LA ORIENTACION SEXUAL ES COSA COMPLEJA
Por: Luis Caccia Guerra
Pretendemos abordar el tema en forma suscinta, pero sin dar lugar a debates estériles; con inspiración, con acierto, con inteligencia, con altura, y por sobre todas las cosas, con amor del Señor. Hace rato que venimos leyendo publicaciones de creyentes tan precarias, tan cortas de visión, tan faltas de empatía y compasión ... Y por sobre todo: tan faltas de GRACIA.
"Una prostituta acudió a mí en una miseria total, sin techo, enferma e incapaz de comprarle comida a su hija de dos años de edad. Entre sollozos y lágrimas, me contó que les había estado alquilando a su hija -¡con dos años de edad!- a hombres interesados en relaciones sexuales aberrantes. Sacaba más dinero alquilando a su hija durante una hora, que cuanto podía ganar ella sola durante una noche. Me dijo que tenía que hacerlo para sostener su propia adicción a las drogas. (...) No tenía ni idea de lo que debía decir a aquella mujer.
Por fin le pregunté si alguna vez había pensado en acudir a una iglesia en busca de ayuda. Nunca olvidaré el aspecto de impresión inocente y pura que cruzó por su rostro. -¡Una iglesia! exclamó. -¿Para qué habría de ir allí? Ya me estaba sintiendo muy mal conmigo misma. Todo lo que harían sería empeorar las cosas." (Philip Yancey & Brenda Quinn. Gracia divina vs. condena humana. Ed.Vida. EUA. 1997).
Hubo personas mientras Jesús permaneció en esta tierra, que sintiendo el peso del pecado, muy lejos de HUIR de Él; ACUDIERON a Él. Encontraron REFUGIO en Él. Mientras peor se sentían, fue más probable que encontraran abrigo, refugio, alivio para su dolor en Él. Es evidente que los caídos, los derrotados de la vida, los fracasados, que otrora iban tras Jesús tan sólo para tocar su manto en busca de alivio a su dolor y miseria, ya no encuentran eso mismo entre sus seguidores de hoy. Algo no está bien.
La memoria nos trastorna. Un día alguien nos guió a los pies de Cristo. ¿Cómo veníamos? ¿Bien? ¿Contentos y felices con lo que había sido de nuestras vidas? ¿Qué hubiese pasado si nos hubiera agarrado un creyente Biblia en mano para condenarnos "amorosamente" por nuestros pecados? En cambio, alguien tuvo empatía, compasión, gratitud por la GRACIA recibida y nos guió a los pies de Cristo. "La paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23), nos leyeron, y está bien que así sea. Debíamos saberlo con claridad. Y eso es lo que hay que hacer. Pero hasta ahí. Si ya no sabíamos qué hacer con nuestra vida, las palabras duras no harían más que agregar más peso, muerte y dolor al que ya teníamos. ES LA GRACIA LA QUE TE LLEVÓ A LOS PIES DE CRISTO. Nunca te olvides de eso.
Hoy nos involucramos en encendidas reyertas contra el "orgullo gay" e ideología LGBT.
No nos olvidemos que si bien, como creyentes no estamos a favor de las ideologías LGBT, los creyentes también pecamos. PECAMOS DISTINTO, que es otra cosa, pero que PECAMOS, PECAMOS! Y algunos creyentes, pecamos muy FEO!. Y esto a algunos les incomoda bastante.
Como creyentes rechazamos el PECADO, sí; pero NUESTROS COLEGAS LOS PECADORES, nos merecen gran respeto. No vamos a poder guiar su alma a los pies de Cristo a menos que tengamos muy bien entendido esto.
La orientación sexual de los seres humanos es cosa muy compleja. Es verdad que no elegimos ser LGBT. Eso es el resultado de una larga cadena de procesos que toma años en la vida de un individuo. En una abrumadora mayoría de los casos, procesos inconscientes ajenos a la voluntad y/o conocimiento del individuo. Puede manifestarse antes, en la niñez o adolescencia; o tal vez más tarde durante la adultez. Depende del individuo, de las situaciones, de las experiencias, del entorno familiar, del trasfondo cultural, etc.etc.etc. El individuo NO ELIGE SER GAY. Se da cuenta en algún momento de su vida DE QUE LO ES.
Lo que sí estamos en condiciones de elegir, ES QUÉ VAMOS A HACER CON ESA ORIENTACIÓN SEXUAL. ¿Dejar fluir en pro de la "felicidad"? ¿O reprimirla, ignorarla, rechazarla? Ni una, ni otra. ASUMIRLA CON DIGNIDAD e INTEGRIDAD y entregar esa vida a Cristo.
Cristo tiene poder para transformar vidas, para sanar almas rotas, para curar las heridas. Cristo tiene poder y autoridad para Salvación.
Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
(1 Pedro 5:10 RV60)
Imagen: love-5186941_by Joseph Mucira from Pixabay
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