El hombre tanque

El hombre tanque
Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com

The unknown rebel” o “The tank man” (El rebelde desconocido o El hombre tanque), tal como se lo conoció al hombre que se volvió internacionalmente famoso al ser grabado y fotografiado de pie, frente a una línea de tanques durante la revuelta de la Plaza de Tian’Anmen el 5 de Junio de 1989 en la República Popular China. Tres fueron los fotógrafos que captaron la escena desde los balcones del Hotel Beijing, junto a la plaza de Tian’Anmen, a unos 200 metros de la escena: Charlie Cole, para Newsweek; Stuart Franklin, para Time y Jeff Widener, para Associated Press. La Policía china hizo allanamientos y confiscó materiales y equipo de los reporteros, sin embargo Jeff Widener logró ocultar el rollo de su cámara y pudo transmitir la foto a su agencia. La imagen dio la vuelta al mundo en pocas horas. Fue titular en cientos de periódicos, noticieros y revistas de todo el planeta.

El hombre se mantuvo solo y de pie, con una bolsa en cada mano, mientras los tanques avanzaban hacia él. El tanque que encabezaba la columna intentó esquivarlo, pero el hombre se interponía una y otra vez en su camino con una tenacidad y voluntad inusitadas. El incidente tuvo lugar en la Cháng An Dà Jie, curiosamente traducido como "Gran Avenida de la Paz Eterna", a unos 200 metros de la plaza Tian’Anmen.

Un joven poniendo en riesgo su vida oponiéndose a un escuadrón de tanques de guerra sin más armas que una bolsa en cada mano, su coraje y determinación.

Un reportero retratando la escena, enfrentándose a la policía china sin más armas que su cámara fotográfica, su coraje y determinación.

David, enfrentándose a Goliat sin más armas que su honda y sus piedras, su coraje, su determinación, pero fundamentalmente, SU FE (I Samuel cap. 17).

Me produce escalofríos sólo pensarme, vagamente imaginarme en medio de la Gran Avenida de la Paz Eterna ante una columna de tanques de guerra avanzando resueltamente hacia mí.

El autor de la famosa foto ante la policía china; el joven que se enfrentó a la columna de tanques a riesgo de perder su vida; David ante Goliat; todos seres humanos, como tú, como yo. No me parece nada descabellado pensar en que de alguna manera hubo temor en ellos al enfrentarse a la muerte.

Sin embargo, es en esta vida, en este mundo, durante nuestro tránsito hacia la Eternidad, donde constantemente nos hallamos en medio de la Gran Avenida de la Paz Eterna ante los tanques de las huestes de maldad de las regiones celestes (Efesios cap. 6). Sólo una honda y cinco piedras, tal vez una bolsa en cada mano, tal vez una cámara fotográfica, o tal vez una escoba, no lo sé. Cualquier cosa puede estar entre nuestras manos, mientras sea la fe lo que le dé vida y sirva a los propósitos de Dios. PERO NO, NUESTRA PROPIA FE. Esa fe es fluctuante y flaquea. ES ESA FE QUE PROVIENE DE DIOS, de la que hablo.

En esta Gran Avenida de la Paz Eterna, que dicho sea de paso, de paz muy poco tiene; muchas veces cada luz que se enciende proyecta más sombras que luces. Épocas en las que ves derrumbarse tu vida ante ti junto con todos tus sueños. El espíritu de orfandad y abandono hace sentir su helada presencia cual puñal en el espíritu en forma tangible, evidente. El camino llega a un callejón sin salida y en el horizonte no se divisan más que muros y ningún puente.

Enfrente lo que sea, aunque sea con miedo.” (Joyce Meyer)

Cuando extenuado exclamas ¡Hasta acá llegué!, la incertidumbre y el temor hacen estragos y hay más dudas que certezas, me consuela e infunde ánimo saber que nuestro amado Papá Dios, pase lo que pase, nos ha provisto de todo lo que necesitamos para pararnos con determinación ante la columna de tanques de los gobernadores de las regiones celestes.

David venció al gigante y sobrevivió. El joven chino desconocido que se enfrentó a los tanques fue retirado de la escena por fuerzas policiales, pero sobrevivió. El fotógrafo que captó la escena, pudo abandonar China y vivir para disfrutar los premios de su osadía. Pero no siempre las cosas terminan así. Dios no trata de la misma manera con todas las personas. Muchos son los cristianos que han dejado sus vidas a lo largo de la historia.

Tú, sigue siendo fiel a la voz de Dios, aunque todo lo veas totalmente al reves...
Fiel aunque la luz del sol no la veas en tu horizonte...
Fiel aunque las tormentas arrecien con su fuerza...
Fiel aunque sientas que los problemas te han tragado...
Se fiel, pues Dios en su tiempo obrara a tu favor...”
José Alfredo Liévano

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

(Juan 16:33 RV60)

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