HA RESUCITADO!
Ha resucitado!
Síntesis del Mensaje compartido por Vicente
Cabral el 16/04/2017
IGLESIA CRISTIANA EVANGELICA “SIGUEME”
España 155 – Godoy Cruz – Mendoza –
Argentina
Este es un día muy especial para toda la
comunidad cristiana en todo el mundo. Me gusta mucho cuando leo en
las Escrituras, los Evangelios, Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Al final
de ellos hacen un relato muy particular cada uno de ellos. Pareciera
que uno ha visto una cosa y otro, otra cosa. Uno ha estado en un
momento y el otro ha estado en otro momento. Pero lo cierto es que
Dios prepara las cosas de tal manera, que bien dice su palabra que
cada palabra, cada tilde traerá para nosotros una bendición
especial.
Notemos lo que dice el evangelista San Juan.
El
primer día de la semana, María
Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; …
(Juan
20:1 RV60)
- OSCURO
¿Qué me dice esta palabra? Podemos pensar en
algo que está oculto, que no está bien revelado, algo que no está
bien claro, algo que no está bien entendido. Ni aún los seguidores
de Jesús más cercanos no pudieron tener claridad en las lecciones
que el Señor Jesús les daba.
Les dijo tiempo antes que era necesario que Él
muriera. Les dijo de distintas maneras, que este cuerpo, este templo
iba a ser destruido y que al tercer día lo iba a volver a levantar
(Juan 2:19; I Corintios 3:16). Estaba oscuro, no se entendía.
Les dijo que debía ir a Jerusalén. Sus
discípulos le dijeron que había peligro por su vida si iba a
Jerusalén (Mateo 16:21 y 22). No entendieron. Estaba aún oscuro.
En medio de aquél momento tan especial, les
dijo: “Uno de vosotros me va a entregar” (Mateo 16:21). No
entendían. Estaba oscuro.
- MUY DE MAÑANA
Pero, en Lucas nos dice: “muy de mañana”
(Lucas 24:1). Cuando nos hemos levantado muy temprano en la mañana,
con la salida del sol podemos ver los primeros rayos del sol que
empiezan a empujar la oscuridad. Estaba comenzando a hacerse la luz.
Estaba comenzando a presentarse la claridad. Ya comenzaban a verse
aquellas cosas que estaban oscuras, tapadas por la oscuridad de la
noche. Comenzaba la mañana.
- AL AMANECER
Mateo dice: “al amanecer” (Mateo
28:1). Ya hemos dado un pasito más adelante. Ya empezamos a ver con
más claridad que hay un camino que se está abriendo. Un camino de
esperanza. Un camino que va a traer luz. Que va a disipar la
oscuridad. El Señor Jesús les dijo esta palabra: “Yo soy la
luz del mundo” (Juan 8:12). Para mostrarte todo el proyecto que
he realizado y que he preparado para que tengas victoria en tu vida.
“Yo soy la luz”.
Aquella muchacha que estaba dolorida por la
pérdida de su hermano, su corazón estaba entristecido, pero el
Señor le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida” (Juan
11:25).
“He venido a buscar pecadores para
arrepentimiento” (Mateo 9:13). He venido a traer un mensaje de
paz (Mateo 5:9).
- YA SALIÓ EL SOL
Y sigue diciendo más adelante Marcos: “Ya
salió el sol” (Marcos 16:2). Lo que habrá sido en aquél momento,
cuando escribe esta palabra: “Ya salió el sol”. Aquellas mujeres
que van preparadas llevando especias para ungirle, perfumes para
maquillar el efecto de la muerte. No habían entendido aún que Jesús
iba a ocupar la cruz, que iba a morir, pero que iba a resucitar. No
entendieron, pero dice la Escritura: “Ya ha salido el sol”.
Encontramos algo extraordinariamente maravilloso, porque cuando se
van acercando, ven que aquella piedra estaba removida, observan que
la tumba estaba vacía y un ángel como símbolo de victoria, sentado
sobre la tumba. ¡Ya salió el sol!
¿Cuál es el mensaje que anuncia? Vayan a sus
hermanos y decidles: “Ha resucitado el Señor” (Mateo
28:7). ¡Qué maravilloso! ¡Porque ha salido el sol!
¡Él es quien te da vida! ¡Él es quien tiene
poder para perdonar tus pecados! El que te puede levantar y poderte
sobre aquella roca que está removida. Ponerte sobre el camino de la
luz, porque ha salido el sol. Y hoy esa luz quiere que brille en tu
vida. Que tengas una conciencia real de lo que vives, de lo que
esperas, de lo que te espera en la Eternidad. ¡Ha salido el sol!
Aprovecha del calor de aquellos rayos. Y Él traerá luz a tu vida,
porque ha salido el sol.
Y los cánticos que cambiaron la tristeza, que
cambiaron los momentos de dolor, son cánticos de victoria. ¡Ha
resucitado el Señor!
¡Ahora entendemos lo que nos dijo
anteriormente! No las entendieron porque estaban ocultas. No las
alcanzaron a comprender porque aún era muy de mañana. Empezaron a
comprender porque ya salió el sol. Y empezamos a disfrutar, porque
ha resucitado el Señor. Esto nos habla del triunfo de Jesús.
- HA RESUCITADO!
Pero he encontrado otra cosa, hermanos
queridos, que me habla la cruz vacía. Nos gozamos en el triunfo de
su resurrección. Disfrutamos nuestra estada en Galilea contemplando
al Señor. Pero… ¿has leído lo que dice Mateo 27? ¿Hemos tomado
atención a lo que dice en Mateo 27:50-53? Son los últimos momentos
de Jesús en la cruz.
Mas
Jesús, habiendo otra vez clamado
a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del templo
se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las
rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de
santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los
sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa
ciudad, y aparecieron a muchos.
(Mateo
27:50-53 RV60)
Jesús deja la tumba vacía. Pero hay algo que sucede en ese momento tan especial. Dice la Escritura que muchos de los cuerpos de los santos que habían dormido, se levantaron.
¿Qué pasó? Dejaron el lugar de privilegio.
Dejaron el lugar de contemplación y salieron de los sepulcros
después de la resurrección del Señor.
Pregunto: ¿Qué parte de mi vida aún no ha
resucitado? ¿O, qué parte de mi vida se ha muerto, porque hemos
pensado que la venida del Señor está demorada? ¿Qué parte de mi
ministerio ha quedado sepultado, porque pensamos que ya hemos hecho
demasiado? Con el mensaje que tenemos que anunciar: Que Él murió
por nosotros en la cruz… ¿qué parte de lo que el Señor te ha
puesto sobre tu vida para que lo anuncies, qué parte se ha muerto?
Ese sentir profundo y ese deseo de anunciar las buenas nuevas de
Salvación. ¿Qué parte se ha quedado sepultada?
Quiera el Señor que en esta mañana, al sentir
el rodar de aquella piedra, que esa vez que tembló la tierra, que
ahora tiemble nuestro corazón al saber que a mi alrededor hay gente
que se va al infierno. Que se sepa que hay un Salvador, que hay un
Vencedor, que hay un Triunfador, que es Cristo el Señor.
¿Qué parte no ha sentido ese impacto de la
piedra rodar? Digámosle: “Señor, que desde ahora sintamos a cada
instante el rodar de aquella piedra, que nos mueve y nos conmueve
profundamente, y que nuestra mirada sea como la mirada del Señor,
que miró con compasión a las multitudes (Mateo 9:36) y con
compasión se acercó a aquellos necesitados para decirles: “Venid
a mí si estáis cargados y trabajados, que yo voy a darles descanso”
(Mateo 11:28), porque Él murió por nuestros pecados. Señor, que
esa piedra al rodar, haga impacto en mi vida, que ha quedado inerte,
que ha quedado paralizada, que ha quedado a la expectativa de algo,
que no se ha desarrollado completo, como el Señor quiere de nuestras
vidas.
Ellos vinieron y se presentaron después de
la resurrección del Señor. Y el mensaje del Señor para esta mañana
es: ¡Levantaos! ¡No busquéis entre los muertos al que vive! ¡No
está aquí! ¡Él ha resucitado! ¡Ha triunfado sobre la muerte! Id
y decidle a mis hermanos: “El Señor ha resucitado.”
Gracias Luis por tan lindo resumen. Te animo y Dios bendiga tu vida y ministerio!
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