Vientos de lluvia
Vientos de lluvia Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com ; www.larocaministerios.blogspot.com En mi país, una buena parte de los sembradíos y cosechas dependen de la estación lluviosa. Un exceso de lluvias puede malograr una cosecha, pero un año con escasez también puede hacer que se pierdan grandes volúmenes de esfuerzo y de inversión. En la zona geográfica en la que el Señor me ha dado el privilegio de vivir, a unos pocos kilómetros de la Cordillera de Los Andes y del pico más alto de América, el Aconcagua; la cordillera ofrece un imponente espectáculo. Desde cualquier calle de mi ciudad pueden verse las cumbres de nieves eternas hacia el oeste. Estas cumbres nevadas son precisamente la reserva de agua de la ciudad. Aquí los sembradíos, predominantemente vid, no dependen de la estación lluviosa, sino del riego artificial. Llueve muy poco en Mendoza, Argentina. Hace poco más de doscientos años, este lugar era una zona desértica. Es la mano del hombre la que lo transf