HA RESUCITADO!

Ha resucitado!
Síntesis del Mensaje compartido por Vicente Cabral el 16/04/2017
IGLESIA CRISTIANA EVANGELICA “SIGUEME”
España 155 – Godoy Cruz – Mendoza – Argentina

Acceda al audio de este mensaje: https://youtu.be/cUxf5Fpar8A

Este es un día muy especial para toda la comunidad cristiana en todo el mundo. Me gusta mucho cuando leo en las Escrituras, los Evangelios, Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Al final de ellos hacen un relato muy particular cada uno de ellos. Pareciera que uno ha visto una cosa y otro, otra cosa. Uno ha estado en un momento y el otro ha estado en otro momento. Pero lo cierto es que Dios prepara las cosas de tal manera, que bien dice su palabra que cada palabra, cada tilde traerá para nosotros una bendición especial.

Notemos lo que dice el evangelista San Juan.

El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; …
(Juan 20:1 RV60)

  • OSCURO
¿Qué me dice esta palabra? Podemos pensar en algo que está oculto, que no está bien revelado, algo que no está bien claro, algo que no está bien entendido. Ni aún los seguidores de Jesús más cercanos no pudieron tener claridad en las lecciones que el Señor Jesús les daba.
Les dijo tiempo antes que era necesario que Él muriera. Les dijo de distintas maneras, que este cuerpo, este templo iba a ser destruido y que al tercer día lo iba a volver a levantar (Juan 2:19; I Corintios 3:16). Estaba oscuro, no se entendía.
Les dijo que debía ir a Jerusalén. Sus discípulos le dijeron que había peligro por su vida si iba a Jerusalén (Mateo 16:21 y 22). No entendieron. Estaba aún oscuro.
En medio de aquél momento tan especial, les dijo: “Uno de vosotros me va a entregar” (Mateo 16:21). No entendían. Estaba oscuro.

  • MUY DE MAÑANA
Pero, en Lucas nos dice: “muy de mañana” (Lucas 24:1). Cuando nos hemos levantado muy temprano en la mañana, con la salida del sol podemos ver los primeros rayos del sol que empiezan a empujar la oscuridad. Estaba comenzando a hacerse la luz. Estaba comenzando a presentarse la claridad. Ya comenzaban a verse aquellas cosas que estaban oscuras, tapadas por la oscuridad de la noche. Comenzaba la mañana.

  • AL AMANECER
Mateo dice: “al amanecer” (Mateo 28:1). Ya hemos dado un pasito más adelante. Ya empezamos a ver con más claridad que hay un camino que se está abriendo. Un camino de esperanza. Un camino que va a traer luz. Que va a disipar la oscuridad. El Señor Jesús les dijo esta palabra: “Yo soy la luz del mundo” (Juan 8:12). Para mostrarte todo el proyecto que he realizado y que he preparado para que tengas victoria en tu vida. “Yo soy la luz”.
Aquella muchacha que estaba dolorida por la pérdida de su hermano, su corazón estaba entristecido, pero el Señor le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida” (Juan 11:25).
He venido a buscar pecadores para arrepentimiento” (Mateo 9:13). He venido a traer un mensaje de paz (Mateo 5:9).

  • YA SALIÓ EL SOL
Y sigue diciendo más adelante Marcos: “Ya salió el sol” (Marcos 16:2). Lo que habrá sido en aquél momento, cuando escribe esta palabra: “Ya salió el sol”. Aquellas mujeres que van preparadas llevando especias para ungirle, perfumes para maquillar el efecto de la muerte. No habían entendido aún que Jesús iba a ocupar la cruz, que iba a morir, pero que iba a resucitar. No entendieron, pero dice la Escritura: “Ya ha salido el sol”. Encontramos algo extraordinariamente maravilloso, porque cuando se van acercando, ven que aquella piedra estaba removida, observan que la tumba estaba vacía y un ángel como símbolo de victoria, sentado sobre la tumba. ¡Ya salió el sol!
¿Cuál es el mensaje que anuncia? Vayan a sus hermanos y decidles: “Ha resucitado el Señor” (Mateo 28:7). ¡Qué maravilloso! ¡Porque ha salido el sol!
¡Él es quien te da vida! ¡Él es quien tiene poder para perdonar tus pecados! El que te puede levantar y poderte sobre aquella roca que está removida. Ponerte sobre el camino de la luz, porque ha salido el sol. Y hoy esa luz quiere que brille en tu vida. Que tengas una conciencia real de lo que vives, de lo que esperas, de lo que te espera en la Eternidad. ¡Ha salido el sol! Aprovecha del calor de aquellos rayos. Y Él traerá luz a tu vida, porque ha salido el sol.
Y los cánticos que cambiaron la tristeza, que cambiaron los momentos de dolor, son cánticos de victoria. ¡Ha resucitado el Señor!
¡Ahora entendemos lo que nos dijo anteriormente! No las entendieron porque estaban ocultas. No las alcanzaron a comprender porque aún era muy de mañana. Empezaron a comprender porque ya salió el sol. Y empezamos a disfrutar, porque ha resucitado el Señor. Esto nos habla del triunfo de Jesús.

  • HA RESUCITADO!
Pero he encontrado otra cosa, hermanos queridos, que me habla la cruz vacía. Nos gozamos en el triunfo de su resurrección. Disfrutamos nuestra estada en Galilea contemplando al Señor. Pero… ¿has leído lo que dice Mateo 27? ¿Hemos tomado atención a lo que dice en Mateo 27:50-53? Son los últimos momentos de Jesús en la cruz.

Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.
(Mateo 27:50-53 RV60)

Jesús deja la tumba vacía. Pero hay algo que sucede en ese momento tan especial. Dice la Escritura que muchos de los cuerpos de los santos que habían dormido, se levantaron.
¿Qué pasó? Dejaron el lugar de privilegio. Dejaron el lugar de contemplación y salieron de los sepulcros después de la resurrección del Señor.

Pregunto: ¿Qué parte de mi vida aún no ha resucitado? ¿O, qué parte de mi vida se ha muerto, porque hemos pensado que la venida del Señor está demorada? ¿Qué parte de mi ministerio ha quedado sepultado, porque pensamos que ya hemos hecho demasiado? Con el mensaje que tenemos que anunciar: Que Él murió por nosotros en la cruz… ¿qué parte de lo que el Señor te ha puesto sobre tu vida para que lo anuncies, qué parte se ha muerto? Ese sentir profundo y ese deseo de anunciar las buenas nuevas de Salvación. ¿Qué parte se ha quedado sepultada?

Quiera el Señor que en esta mañana, al sentir el rodar de aquella piedra, que esa vez que tembló la tierra, que ahora tiemble nuestro corazón al saber que a mi alrededor hay gente que se va al infierno. Que se sepa que hay un Salvador, que hay un Vencedor, que hay un Triunfador, que es Cristo el Señor.
¿Qué parte no ha sentido ese impacto de la piedra rodar? Digámosle: “Señor, que desde ahora sintamos a cada instante el rodar de aquella piedra, que nos mueve y nos conmueve profundamente, y que nuestra mirada sea como la mirada del Señor, que miró con compasión a las multitudes (Mateo 9:36) y con compasión se acercó a aquellos necesitados para decirles: “Venid a mí si estáis cargados y trabajados, que yo voy a darles descanso” (Mateo 11:28), porque Él murió por nuestros pecados. Señor, que esa piedra al rodar, haga impacto en mi vida, que ha quedado inerte, que ha quedado paralizada, que ha quedado a la expectativa de algo, que no se ha desarrollado completo, como el Señor quiere de nuestras vidas.


Ellos vinieron y se presentaron después de la resurrección del Señor. Y el mensaje del Señor para esta mañana es: ¡Levantaos! ¡No busquéis entre los muertos al que vive! ¡No está aquí! ¡Él ha resucitado! ¡Ha triunfado sobre la muerte! Id y decidle a mis hermanos: “El Señor ha resucitado.”

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Comentarios

  1. Gracias Luis por tan lindo resumen. Te animo y Dios bendiga tu vida y ministerio!

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