente a lo que ve o se enseña en casa (por ejemplo, dos mujeres o dos varones besándose, o una persona transexual), jamás hay que enseñarle al niños a despreciar, maltratar, o faltar el respeto. Hay que insistir en que las personas deben mimarse así solamente con alguien del sexo opuesto, y que hacerlo de algún otro modo no es bueno para uno mismo.
8.       Enseñarle a un menor que su sexo biológico no importa a la hora de entender y vivir la sexualidad, y que pueden elegir entre una gran variedad de opciones, y cambiar cuantas veces quieran, y que eso es normal y bueno, NO ES BUENO; ES DAÑINO. La psicología sexual empieza a definirse desde la tierna infancia, y termina de hacerlo al final de la adolescencia. Siempre debe seguir en dirección del sexo biológico. Si la enseñanza de la IdG influye en los niños y los adolescentes, puede crearles una divergencia o discordancia entre su sexo biológico y su identidad psicológica, confundirlos y desorientarlos. De hecho, eso es lo que hace.[13] Entre muchos otros profesionales referentes, el Colegio de Pediatría de Estados Unidos dice que hacer esto es muy dañino para los niños y los adolescentes. Y lo que termina de empeorar todo es la cirugía o el tratamiento hormonal de alguien, contrariando el natural: suprimir las hormonas del sexo biológico, e inyectar las hormonas del otro.[14]
9.       Debemos seguir oponiéndonos a que el contenido de la IdG (los malos contenidos de la ESI) se les enseñe a los niños y adolescentes en las instituciones educativas. Si somos padres, podemos firmar y presentar una nota elaborada para tal propósito, y evitar que nuestros hijos lo reciban. (tenemos un modelo de esa nota; puede solicitarnos una copia). Si somos docentes, también podemos oponernos a enseñarlo, presentando una nota explicativa (también tenemos un modelo de nota). Si somos ciudadanos en general, podemos manifestarnos públicamente, activar políticamente en pro de esto, etc.
10.   Nos oponemos a las legislaciones mencionadas más arriba, en el punto B.4. (y a otras), y sostenemos que, en caso de seguir en esa dirección, va a llegar el punto en que se nos va a tratar de delincuentes por hablar conforme a la ciencia, defender la vida, y negarnos a hablar conforme a la IdG. Si decimos que Flor de la V es un varón, estaremos delinquiendo, y cultivando el odio y la violencia. Si tratamos de asistir a alguien que nos pide ayuda para reorientar su sexualidad, vamos a pagar una multa. Si una maestra se niega a enseñar IdG, va a ser echada del trabajo. Si un pastor no quiere casar a una pareja homosexual, va a cometer delito. Si un médico no quiere practicar un aborto, también. Esto es antidemocrático, opresivo y totalitario; y mucho más, si consideramos que algunas de esas legislaciones responden a intereses del apenas 1 o 2% de la población.
11.   Sostenemos que las ideas, enseñanzas y leyes de la IdG, llevadas hasta sus últimas consecuencias, conducen a instancias irracionales, críticas, peligrosas y destructivas, tanto psicológica, como familiar y socialmente. Así como hoy podemos cambiarnos el sexo en el DNI, y figurar con otro, o ser “indefinidos”, sólo porque nos autopercibimos así, el día de mañana también podemos llegar a cambiarnos la edad, la familia, la etnia o la especie… ¡sólo porque nos autopercibimos así! ¿Qué argumentos racionales habrá para negar esos cambios, si ya se aceptan los “cambios” sexuales? Y lo que es peor, ¿qué Estado podría mantener un sistema de Derecho estable con esas condiciones tan indefinidas y arbitrarias? Aparte, si hoy se permiten casamientos entre personas del mismo sexo, ya llega el día en que alguien querrá que haya casamientos entre varios de cualquier sexo, o relaciones entre mayores y menores, o relaciones entre personas y animales, o relaciones entre familiares directos, ¡o quién sabe qué! Todo esto, obviamente, está conduciendo al debilitamiento o la destrucción del matrimonio heterosexual, la familia biparental y la mantención equilibrada de la tasa de natalidad, bases de las sociedades firmes.  
12.   Algunos niños o adolescentes, en particular algunos criados en hogares muy disfuncionales, suelen sentir disgusto con su sexo biológico. En esta etapa de su vida no es muy extraño que alguno de ellos se sienta mal. Sin embargo, con una asistencia buena y oportuna, se logra reorientar a la persona, y la gran mayoría de ellas acaba aceptando su sexo biológico definitivamente. Es absolutamente irresponsable y anticientífico comenzar de inmediato un cambio de sexo y un tratamiento hormonal cuando un niño o adolescente dice que no se siente a gusto con su sexo biológico.[15]
13.   Sostenemos que las marchas del “orgullo gay” o de la “visibilidad de la diversidad sexual” son, en lo psicológico, un esfuerzo estéril que estas personas hacen para confirmarse a sí mismos en una identidad sexual que naturalmente no tienen, y de ser identificados por los demás en ella. Incluso más: no conformándose con la visibilidad, pretenden todavía más: que se los normalice, que se los imite y que se sometan a ellos.

Diego Brizzio
Godoy Cruz, 18 de noviembre de 2018


[1] “Ni masculino ni femenino: ‘Me podés decir Gerónimo o Carolina, me da igual’”, en https://www.clarin.com/sociedad/masculino-femenino-podes-decir-geronimo-carolina-da-igual_0_zTCgrtD1M.html
[2] “Quieren borrar el ‘Sexo’ de los DNI y documentos oficiales”, en  https://www.clarin.com/sociedad/quieren-eliminar-categoria-sexo-dni_0_Afwx0Kj9n.html
[3] “Esperan operaciones de cambio de sexo 48 personas de Mendoza”, en http://losandes.com.ar/article/view?slug=casi-50-personas-esperan-su-cambio-de-sexo-en-la-provincia
[4] Lucy Gilbert y Paula Wesbster escriben: “Cada niño se asigna a una u otra categoría en base a… sus órganos genitales. Una vez hecha esta asignación nos convertimos en lo que la cultura piensa que cada uno es —femenino o masculino—. Aunque muchos crean que el hombre y la mujer son una expresión natural de un plano genético, el género es producto de la cultura y del pensamiento humano, una construcción social que crea la verdadera naturaleza de todo individuo”. The Dangers of Feminity", Gender Differences: Sociology of Biology? pág. 41.  Y J. Butler sostiene: “El género es una construcción cultural; por consiguiente, no es el resultado causal del sexo, ni tan aparentemente fijo como el sexo… Al teorizar que el género es una construcción radicalmente independiente del sexo, el género mismo viene a ser un artificio libre de ataduras”. Gender Trouble: feminism and the Subversion of Identitiy, pág. 6.
[5] La mayoría de los exponentes de la ideología de género usan estos conceptos marxistas. Así, bien intencional y programáticamente, genera odio y división social en los países, enfrenta sectores, y promueve una subversión cultural absoluta.
[6] https://www.muyinteresante.es/salud/sexualidad/fotos/tipos-de-orientacion-sexual
[7] Es muy difícil imaginar una sociedad así, pero los ideólogos radicales del género la han imaginado.
[8] Heidi Harmann escribe: “La forma en la que se propaga la especie es determinada socialmente. (…) En sociedades más imaginativas, la reproducción biológica podría asegurarse por otras técnicas” The unhappy marriage of marxisim and feminism.
[9] Contradictorio: a un adolescente de 16 años no debemos darle un carné de conducir porque es peligroso, pero si quiere, debemos permitirle un cambio de sexo.
[10] Un solo ejemplo de Argentina: en el material Educación Sexual Integral: para charlar en familia, dice: “Hay parejas formadas por una mujer y un varón, parejas formadas por dos mujeres y parejas formadas por dos varones, y eso no tiene nada de malo”. Pág. 36.
[11] https://www.educ.ar/recursos/107056/educacion-sexual-integral
[12] “Cromosoma sexual”, en https://www.genome.gov/glossarys/index.cfm?id=181
[13] Psiquiatra Marian Rojas Explica Que Es La Ideología De Genero, en https://www.youtube.com/watch?v=V-CyiFoULq8
[14] CATEGÓRICO: Ideología de Género destruida por Colegio Americano de Pediatras
https://www.youtube.com/watch?v=vMvtbRnBUNE
[15] Hasta hace algunos años, los psiquiatras consideraban este disgusto con el sexo biológico como una “disforia de género” o “trastorno de la identidad de género”, una patología psiquiátrica, pero por las presiones ejercidas por la IdG, dejaron de considerarla así. Cabe destacar que la decisión fue tomada por un escasa mayoría de los votantes, y con un gran desacuerdo entre los integrantes.

Imagen: https://pixabay.com

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