LOS REYES MAGOS - Ni tres, ni reyes, ni magos
Por: Josué Blasco
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Quisiera que hoy
nos centráramos en el rol que tuvieron los personajes quizá menos predicados
del pesebre. Los “magos”. Así como Lucas es el único que
habla de los pastores, Mateo es el único que menciona a unos “sabios del
Oriente”. Tal vez sean, o no, los menos predicados, pero seguro son los
personajes del pesebre que más se han caricaturizado a lo largo de la historia.
Es decir, los “tres reyes magos” que podemos ver en el pesebre de una vidriera
o en un centro comercial regalando caramelos, están muy lejos de lo que fueron
los sabios del Oriente que llegaron para adorar a Jesús. Pero, si el relato de
Mateo no dice que fueron tres, no dice que fueron reyes, ni dice que fueron
magos (magos como los magos que conocemos hoy), ni mucho menos que se llamaban
Melchor, Gaspar y Baltasar ¿por qué hoy la mayoría de la sociedad los ve así?
En lo personal creo que, como iglesia, no hemos sabido valorar lo que Mateo
quiso enseñarnos cuando escribió ese detalle del nacimiento de Jesús.
Ni tres, ni reyes, ni magos. (lectura de Mateo
cap. 2:1-12)
Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey
Herodes, vinieron del oriente a
Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde
está el rey de los judíos, que ha
nacido? Porque su estrella hemos visto
en el oriente, y venimos a adorarle.
Oyendo esto, el rey Herodes se
turbó, y toda Jerusalén con él. Y
convocados todos los principales sacerdotes,
y los escribas del pueblo, les
preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú,
Belén, de la tierra de Judá,
No eres la más pequeña entre los príncipes de
Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel. Entonces Herodes,
llamando en secreto a los magos,
indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de
la estrella; y enviándolos a Belén,
dijo: Id allá y averiguad con
diligencia acerca del niño; y cuando le
halléis, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore.
Ellos, habiendo oído al rey, se fueron;
y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de
ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al
ver la estrella, se regocijaron con muy
grande gozo. Y al entrar en la casa,
vieron al niño con su madre María,
y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro,
incienso y mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no
volviesen a Herodes, regresaron a su
tierra por otro camino. (Mateo 2:1-12
RV60)
Enfoquémonos en
la actitud de estos personajes.
Quienes son los Sabios: Hombres interesados en sueños, astrología, magia,
libros con referencia al futuro. Podrían haber sido sacerdotes como los del
imperio babilónico en la época de Daniel.
Quién era Herodes: Era el rey de Judea, nombrado así por el imperio
romano. Ejerció un gobierno bastante favorable para los judíos, pero le
molestaba que muchos lo vieran como un usurpador del trono. En los últimos 4
años de su vida estuvo muy enfermo y paranoico al punto de matar a su esposa
preferida y dos de sus hijos por temor a perder el poder.
Quiénes eran los sacerdotes: eran los encargados de llevar a las personas
a adorar a Dios por medio de los sacrificios.
Quiénes eran los maestros de la ley: Eran los encargados de dar a conocer a
Dios mediante la ley. Enseñaban la ley y la hacían cumplir.
1. El que ha nacido Rey de los judíos. Para los sabios el nacido ya nació siendo
rey de los judíos, no algo que se le conferiría más adelante. Ese fue el título
que tuvo en la cruz (Mt 27:37). El estar en un pesebre no le quitó divinidad,
el nacer en una ciudad muy pequeña no le quitó su realeza. Herodes es el actual rey, pero alguien más ya ha nacido rey. No alguien
que lo suplantará, sino alguien que ya es rey para estos extranjeros. Él
nació siendo rey. Herodes está preocupado y toda Jerusalén con él. No porque
por la pena de ver reemplazado a Herodes ni porque fueran poco receptivos con
la venida del Rey Mesías. Sino porque sabían que cualquier pregunta como la de
los sabios daría como resultado más crueldad de parte del enfermo Herodes, cuya
paranoia lo había llevado a asesinar a su esposa favorita y a dos de sus hijos.
2. Los escribas y los jefes de los sacerdotes dan una respuesta acertada.
En el vs 6 Mt. Cita algo parecido a Miq 5:2-4 y 2Sam 5:2. A pesar del
conocimiento de las Escrituras y la profecía, ninguno de estos líderes
religiosos se molestó en ir a averiguar sobre el nacimiento del Mesías. Se hicieron el tiempo para ver a Herodes,
pero no fueron a ver a Jesús.
3. Los sabios salieron confiando en la
sinceridad de Herodes de querer adorarlo, pero cuando les pregunta por la
fecha, ya tenía planeado matar a los niños de Belén (vs. 16). La confianza que
se ganó era tal que no los envía con escoltas. El también confió en ellos, pero
para nada esperaba la intervención divina. Herodes, como representante de los
reyes de la tierra, quiere destruir a Jesús, representante del reinado divino.
4. La adoración de los sabios hace
referencia a Sal 72:10-11 e Is 60:6. El énfasis recae en el reconocimiento que
le dan los gentiles.
5.
Los sabios son sensibles a la voz de Dios y no vuelven por el mismo camino.
Conexión
Mateo sabía que el AT se burla de los
astrólogos y prohíbe la práctica (Is. 47:13-15; Dn 1:20; 4:7; 5:7; Jer
10:1-2). Mateo no la condena ni la autoriza. En vez de eso contrasta el entusiasmo
de los sabios para adorar a Jesús, a pesar de su conocimiento limitado, con la
apatía de los líderes judíos y la hostilidad de la corte de Herodes, todos
ellos tenían las Escrituras para informarse.
El conocimiento formal de la Biblia no lleva a saber quién
es Jesús; así como el Dios soberano obró a través del decreto de Cesar que se
realizara un censo para asegurar el nacimiento de Jesús en Belén y cumplir la
profecía (Lc 2:1), el Señor usó soberanamente los cálculos de los sabios para
producir la situación que describe el pasaje.
Aplicación
1. ¿Cuál es mi actitud ante la persona de
Jesús?
Si el ser hijo de Dios y venir a la iglesia me lleva a
pensar que tengo todo resuelto en mi relación con Dios, y me olvido de mis
pecados, de buscarlo humildemente y rendirle homenaje con todas las áreas de mi
vida, Hay algo que no he aprendido. Salvo
siempre salvo, pasaje al cielo.
Si estamos viviendo
una vida centrada en la religiosidad, se nos van a pasar por delante los
mejores planes que Dios tiene para nuestra vida. No vamos a poder ser capaces
de ver lo que Dios tiene para nosotros.
Si los sabios hubieran
adorado a Herodes, seguro hubieran recibido regalos y favores. Pero ellos están
interesados en adorar al verdadero rey, aunque sea un niño pobre que nada pueda
ofrecerles.
¿Qué cosas me están distrayendo de poder adorar a Dios
genuinamente?
¿Lo estoy reconociendo como rey en todas las áreas de mi
vida?
¿Estoy siendo fiel a lo que el Señor me ha confiado, lo que
he conocido de él?
2.
¿Estoy
siendo sensible a la voz de Dios? Dios es creativo y puede usar cualquier
cosa para hablarnos. Dios puede hacernos sentir la necesidad de otros para
ayudarlos, puede guiarnos mediante un consejo de alguien espiritualmente
maduro, etc. Dios se revela a quienes lo
buscan genuinamente y son obedientes a su voz.
3.
Jesús
quiere ser rey no solo de los judíos sino de todos los que lo buscan con una
actitud de adoración y reconocimiento.
Llevar regalos a un superior era de mucha importancia en el
Antiguo Oriente (Ej. Gn 43:11 -los hermanos de José le llevan regalos-). Los
regalos eran recíprocos. Así como los gentiles le entregaban estos regalos
costosos y poco comunes, el Mesías entregaría la Salvación al mundo. Quizá
estos regalos costearon el viaje a Egipto.
La historia nos llama a identificarnos con una de las tres
reacciones que vemos aquí ante la presencia del Hijo de Dios en el mundo:
·
Herodes: Los que deciden rechazar explícitamente
a Jesús. Los que no quieren salir de su comodidad y tienen miedo.
·
Los escribas y sacerdotes: Los que son apáticos.
Les da lo mismo. Quizá creen y vienen a la Iglesia, pero han perdido el interés
por lo que Dios está haciendo y quiere hacer, son los que se están perdiendo de
conocer a Dios más y se les pasan por delante las cosas más grandes. Están
cómodos con lo que conocen. Les ha ganado la religiosidad.
·
Los sabios: a pesar de no ser judíos y ser
paganos, reconocen a Jesús como rey de los judíos y lo adoran. No saben mucho
acerca de su nacimiento, pero se las rebuscan para encontrarse con él sea como
sea. Tienen deseos de adorarlo.
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