“Hay cambios que no dependen de vos, pero otros sólo se producirán por tu decisión”.
¡SIN EXCEPCIONES!
La peor tragedia es que el mal se nos haga común. Si no reaccionamos a tiempo, poco a poco lo anormal se convierte en normal. La excepción de hoy, es la norma de mañana. Es hora de que sostengamos La Verdad, para eso, el cambio debe comenzar en nosotros, en vos, no nos dejemos arrastrar, no permanezcamos insensibles e inactivos ante la mentira. Que hoy la mentira sea algo muy común, no significa que sea normal. Para mantenernos en la buena carrera de la vida, tenemos que fijar nuestra mirada en La Verdad de Dios, centrándonos en Su Palabra, en sus promesas…, ella es nuestra guía y nuestra fuente de vida. Pero para esto requerimos de DISCIPLINA, ese conjunto de normas, que ordena y organiza el comportamiento y la conducta del ser humano. Cuando caminamos en La Verdad, nuestro hogar es bendecido, por este motivo, NO debemos sumarnos a la corrupción, a la mediocridad, a la falta de integridad…, esto nos envenena y envenenamos nuestra familia y nuestra ciudad. No podemos aceptar como normal la anormalidad en que vivimos. Dios nos dice en el libro de Proverbios 10:9 – 11:3 y 20:7…:
"El que camina en integridad anda confiado; mas el que pervierte sus caminos será quebrantado".
“La integridad de los rectos los encaminará; pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos".
“Camina en su integridad el justo; Sus hijos son dichosos después de él”.
La mentira es un pecado y te convierte en pecador. La mentira es un virus espiritual sembrado por el diablo y si el virus entra en tu hogar, todos quedaran contaminados. Hoy escuchamos a muchas personas aprobando, compartiendo y afirmando como “verdades y libertades” cosas que escandalizan y son los medios masivos de comunicación las herramientas que se prestan para la exhibición de las vilezas humanas, con el solo afán de buscar “rating, ventas o poder”, presentando con frivolidad el dolor y haciendo apología de costumbres, adicciones y valores absolutamente destructivos. Como hijos de un Padre que siente repulsión y dolor por estas cosas, debemos decir basta a presentar como normal, lo anormal y de instalar como un “moderno modelo social”, lo que debería ser nuestra vergüenza como ser humano. Cada día oramos por una familia transformada para bien y en esto debemos entender que Dios respalda desde los cielos toda acción a favor de su Verdad sobre la tierra. “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. (Efesios 4:25)
Muchas personas sienten gran satisfacción al verse parecidos a sus padres, aunque para otros podría llegar hasta ser un insulto. Lamentablemente hay muchos hijos que sufren por el triste ejemplo que recibieron de sus padres y si bien hemos heredado rasgos y caracteres de nuestros antecesores, no estamos destinados a seguir el mismo camino. Puede ser que nuestros padres vivieron una vida de desorden, ya sea por ignorancia, por falta de buenos consejeros, por razones económicas, etc., sea cual fuere la razón, esto no debe de condicionarme a vivir una vida en la Verdad, de hecho, si estoy leyendo o escuchando esto, significa que Dios quiere que seas un buen hijo suyo.
Claro ejemplo está en la vida de Josías, quien llego a ser rey de Jerusalén a los 8 años; su padre Amón fue un rey malvado al igual que su abuelo Manasés, por esto el pueblo tenía muy malas expectativas de Josías porque pensaban que sería igual o peor rey que su padre y abuelo, de hecho, ésto ya era algo común en este linaje, pero podemos observar que él decidió seguir los caminos y las leyes de su padre celestial. “El hizo lo recto ante los ojos de Dios, y anduvo en todo el camino de David su padre, sin apartarse a derecha ni a izquierda.” (2 Reyes 22:2)
No tenemos por qué repetir los errores de nuestros antepasados y ver a las mentiras del mundo como algo normal, comencemos la nueva Generación como Hijos de La Verdad, sabiendo que el Señor es fiel para aquellos que guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones.” (Deuteronomio 7:9)
Que tengas un muy buen fin de semana.
Un abrazo.
Comentarios
Publicar un comentario
Tu comentario nos interesa