CINCO EXHORTACIONES SOBRE LA AUTORIDAD DE JESUS
Cinco exhortaciones sobre la autoridad de
Jesús
Síntesis del mensaje compartido por el Pastor
Diego Brizzio el 29/01/2017
IGLESIA CRISTIANA EVANGELICA “SIGUEME”
España 155 – Godoy Cruz – Mendoza –
Argentina
Descendió
Jesús a Capernaum, ciudad de Galilea; y les enseñaba en los días
de reposo. Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con
autoridad. Estaba en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu de
demonio inmundo, el cual exclamó a gran voz, diciendo: Déjanos;
¿qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has venido para
destruirnos? Yo te conozco quién eres, el Santo de Dios. Y Jesús
le reprendió, diciendo: Cállate,
y sal de él. Entonces el
demonio, derribándole en medio
de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno. Y estaban todos
maravillados, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es
esta, que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y
salen? Y su fama se difundía por todos los lugares de los contornos.
Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga, y entró en
casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le
rogaron por ella. E inclinándose hacia ella, reprendió a la
fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante,
les servía. Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de
diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos
sobre cada uno de ellos, los sanaba. También salían demonios de
muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él
los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el
Cristo. Cuando ya era de día, salió y se fue a un lugar desierto;
y la gente le buscaba, y llegando a donde estaba, le detenían para
que no se fuera de ellos. Pero él les dijo: Es
necesario que también
a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para
esto he sido enviado. Y
predicaba en las sinagogas de Galilea.
(Lucas
4:31-44 RV60)
I-RECONOZCAMOS LA AUTORIDAD DE JESUS
Tenemos que sorprendernos de la Autoridad de
Jesús
1- LA AUTORIDAD DE JESUS PARA ENSEÑAR
(v.31)
Que Jesús tiene Autoridad significa que Él
tiene el DERECHO, los RECURSOS y la LIBERTAD para hacer la Obra de
Dios.
Tres cosas sobre las cuales Jesús tiene
Autoridad, según este pasaje:
Sobre qué, en qué o para qué Jesús tiene
derechos, recursos, plena libertad?
a.Jesús tiene Autoridad para enseñar.
Implica que Él tiene autoridad para hacer que nosotros recibamos o
adquiramos verdades que hasta hoy no tenemos adquiridas. ¿Cuántas
nociones bíblicas hay que hasta el día de hoy no hemos adquirido?
Jesús tiene Autoridad, es capaz de, tiene poder para hacernos
adquirir verdades. ¿Cómo voy a aprender de estas cosas? ¿Cómo voy
a armarme de estos conocimientos? Cristo tiene la Autoridad para
hacernos adquirir verdades que hasta hoy no tenemos.
b.Jesús tiene Autoridad para hacernos tener
emociones y experiencias que hasta hoy no hemos tenido. En la
Cena del Señor hablábamos de poder percibir y abrazar la Gloria de
Dios. Tal vez Ud. no recuerda haber tenido esta experiencia. Él como
Maestro tiene la Autoridad puede hacernos tener esas experiencias.
Poder ver la Gloria de Dios, o de convertirnos de los ídolos a
Dios.
c.Jesús tiene Autoridad para hacernos
adquirir hábitos, conductas, actitudes que hasta hoy desconocemos.
Escuchamos muchas veces, que los cristianos tenemos que tener ciertos
hábitos. Escuchamos que según la Palabra tener ciertas conductas.
Uno dice: ¿Cómo voy a llegar a tener semejantes cosas? ¡No lo sé,
no tengo, no me sale! No tengo poder. Jesucristo como Maestro tiene
Autoridad para esto.
Todo esto es “ENSEÑAR”. Todo esto
le corresponde a Él como Maestro.
2-LA AUTORIDAD DE JESUS PARA LIBERAR DE LOS
DEMONIOS (vv.35 y 41)
En este pasaje (v.33) vemos a un hombre que
tenía un espíritu inmundo. Fíjense cómo lo llama. Y Jesús le
ordena y el demonio le obedece. Al ponerse el sol (vv.40 y 41) salían
demonios y Él los reprendía. Esto significa que Jesús ciertamente
tiene Autoridad sobre estos seres espirituales malos que se oponen al
Señor y a los seres humanos.
a.Jesús tiene Autoridad para liberarnos de
TODA tentación que los demonios nos ponen. Tal vez no toda
tentación proviene de los demonios, pero muchas de ellas, sí. Él
tiene poder para liberarnos de esas tentaciones.
b.Jesús tiene Autoridad también para
liberarnos DE LOS SISTEMAS DE PENSAMIENTO mentirosos, de las
mentiras, de los engaños, de los argumentos engañosos, falsos; que
los demonios han generado, instaurado en el mundo y nos influyen.
c.Jesucristo tiene Autoridad también para
liberarnos de la ofuscación, del entenebrecimiento mental que
por ahí los demonios influyendo de alguna manera sobre nosotros, nos
traen. ¿No se ha sentido alguna vez Ud. ofuscado, no me refiero al
humor, sino a la imposibilidad de pensar con claridad durante mucho
tiempo? Interpreto que muchas veces son ataques del demonio que
impiden poder ver con claridad verdades del Señor o actuar con poder
en el Nombre del Señor. Jesús también tiene autoridad para
liberarnos de ese embotamiento mental que algunas veces sentimos o
vivimos.
d.Jesucristo también tiene Autoridad para
expulsar a los demonios que algunas veces, con algunas personas,
en particular con los inconversos, ponen en el centro de operaciones
adentro de las personas. Hay demonios que ponen su centro de
operaciones en algún rincón del ser y desde allí alteran el normal
funcionamiento de la mente y del cuerpo de la persona. Esto se llama
algunas veces “posesión demoníaca”, que tal vez no debiéramos
llamarlo así. La Biblia nunca dice que alguien “estaba poseído”
por un demonio. Dice que “tenía” un demonio.
d.Cristo es capaz de liberar de las
manipulaciones que algunas veces hacen los demonios sobre las cosas,
sobre los acontecimientos y sobre las casas. Hay casas que ya sea por
la obra de algún brujo, o personas que por la obra de algún
hechicero, o acontecimientos que suceden por pactos, todo controlado
por demonios; Cristo tiene Autoridad para desbaratar y para cortar
toda acción demoníaca. La Palabra nos dice en este pasaje que
Cristo tiene Autoridad sobre los seres del ejército del demonio. Él
tiene pleno derecho, plenos recursos, plena libertad sin ningún
estorbo para obrar con ellos y desbaratar sus obras. De ahí que los
cristianos no deberíamos tener miedo de hablar de demonios y de
reconocer la existencia de los demonios. Lo que nosotros tendríamos
que hacer es acudir a la Autoridad, apelar a la Autoridad, invocar a
la Autoridad de Jesucristo. Responder en el nombre de Jesucristo.
3-LA AUTORIDAD DE JESUS PARA SANAR (v.39)
Sanó a la suegra de Pedro y a multitudes
poniendo las manos sobre ellos. Es decir que Jesucristo tiene
Autoridad, tiene pleno derecho, todos los recursos, plena libertad
para obrar para sanidad. Cualquiera sea la parte del cuerpo o de la
mente que está funcionando mal. Debemos hermanos saber de esta
Autoridad que tiene Nuestro Señor. Tu Señor, tu Salvador; mi Señor,
mi Salvador; tiene este completo derecho, completos recursos,
completa libertad para obrar en estos tres sentidos, por lo menos. Me
estoy acordando de otro pasaje que le tocará a otro maestro cuando
predique sobre Lucas. Cuando estaban en medio de la tempestad, que
Jesús calma la tempestad (Lucas 8:22-25). ¿Qué se preguntan los
apóstoles? “¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las
aguas manda, y le obedecen?” .Podríamos agregar, que
Jesucristo tiene Autoridad, sobre el mar, sobre el viento, la
naturaleza. La lluvia tiene que venir para apagar los incendios.
Jesucristo tiene autoridad sobre todas las cosas. Él mismo lo dijo:
“Toda potestad me es dad en los cielos y en la tierra”
(Mateo 28:18). Esta es una de las verdades que nosotros tenemos que
adquirir, incorporar, en nuestro sistema de pensamiento. El Cristo
que nos salvó, el Cristo que nos ama PUEDE CONTROLARLO TODO. Él
tiene todos los derechos, todos los recursos y toda la libertad para
obrar sobre todas las cosas.
Tendríamos que sorprendernos con la Autoridad
de Cristo. Estos pasajes dicen que escuchaban las enseñanzas de Él
y se quedaban con la boca abierta. Asombrados. Veían las sanidades
que hacía Él y se quedaban asombrados. Veían cómo expulsaba a los
demonios y se quedaban maravillados, sorprendidos.
Cuando nosotros nos informamos de la Autoridad
de Cristo, deberíamos quedar con la boca abierta. Creerlo y
sorprendernos, tener una reacción emocional afín, apropiada.
Jesucristo tiene plena potestad, en el cielo, en la tierra, de las
cosas más grandes hasta los detalles más pequeños.
II-RECONOZCAMOS LA IDENTIDAD DE JESUS (v.36)
Dice el pasaje: “estaban todos
maravillados, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es
esta, que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y
salen?”
Ante el asombro por la Autoridad de Jesús,
¿qué hacía la gente? Decía: “¿quién es éste que tiene tal
autoridad?”. Está muy bien, pero fíjense si se contestan a sí
mismos. Por lo menos en este pasaje la gente no se contesta, no se
dan ninguna respuesta cierta, no llegan a ninguna conclusión cabal.
¿Quiénes son los que conociendo la Autoridad
de Cristo llegan a una conclusión correcta, en relación con la
identidad de Jesús? LOS DEMONIOS.
Muchas personas se tuvieron que pasar varios
sábados escuchando las enseñanzas de Jesús en la sinagoga. La
persona que tenía el demonio debió haber ido todos los sábados.
Pero llegó un momento de que escuchando esta enseñanza, con tanta
Autoridad el espíritu maligno, el demonio, termina diciendo: “¡Yo
sé quién sos!, ¡Sos el Santo de Dios!” (v.34). Seguramente
el demonio odia a la persona en la que estaba y también a Jesús.
Pero tenemos que admitir que saca la conclusión correcta a partir de
la Autoridad de Cristo. A partir del poder que Cristo está
manifestando. Y los otros demonios que aparecen más abajo al
ponerse la tarde, salen de muchos y dice que salen vociferando “¡Tú
eres del Hijo de Dios!” (v.41).Al ver la Autoridad de Cristo,
no podía ser otro sino el Hijo de Dios. Mientras los habitantes de
Capernaum se preguntan quién será Jesús, pero no llegan a ninguna
conclusión, los demonios caen en la cuenta de que Jesús es el Hijo
de Dios.
¿Qué enseñanza nos dejan estos pasajes?
Obviamente que no es ¡qué buenos que son los demonios! ¡NO! ¡Nada
que ver! La enseñanza que nos deja todo esto es que nosotros los
seres humanos ¡SOMOS DUROS! ¡Somos torpes, somos ciegos, reacios,
rebeldes, para reconocer que alguien que tiene semejante Autoridad es
el Santo de Dios! El Hijo de Dios, el que viene de parte de Dios para
obrar en nuestro favor, para ayudarnos. Nosotros no podemos sacar la
diferencia tan sencilla, tan lógica, tan inteligente; si Jesús
tiene tal Autoridad, puede enseñar, si puede liberar de demonios, si
puede liberar de enfermedades, Él es el Hijo de Dios. El que viene
directamente de Dios, el que viene a hacerte bien. El Mesías, tu
Salvador.
En realidad, entre la AUTORIDAD de Jesús y la
IDENTIDAD de Jesús, hay entre ellas una relación circular. Al saber
de la Autoridad de Jesús, tenemos que concluir que Él es el Hijo de
Dios. Porque nadie que no venga directamente de Dios puede tener esta
Autoridad si no es el Hijo de Dios. ¿Por qué una relación
circular? Porque no importa desde qué punto podemos empezar. Si
sabemos que Él es el Hijo de Dios tenemos que inferir, concluir
también que tiene Autoridad para todas las cosas. Este pasaje
empieza con la Autoridad de Dios. Mostró su poder para que la gente
se diera cuenta de quién era.
Y los fariseos y los escribas tuvieron la
arrogancia, la impertinencia de decir: “éste hace estas obras
con el poder de Beelzebú, el príncipe de los demonios”(Lucas
11:15). Tal era la dureza, la rebeldía, la soberbia de esta gente.
Tal vez el pecado imperdonable (atribuir al demonio las obras del
Espíritu Santo). Y Jesús les dice: “¡Qué raro que Satanás
se ponga en contra de sus propios súbditos!” Saquen la
conclusión: si yo hecho a los demonios y estos salen, entonces, AQUÍ
ESTÁ EL QUE TIENE TODA LA AUTORIDAD DE PARTE DE DIOS. Pero esta
gente era tan dura que no quería sacar esa conclusión.
Y nosotros somos duros.
III-COLABOREMOS CON LA POPULARIDAD DE JESUS
(v.37)
Dice el pasaje: “Y su fama se difundía
por todos los lugares” ¿Cuál fue la conducta natural de los
habitantes de Capernaum cuando quedaron asombrados, y cuando quedaron
maravillados por Jesús? ¡Transmitirlo! ¡Hacer correr la noticia!
Se “viralizó” usando los términos actuales.
Nosotros estamos asombrados por Jesús, por su
AUTORIDAD, y si reconocemos la IDENTIDAD de Jesús. Si vos realmente
creés, que Jesús tiene Autoridad para enseñar, para sanar, para
liberar de demonios; si vos estás convencido desde lo profundo de tu
corazón que Él es el Hijo de Dios… ¡NATURALMENTE DEBERIAMOS
HACER CORRER LA BOLILLA!
Chismear es hacer correr la bolilla mala. Pero
cuando hay algo bueno, como la Autoridad de Cristo, como la Identidad
de Cristo tenemos que hacer correr la bolilla. Tenemos que
divulgarlo, tenemos que publicarlo, tenemos que contarlo, tenemos que
comentarlo NATURALMENTE. Lo hacemos normalmente con muchas otras
cosas: alguna noticia que nos mueve; algún chiste que nos gusta;
algún producto que nos dejó satisfechos; algún personaje que ha
hecho algo raro, algo bueno. Lo mismo tendríamos que hacer con la
Autoridad de Cristo y con la Identidad de Cristo. Si nos SORPRENDE,
si nos MARAVILLA, tendríamos que hacerlo correr.
¿Por qué nos cuesta hablar naturalmente de
Jesús? Porque no hemos experimentado sorpresa y maravilla. Si no,
saldría con naturalidad. Vos no podrías hablar de nada que admirás.
Yo no podría dejar de compartir algo de lo cual estamos orgullosos.
Si te maravilla Cristo, si te gloriás en Cristo, tendríamos que
hacerle la fama al Señor.
IV-ACUDAMOS A ESTE JESUS (vv.38, 40)
“La suegra de Simón tenía una gran
fiebre; y le rogaron por ella” (v.38) y “todos los que
tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él”
(v.40).
Vimos que Jesús se hizo la fama. Cuando todo
el pueblo se enteró de su Autoridad ¿Qué pasó? VINIERON A ÉL,
ACUDIERON A ÉL. Vinieron a Él, trajeron a los suyos, vinieron con
su necesidad.
Cuando nosotros le hacemos a Jesús la fama,
cuando nosotros predicamos lo que es capaz de hacer, su soberanía,
su amor, alguno de la gente que escuche, va a querer venir. Se va a
sentir motivada para venir a Jesús con su necesidad. Algún amigo a
quien vos le contés, algún pariente a quien vos le comentés, quién
es Jesús y qué puede hacer, va a sentirse movido para acercarse a
ese Jesús.
Nosotros también tenemos que interceder por
los que están en necesidad. ¿Hay alguien que necesita ser
enseñado, algún pariente, algún amigo, nuestro cónyuge, nuestro
hijo, necesita adquirir verdades, incorporar nociones bíblicas?
Oremos al Señor, intercedamos por él.
¿Algún allegado nuestro necesita liberación
de las fuerzas demoníacas? Intercedamos por él.
¿Algún allegado nuestro necesita sanidad de
su cuerpo, de su mente? Intercedamos por él.
Acudamos a este Cristo, que tiene Autoridad,
que es el Hijo de Dios.
Nosotros mismos acudamos a Jesús. Conociendo
su fama, nosotros mismos acudamos a Jesús.
Esta doctrina de la que hablan en la Palabra.
Este texto que no puedo entender, enseñámelo Señor.
Veo tan raro este vocabulario de la Biblia vos
tenés Autoridad para enseñar, ayudame a entender.
Esta emoción que no tengo, este perdón de los
pecados, este alivio de la conciencia, del que hablar y que no tengo,
yo quiero tener esta experiencia de purificación de la conciencia,
Señor.
¿Hay alguien aquí que quiere tener el perdón
de los pecados y nunca lo ha logrado? Jesús tiene Autoridad para
perdonar los pecados, porque murió en la cruz, porque resucitó de
entre los muertos. Acudí a este Cristo que tiene Autoridad para dar
el perdón de pecados.
¿Alguno de nosotros ha querido adquirir un
hábito, alguna conducta que ha ha podido a pesar de los mil
intentos? ACUDÍ a este Jesús.
¿Querés dejar de fumar, porque te hace mal?
¿Querés dejar de tomar, dejar la adicción a la pornografía, dejar
de ser violento? ¿Ser tierno, ser amable, ser atento? ¿Cómo vas a
hacer esto? VENÍ A JESÚS, ÉL TIENE AUTORIDAD para hacerte adquirir
actitudes y conductas que nunca has tenido, hábitos que nunca has
tenido. Pero hace falta venir a Jesús con FE. Porque Él tiene la
Autoridad, Él es el Hijo de Dios. TENEMOS QUE ACUDIR A ESTE JESUS.
V-PERMITAMOS QUE ESTE JESUS LLEGUE TAMBIÉN
A OTROS (vv. 42 y 43)
“y la gente le buscaba, y llegando a
donde estaba, le detenían para que no se fuera de ellos.
Pero él les dijo: Es necesario que también
a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios”
Permitamos, roguemos, digámosle al Señor, vé
a otros lugares para darte a conocer quién sos, hacete la fama
también en otro lugar, en otras ciudades, en otras naciones que aún
no te conocen. Jesús tiene que ser predicado en todas partes.
Reconozcamos la Autoridad de Jesús,
reconozcamos la Identidad de Jesús, colaboremos con la popularidad
de Jesús, acudamos a este Jesús y permitamos que este Jesús llegue
también a otros.
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