Imposibles

Imposibles
Por: Luis Caccia Guerra
Originalmente escrito para: www.mensajesdeanimo.com
Autorizado para ser publicado en:

Cuando era un pequeño niñito soñaba con una novia, con una familia, con hijitos… Luego, cuando crecí y me convertí en un joven, lejos de haber resultado fortalecido ese sueño; no sólo fue disipándose con el tiempo, sino que también gruesos nubarrones de tormentas y días grises fueron ahogándolo.

Tenía dieciocho años y ya no quería vivir más. No tenía proyectos de vida, esperanzas, ni incentivo de ninguna clase. Y cuando digo: “No quería vivir más” es absolutamente literal. Muy lejos estaba de mi vida en ese entonces, aquel bonito sueño de mi niñez.

Fue por esa época, en que conocí a Jesús como mi Salvador y El tuvo a bien devolver a mi vida sueños rotos y esperanzas hechas añicos.

No obstante, desde ese momento, ocurrido a fines de 1980, mucha agua tuvo que pasar aún por debajo del puente, hasta que por fin comenzara a creer que sí podía, que una esposa, que una familia que un hijito aún podían ser un sueño hecho realidad en mi vida.

Varios años después, conocí a la chica que se convertiría en mi esposa. No tenía en mente ni en mi corazón “un molde”, un “patrón” previamente fijado. Cuando veía a una chica, sin importar sus virtudes y defectos, no podía decir “esta es la chica que quiero para mi vida”. De hecho, cualquiera podía serlo. Era lo que Dios pusiera en mi camino, no me importaba su aspecto físico, con tal de que pudiera ser mi “otra parte”. Pero debo confesarles algo: cuando la ví por primera vez estuve muy lejos de pensar que “tal vez esa chica nueva” en la iglesia…

Pasó el tiempo. Fue un proceso largo, duro y doloroso, que aún no termina. Muchos cambios tuvieron que sucederse. Hasta tal punto que tuve que tirar abajo todo lo hecho en mi vida y comenzar a edificar literalmente desde cero.

Hoy, veintidós años han transcurrido desde que “tal vez esa chica nueva en la iglesia…” y quien esto escribe decidieron delante de Dios unirse y comenzar una vida juntos, hasta que la muerte nos separe.

Hoy veo a quien ahora no solamente es mi esposa, mi compañera; sino también mi otro yo, la parte que completa mi ser. Hoy veo a quien no sólo es nuestra hija, sino también ese “angelito” que un día golpeó a las puertas de nuestro hogar para iluminarlo con la dulce lucesita de su vida. Con todo ello, no sólo veo sueños cumplidos; también comprendo que para los que creen TODO LES ES POSIBLE .

A tal punto es esto, que si tienes un sueño y también temor en tu corazón de que no lo vas a poder lograr -como en los primeros años de juventud de quien esto escribe- efectivamente va a ser así. Si por el contrario, estás convencido/a de que Dios quiere bendecir tu vida, sólo toma los fracasos y caídas como aprendizaje y entrenamiento para llegar a tu sueño.

“Una fe sana cambia el miedo por la fe. Miedo es fe en reversa: fe en lo negativo, en lo malo, y funciona porque es fe. TODO LO QUE ES FE FUNCIONA”.
(Bernardo Stamateas)

Aviso legal: La imagen que ilustra el presente artículo es original de http://www.mensajesdeanimo.com/

Comentarios

Entradas más populares de este blog

UNGES MI CABEZA CON ACEITE...

El poder del ayuno

CUANDO TE LLENAS DE DIOS...