En el amor no hay temor
Por: Luis Caccia Guerra para www.devocionaldiario.com A poco de mi conversión, el pastor me invitó a leer una porción de las Escrituras desde el púlpito, delante de la congregación. ¡Qué emoción! En realidad, ya conocía, ya había tenido la oportunidad de experimentar esa sensación de estar delante de mucha gente leyendo algo. Durante mis años en la escuela elemental y luego en alguna celebración en la escuela secundaria (preparatoria). Pero en la Iglesia, era la primera vez y eso le daba un toque muy especial al evento. ¡Si hoy viniera el pastor a ofrecerme una oportunidad como esa -cosa que dudo que haga- seguro le diría que no! Recuerdo que aquella vez, vencido ese pequeño temor y nerviosismo del principio, leí mi porción bíblica con claridad y sin problemas. Pero algo raro que no podía discernir estaba sucediendo. Era más que una lectura. En otras iglesias tuve la oportunidad, inclusive, de dar el sermón del domingo a la noche muchas veces. Pero nunca fue lo mismo. A