HORA DE RESISTIR!
HORA DE RESISTIR
Síntesis del mensaje compartido por el Pastor
Diego Brizzio el 12/02/2017
IGLESIA CRISTIANA EVANGELICA “SIGUEME”
España 155 – Godoy Cruz – Mendoza –
Argentina
Acceda al AUDIO on-line de este mensaje: https://youtu.be/xff68T_KbAw
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Cuando uno escucha o lee o escucha en los medios lo que
está pasando en el país, lo que está pasando en la nación, en particular,
noticias de tipo político, noticias de tipo económico, uno se queda a veces con
una pregunta como: ¿estará este medio reflejando la realidad tal cual es o la
noticia que estoy escuchando está teñida con la ideología del autor de la nota
o con la ideología del editor del medio? ¿Será que la está exagerando, será que
la está minimizando? ¿Será que está mintiendo? Y…
¿CON LA BIBLIA, LE PASA A UD. LO MISMO? Está teñida con
las ideas de Dios.
Por lo
demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda
la armadura de Dios, para que podáis
estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra
sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra huestes espirituales
de maldad en las regiones celestes. Por tanto,
tomad toda la armadura de Dios,
para que podáis resistir en el día malo,
y habiendo acabado todo, estar
firmes. Estad, pues, firmes,
ceñidos vuestros lomos con la verdad,
y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto
del evangelio de la paz. Sobre todo,
tomad el escudo de la fe, con que
podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la
salvación, y la espada del
Espíritu, que es la palabra de Dios;
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y
súplica por todos los santos;
(Efesios 6:10-18 RV60)
Una cadena de televisión diría: esto está sesgado por una
visión mítica del mundo. Está matizado por una visión pre-científica, o una
cosmovisión ambigua. Pero nosotros pensamos que esto es verdad. Tenemos lucha contra principados, ejércitos
del mal.
Hermanos queridos, este pasaje dice que es HORA DE RESISTIR.
Encuentro por lo menos cuatro verdades en este pasaje y
la primera de ellas es que
I. Nos encontramos
en permanente estado de guerra (vv. 11-12)
Menciona las artimañas del diablo. Artimaña es una
estrategia maléfica. Y luego, explícitamente reflejando la realidad TAL CUAL
ES. Tal vez no percibas nada de esto, porque cualquier sistema de sensores está
hecho para captar cosas hechas de materia y energía. Pero los seres de los que
habla Pablo aquí no tienen ni materia ni energía, son seres espirituales. Por
eso es que no vamos a poder captar nada, científica o empíricamente. Pero la
realidad es esta: nuestra lucha es contra poderes, contra autoridades, contra
potestades que dominan este mundo en las tinieblas. Contra fuerzas espirituales
malignas en las regiones celestes. Nos encontramos en un permanente estado de
guerra. El diablo y sus ejércitos, seres espirituales de maldad mantienen una
intención y actividad hostil contra la Iglesia, contra cada cristiano. Nos
tienen en la mira constantemente. No solamente contra cada uno, sino también
contra la comunidad, contra la Iglesia, contra la familia de Dios. Sus acciones
son de destrucción y de ruina. Matar y destruir. Personas, familias, Iglesias.
¿Cuál es el objetivo final del diablo y sus ejércitos? Su
objetivo final es que la gente no llegue a percibir a Dios. El diablo quiere
arruinarnos a nosotros como un medio para llegar a un fin más grande. El
objetivo de Satanás y sus demonios es que Dios no sea conocido ni percibido
como amigable. Que su amor, que su gracia, que su perdón sean inaccesibles, que
no llegue a saberse de eso. Cuando alguien conoce a Dios, Dios recibe Gloria,
Dios es exaltado, Dios es alabado y eso es lo que aborrecen los demonios y el
diablo. Que Dios reciba la Gloria, que Dios sea magnificado, que la gente se
caiga de rodillas ante la persona gloriosa y misericordiosa de Cristo.
Recordemos, el primer pecado del Diablo, ¿cuál fue? Glorificarse a sí mismo.
Quiere las rodillas para él. Le molesta mucho cuando vos estás satisfecho con
Dios. El objetivo final es que el mundo no perciba a Dios. Por eso nos ataca a
nosotros. Mateo cap. 5 dice “para que
vean vuestras buenas obras, y
glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos” (Mateo 5:16). Él nos ha
puesto aquí para que nosotros LO REPRESENTEMOS. Para que la gente viendo
nuestras obras de amor, viendo la armonía en que vivimos, viendo la forma en
que nos perdonamos, viendo la forma en que nos soportamos, proclamando el
Evangelio de Jesucristo, alabando a Dios como lo alabamos; para que la gente
viendo todo eso, termine conociéndolo a Él. Termine conociendo cómo es Él. El
carácter de Él. Los planes de Él. Dios nos ha puesto aquí para que nosotros lo
reflejemos a Él y la gente viendo nuestro reflejo de Él, termine conociéndolo a
Él.
¿Por qué el diablo apunta el cañón contra nosotros?
Porque si nos arruina a nosotros, termina desluciéndolo a Dios. Si nos arruina
a nosotros la gente no va a poder ver a Dios, porque nosotros no lo sabemos
reflejar. Si el diablo logra que vos le seas infiel a tu marido o a tu esposa,
¿qué va a decir el mundo, de los cristianos? ¿Cómo va a pensar el mundo, de
Dios? por poner un ejemplo. Si el mundo ve que sos adicto, el mundo puede
pensar que Dios no es suficiente para calmar la ansiedad de las personas. El
diablo nos apunta a nosotros porque así desluce a Dios, presenta un Dios
inefectivo. Hasta un Dios del cual es mejor escaparse.
¿Creés esto, o no creés esto? O te levantás por la mañana
y te acostás por la noche y en todo un día no te diste cuenta de que alrededor
tuyo hay demonios influenciándote para que Dios sea finalmente deslucido.
II. Nos
encontramos en un “día malo” (v.13)
Recién decíamos “un estado de guerra”. Podríamos decir,
una permanente movilización del diablo y sus demonios, de planificación y de
actividades regulares que mantienen contra cada cristiano y contra la Iglesia
en general. Pero hay “un día malo”. Hay un tiempo en que la actividad demoníaca
y satánica es más intensa, más cruda, más viva, más poderosa. Actúa de una
forma más consistente, más insistente, más fuerte; con más estrategias, con más
armas.
Esto no es un sentimiento, y no sólo mío, lo comparto con
el pastor Carlos. Cada día estoy más convencido de que esta iglesia está
pasando por un día malo. Por un tiempo en que el Diablo y sus demonios están
atacando con mayor intensidad y con mayor crudeza. ¿Por qué vemos eso?
15 razones:
1. Por la generalizada incredulidad.
Muchos no vivimos abrazando en el corazón ni siquiera lo más sobresaliente de
lo revelado por Dios en su Palabra. Nos damos cuenta de esa generalizada
incredulidad por las hijas de la incredulidad:
a. Por
la falta de gozo
b. La
falta de amor
c. La
falta de poder
El que cree, que realmente abraza lo revelado en la
Biblia, LO REFLEJA, con gozo, con amor y con poder y esas tres cosas no se ven
de modo generalizado.
2. Por brotes de rebeldía. Muchos
desatendemos lo que Dios nos habla. Puede haber mensajes muy poderosos,
verdades necesarias, oportunas, y muchos se levantan y lo olvidan antes de
cruzar la puerta o el portón. Esos son brotes de rebeldía en el corazón. Nos
“resbala” lo que Dios dice. Nos “resbala” lo que Dios dice a través de
pastores, líderes y hermanos que nos aconsejan, enseñan y amonestan basándose
en la Biblia. No queremos aceptar lo que otros nos dicen como palabra de peso.
No queremos rendir cuenta a las autoridades puestas por Dios, no queremos saber
nada con pedir permiso, con informar y con pedir disculpas. Nos hemos
contagiado de la insubordinación. Hemos adquirido, hemos permanecido en la
insubordinación y en la altivez radical de este mundo.
3. Por cierta murmuración. Es normal que
se haga circular, correr comentarios que provocan animosidad, intriga, suspicacia
y descrédito de unos contra otros. Hacer que otros disminuyan la opinión que
tienen de cierto hermano. En especial contra líderes. Y esto tiende a fracturar
el cuerpo de Cristo.
4. Por la religiosidad, el tradicionalismo o
el fariseísmo. Muchos todavía piensan que lo que Dios quiere, que lo que
Dios está buscando para la Iglesia, es simplemente que nos ajustemos a cierta forma de culto o
ceremonia. Fórmulas, ceremonias. Y cuando logran ese “establishment”, esa
forma, esa ubicación, esa ceremonia; se sienten orgullosos de sí mismos y
juzgan al que no está de acuerdo. Me refiero a lo que no es cosa bíblica.
5. Por la indiferencia hacia los encuentros y
cultos comunitarios. En la actualidad y desde hace ya mucho, el 50% de la
congregación no tiene la costumbre de reunirse, animarse y adorar en comunidad.
Alguno dirá: “sí, yo tengo la costumbre”. ¿Y cuánto venís? Y… día por medio
vengo! Si vos venís un día sí y un día no, para congregarte, estar juntos;
animarte mutuamente con el otro, escuchar la palabra; pregunta: ¿Tenés la
costumbre de venir o tenés la costumbre de faltar? ¿Tenés la costumbre de
congregarte o no congregarte?
LA ASISTENCIA A LOS CULTOS NO
CONSISTE EN CUMPLIR UN REQUISITO. En hacerse ver, para que los otros digan:
“qué fiel religioso”; ni para que los pastores se callen la boca.
La asistencia a los cultos es para venir a experimentar en la
espiritualidad que encuentro en un lugar donde se habla Palabra de Dios. Donde
me interrelaciono con otros que tienen a Cristo. A quienes yo me debo para servirlos
y de quien yo me sirvo para ser edificado. Venimos al culto para expresar la
admiración que sentimos por Cristo todos juntos como pueblo, porque no es lo
mismo expresar mi admiración inclinado en mi cuarto que expresar mi adoración
reunido como pueblo, aún cuando sea en silencio.
6. Por la incomunicación y el aislamiento.
Muchos hermanos se incomunican y se
aíslan incluso viniendo a las reuniones. Algunas veces, esto tiene que ver con las personalidades, con la
timidez, con la falta de ciertas habilidades sociales. Pero hay que pedirle al
Señor que nos ayude a acercarnos a los demás, o permitirle a los otros
acercarse a nosotros.
7. Migración fácil o injustificada. El
hecho de andar de iglesia en iglesia o simplemente irse de la Iglesia. Los
cristianos no tenemos a la iglesia propia como lo que realmente es: una familia, un pueblo. La Biblia ve a
la Iglesia Local, como una familia, como un pueblo, como una nación. ¿Es
posible salirse, desmembrarse de la familia fácilmente? ¿Podés
“desnacionalizarte” de tu país fácilmente? No es sencillo, no es simple. Tiene
que haber razones y tiene que haber procedimientos. Lo que yo veo es que la
gente toma a la Iglesia, no como una nación, o como una familia que la Biblia
dice que es, sino como un supermercado. Hoy puedo comprar acá, mañana voy a
comprar allá. No existe un procedimiento para dejar de comprar en un
supermercado y empezar a comprar en otro. Como miembro de una Iglesia, la
Biblia no da esa libertad. Todo problema, toda insatisfacción que existe en el
ámbito local, debe resolverse en el mismo seno de la familia como sucede con
las familias. Pero hoy hay una migración fácil.
8. Por el individualismo y el desentendimiento
del otro. Esto es mundanal. Esto es el espíritu del mundo. Yo no tengo por
qué hacerme cargo de vos. No tengo por qué interesarme de vos y a vos, en
realidad, no te importa lo que tiene que ver conmigo. Este es un espíritu de
individualismo, un espíritu de desentendimiento del prójimo que no es algo
propio de la Iglesia de Jesucristo. ¿Cuán responsable te sentís, me siento, por
el bienestar del que está a tu lado? No podemos hacernos cargo de todos los que
estamos hoy aquí, pero decime: ¿a quién has tomado de la Iglesia para
responsabilizarte de su bien? ¿O hay un espíritu de desentendimiento, no tengo
por qué meterme en su vida y él no tiene por qué meterse en la mía? I Corintios
12:25 dice: “…que los miembros todos se
preocupen los unos por los otros”. Esa es la base bíblica. “Soy yo acaso guarda de mi hermano” dijo
Caín (Génesis 4:9).
9. Por el embotamiento del juicio moral. Esa
es otra señal de que estamos en un día malo. Los cristianos tenemos muy poco
discernimiento moral. No sabemos identificar bien las cosas que están bien de
las cosas que están mal. Ya perdimos el bien juicio. El discernimiento
espiritual, la capacidad de desentrañar la naturaleza de las situaciones. ¿Qué
realmente está pasando aquí? ¿Qué naturaleza tiene realmente esta situación?
¿Qué hay detrás de esto? Discernimiento, juicio moral. Llamamos a lo bueno malo
y a lo malo, bueno.
10. Por las muchas enfermedades. En esto
también percibo que es un día malo. No todas las enfermedades son de origen
satánico. No es que haya un tipo de enfermedad que sea satánica y otro tipo de
enfermedad que no lo sea. El origen de la enfermedad, cualquiera sea el origen
de la enfermedad, algunas veces, es directamente satánica. Otras veces, no.
Pero en la Iglesia, muchos enfermos, enfermos en su psiquis, enfermos en su
cuerpo, me huelo a “día malo”.
11. Por el desinterés en la formación
espiritual de los chicos. ¿Dónde están hoy los niños que solían venir hasta
diciembre? “No hay escuela bíblica”. La habría si estuviesen todos esos niños
hoy aquí. Si vos estás estos dos o tres meses sin traer a los chicos, ¿qué les
estás diciendo? El Cuerpo de Cristo, la Iglesia, los hermanos… no es tan
importante. Es lo que aprenden sin que vos se lo digas. Y no sólo hablemos de
traerlos. ¿Cuánto les leés la Biblia en tu casa? ¿Cuánto hablás con ellos? Los
abuelos, los papás, las mamás, ¿cuánto
material cristiano has comprado en la librería cristiana para que ellos tengan
y formen sus bibliotecas? ¿Cuántos DVD’s? ¿Cuántas aplicaciones cristianas les
has bajado en tu teléfono para que ellos jueguen? Pero la “play”, pero el cine,
la pelota, esas cosas, las tienen. Yo no digo que no las tengan, pero estamos
más preocupados porque nuestros chicos tengan su recreación, tengan su
diversión; que su formación espiritual, congregacional, servicio… me huele a
día malo, eso. Influencia del diablo sobre los mayores para con sus hijos.
12. Por los muchos y obstinados problemas
matrimoniales. Tengo en mis archivos los matrimonios con problemas. Y son
un montón. Siempre va a haber problemas en un matrimonio, estamos de acuerdo. Por
eso puse “obstinados”. Porque son problemas que se solucionarían con un simple
pedido de perdón y un perdón. Pero de parte de ninguno de los dos hay un pedido
de perdón ni un perdón. No hay capacidad de diálogo, de comprensión, de
empatía, entre los cónyuges. Problemitas que podrían solucionarse fácilmente,
permanecen… permanecen… permanecen… Me huele a día malo y a influencia del
demonio.
13. Por la indisciplina, la desorganización y
el desorden de la vida personal y familiar. Los cristianos no estamos
aprendiendo a ordenar nuestra vida personal, nuestra vida en la casa, nuestra
vida doméstica, nuestra vida laboral. No estamos aprendiendo, no hemos
aprendido. Preferimos ocupar el tiempo en cosas vanas. Pasamos horas detrás de
programas de televisión, detrás de las redes, con el celular, “whatsappeando”,
con Facebook interactuando, sin pensar en todo lo que psicológica y
psiquiátricamente trae eso. Eso es otra cosa. Aquí estamos hablando de la
ORGANIZACIÓN, del orden de la vida personal; mientras los niños están
desatendidos, mientras la casa está “patas para arriba”, mientras podría estar
trabajando, mientras podría estar llamando a un hermano que está en necesidad,
haciendo mi ministerio. Desordenados, desorganizados, indisciplinados. Hay
personas que en vez de dormir ocho o nueve horas, duermen diez, doce horas. Eso
es no saber usar el tiempo. Eso es tirar a los cerdos una cosa tan rica como la
que Dios te dio que es EL TIEMPO. El tiempo para glorificarlo a Él. El tiempo
para hacerlo ver brillante a Él. No el tiempo para futilidades, vanidades.
14. Por la esclavitud y la pasividad propias y
la culpabilización de otros. Otra señal de que estamos en un día malo.
Muchos cristianos están esclavos de su propio pecado. De su propia pasividad,
de su propia negligencia espiritual. Postrados. Pero… ¿quién tiene la culpa?
Siempre la culpa es de los otros. La
culpabilización del Coordinador del Grupo de Crecimiento que nunca me llamó,
del pastor que nunca me fue a visitar… Yo estoy esclavizado a mi propia pereza.
Yo estoy esclavizado a mi propia indisciplina, mi propia desorganización, peor
la culpa no la tengo yo; la culpa es del que no me viene a rescatar. Y yo
entiendo que a veces necesitamos de alguien que nos rescate. Pero lo que pasó
es que algunas veces fuimos a intentar rescatarte, y seguiste esclavo. Seguiste
pasivo. No te movilizaste. No seguiste los consejos. Y volvieron a ir, y
alguien más te llamó por teléfono. Y otro te escribió un messenger,
preguntándote cómo estabas, te extrañamos, pero la culpa siempre la tienen los otros.
Cada vez son más los que están en ese “encantamiento”.
15. Por la ambición mundana y enfermiza por
adquirir. Por conseguir y estar ya mismo a la última tendencia con las
cosas de la tecnología. Permaneciendo toda la vida esclavos de los sistemas
financieros. Salió el celular tal, lo tengo que tener. Salió la Wii tal, la
tengo que tener. Salió la ropa tal, la tengo que tener. El aire tal, lo tengo
que tener. Y todo lo que está, lo tengo que tener. ¿Cómo pagamos? Primero: ya
es enfermizo el querer tener. Eso es ambición. Eso es no estar contento ni
estar satisfecho, como dice Pablo: “contentos
con lo que tenéis ahora” (Hebreos 13:5). “Bueno es el contentamiento”, le dice Pablo a Timoteo (I Timoteo 6:6).
Ya es enfermizo “querer, querer”; “querer, querer”; “querer, querer”. Y sigue
la enfermedad, y sigue la podredumbre cuando para conseguir ahorran, ahorran,
ahorran… No! Tarjeta, tarjeta, tarjeta… son esclavos de los sistemas
financieros. Eso es demonio y Satanás. Gente esclavizada a los sistemas
financieros. No ha tenido control de sí mismo, no ha tenido paciencia, no ha
esperado en el Señor, no ha organizado su vida, están esclavos. Estamos en días
malos.
Todas estas cosas que hemos mencionado, las ha hecho
solapadamente el diablo. Ha influenciado. No vamos a hablar ahora del mecanismo
que tiene el diablo para hacer esto, de cómo influye mentalmente, pero
solamente voy a decir: el diablo ha ido “colando” todas estas cosas en nuestra
iglesia, en nosotros, para que nuestros allegados no prefieran al Señor como
atractivo admirable, sino como deslucido. Lo ha logrado en cierta forma. Ha
logrado que tu amigo, que tu vecino, que tu pariente piense “si este es el Dios
que representa esta persona, entonces, no me interesa. No me interesa este Dios
ni me interesa el mensaje de este Dios.”
Ha hecho que nos callemos la boca, que no hablemos de Él.
No quiere que enseñemos su palabra, todo lo que Él ha mandado. No quiere que
nosotros nos amemos los unos a los otros. No quiere que nosotros lo alabemos
como comunidad. Estoy convencido: esta Iglesia está pasando un día malo. Un
d{ia de intensa actividad demoníaca que yo veo reflejada en estas cosas. Y en
muchas de estas cosas, estoy metido yo también.
III. Nuestro objetivo
es resistir y enfrentar con firmeza (vv.11b; 13b)
Que puedan hacer frente a las artimañas del diablo, que
cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. ¿Cuál es el
objetivo nuestro en medio del día malo? Enfrentar firmes para resistir.
Enfrentar y resistir con firmeza. Es plantarnos en Cristo Jesús. Decir “NO” a
todo lo que vimos recién y sudar para lograr lo opuesto y así permanecer.
Podríamos decir: Nuestro objetivo es decirle “NO” a la
incredulidad y sudar para abrazar todos los días la Revelación de Dios. Ud. no
va a ir, yo no voy a ir de buena gana a los pies del Señor todos los días.
Tengo que pedirle fuerzas a Cristo Jesús para ir y recibir la revelación de
Cristo.
Enfrentar y resistir, es decirle “NO” a la rebeldía, eso de
resistirse a la palabra de alguien; y sudar para la subordinación y la sumisión
a Dios y a las autoridades.
Decirle “NO” a la murmuración y sudar para solamente
contarle las cosas al Señor.
Decirle “NO” a la religiosidad farisaica y sudar para
encontrar espiritualidad genuina.
Eso es nuestro objetivo: Enfrentar y resistir con
firmeza. No caer de la sincera fidelidad a Cristo. Salir de estas cosas que
están mal y permanecer en lo que es conforme a la Palabra de Dios.
IV. Resistiremos
poniéndonos toda la armadura de Dios (v.13)
¿Cómo vamos a resistir y enfrentar la lucha satánica?
Resistiremos poniéndonos TODA la armadura de Dios. La única forma, la única
manera de resistir y enfrentar con firmeza esta situación del día malo, esta
batalla espiritual contra Satanás, es tomar lo que Dios nos indica que tomemos.
Los recursos que Él nos ha dado. Sólo con esos recursos podemos resistir en el
día malo.
¿Cuáles son los
recursos?
1. El cinturón de la verdad (v.14a).
Veracidad y honestidad en todo. No solamente veracidad y honestidad al hablar,
al tratar con las instituciones, que ya es una gran cosa. Veracidad y
honestidad con nosotros mismos, acerca de nosotros mismos. Veracidad y
honestidad con lo que está pasando en tu corazón. Con tu situación y tu
condición espiritual, emocional y moral. Honestidad y veracidad acerca de
nuestra condición. David decía: “tú Señor
amas la verdad en lo íntimo” (Salmos 51:6). Es decir que nosotros estemos
plenamente conscientes de lo que está pasando adentro y de cómo somos en
nuestro corazón. Pero se ha perdido el hábito de auto-examinarnos en la
presencia de Dios con honestidad. ¡Le hemos “careteado” incluso a Dios, como si
eso fuera posible! Vamos a su presencia mostrándole todas las cosas lindas que
hemos hecho últimamente. ¡Mirá, Dios, hice una oración que duró SIETE MINUTOS!
¡Señor! ¡Qué increíble! Vamos con nuestras “fortalezas” a Dios. Hemos perdido
la capacidad y el hábito de auto-examinarnos SINCERAMENTE en la presencia de
Dios. ¿Y cómo vamos a crear ese hábito si estamos tres o cuatro minutos orando?
Aborrezco esa frase que dice: “dedicale cinco minutos al Señor cada día”. ¡Qué
frase asquerosa! ¡No lo puedo soportar! ¿A ver si le dedicás cinco minutos a tu
trabajo cada día? Una relación no se construye con cinco minutos, y menos
cuando se trata de una persona con profundidades tan maravillosas como Cristo.
Tenemos que aprender a ser
veraces y honestos no solamente delante de Dios, que ya es mucho. Veraces y
honestos delante de los demás. Me refiero a saber reconocer una necesidad
delante de otra persona de confianza. ¿Quién ha buscado de aquí, una persona de
confianza para contarle todas sus miserias y todas sus necesidades?
Probablemente el 80% diga “yo no he buscado a nadie”. Falta de honestidad y
veracidad entre otras cosas. Aparte, autosuficiencia, etc.
2. La coraza de justicia (v.14b). Es
llevar a cabo cambios hacia lo correcto. Primero: honestos y veraces. Cuando
nos hemos descubierto nosotros mismos, hacer los cambios en cuanto a lo
correcto. Adquirir los hábitos buenos que antes no teníamos y dejar los malos.
Todo lo malo que hemos visto.
3. Disposición a proclamar el Evangelio de la
Paz (v.15). Estar dispuestos a anunciar la Buena Noticia que abre los ojos
de la gente. La gente no se va a convertir simplemente porque te vea vivir con
todo el amor del mundo y con todo el gozo del mundo, lo cual sería ¡un montón!
Pero eso serían ilustraciones. Hasta que predicamos el Evangelio, la gente no
puede convertirse. El amor y el gozo que vos mostrás en las relaciones
personales ATRAEN a la gente, pero NO LA CONVIERTEN. La convierte la Palabra de
Cristo. Tenés que predicar el Evangelio, no se puede creer si no se predica.
4. El escudo de la fe (v.16). Abrazarnos a
todo lo que la Biblia revela. El diablo te puede tirar una flecha encendida y
te puede decir: “qué gran ofensa te han
hecho en esta iglesia, cambiate de iglesia”. Pero vos tenés que abrazar la
Palabra de Cristo que te dice: “las cosas
se solucionan dentro de la familia”. No se solucionan escapándose de la
familia.
5. El casco de la Salvación (v.17a). ¿Qué
hace el casco? Protege. Tenemos que tener siempre sobre nuestra cabeza el hecho
de que Cristo ha resuelto nuestra situación judicial para siempre. Él pagó la
pena que nosotros merecíamos. Nuestra situación judicial está resuelta para
siempre. “No hay más ninguna condenación
para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1). Soy Salvado, tengo
seguridad de Salvación. El día que ofenda yo a mi Cristo, Él no me va a hacer
perder la Salvación. Me va a recontra azotar llegado el momento. Digo esto para
que no crean que se pierde la Salvación, pero para que tampoco crean que la van
a sacar “barata”.
6. La espada del Espíritu (v.17b). Que es
el conocimiento y el manejo de la Biblia.
Toda esa armadura
se coloca con la ORACIÓN. Pablo termina toda la lista y dice: “orando en el Espíritu Santo” (v. 18).
¿Cómo vamos a tomar estos recursos de Dios? ORANDO EN EL
ESPIRITU SANTO. Pedíselo a Dios.
Pedile a Dios ser veraz y honesto.
Pedile a Dios llevar cambios hacia lo correcto.
Pedile a Dios compartir el mensaje.
¿Quién se ha sentido identificado con alguno de los
quince puntos de lo que hablamos del “Día malo”? No se enfrenta con firmeza el
Día malo, ni con victoria, a menos que TOMEMOS LA ARMADURA DEL SEÑOR.
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