OBEDECER A DIOS ANTES QUE A LOS HOMBRES
Obedecer a Dios
antes que a los hombres
Síntesis del mensaje compartido por Daniel Villamarín el
16/09/2018
Iglesia Cristiana
Evangélica “Sígueme”
España 155-Godoy Cruz-Mendoza-
Argentina
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Cuando vos y yo llegamos a Cristo, recibimos el perdón de
pecados, suceden varias cosas, pero una de ellas es que nos alistamos para el
Servicio del Rey. Porque el Señor Jesucristo nos compra con su sangre, nos saca
de las tinieblas, nos coloca en un lugar de luz, pero también nos anota como
SOLDADOS DE CRISTO. Hemos sido comprados para servirle a Él, para estar a sus
órdenes, para obedecerle. Cuando el soldado está cumpliendo con su servicio, más
allá del aprendizaje, de las cosas que tiene que hacer, está preparándose para
una guerra. Tiene que saber que si
entrara en un conflicto, en una guerra, es muy posible que sufra heridas, y es
muy posible que pierda su vida.
Lo mismo pasa con nosotros, que no solo somos Hijos de
Dios, sino que también somos SOLDADO DE CRISTO.
Casi todos sabemos aquí la situación en la que se
encuentra nuestro país en cuanto a leyes. Todo esto tiene un efecto final de
persecución a la Iglesia de Cristo. Entre ellas, la ley que hoy se debate, la
Ley de “EDUCACIÓN SEXUAL”. El tema es
realmente muy bravo. Todo lo que se quiere cambiar, lo que se quiere hacer, lo
que se quiere llevar a las aulas desde el nivel inicial, hace que la Iglesia de
Cristo tenga que estar atenta, preparada, porque es una forma de persecución.
Es una forma de “apriete”, de ponernos contra la pared, porque si es una ley,
hay que cumplirla.
Hace un tiempo atrás, se discutía el tema del ABORTO. Por
ahora ha quedado ahí. Pero uno de los legisladores le echó la culpa a las
iglesias, católicas y evangélicas de que jugamos con la conciencia de la gente.
Que todo lo que se predica le hace mal a
la gente.
Nosotros NO JUGAMOS con la conciencia de la gente.
Nosotros ABRIMOS LA CONCIENCIA de la gente sobre lo que es PECADO, sobre lo que
DIOS QUIERE y lo que DIOS NO QUIERE. Contra esto, hay iglesias y pastores que
han sido objeto de duras agresiones. ESTO ES PERSECUCION. Tenemos hermanas y
hermanos maestros, docentes, profesores, alumnos que ya de alguna manera están
sufriendo este “apriete” por su condición de cristianos.
¿CÓMO LA IGLESIA
DE CRISTO ESTÁ PARA RESPONDER A TODO LO QUE SE NOS AVECINA SI TODAS ESTAS LEYES
QUE SE ESTÁN DEBATIENDO SE LLEGAN A IMPLEMENTAR?
Según esta nueva legislación, nuestros maestros y
profesores no van a poder ejercer defensa alguna y van tener que aceptar y
enseñar todo lo que les baje su Organismo de Dirección.
Es cierto que por el momento, no sufrimos que vengan y
nos cierren el lugar, nos quemen los templos, vayamos presos o nos maten. Pero
sí hay otro tipo de persecución y tenemos que estar preparados.
En Hechos cap. 3 dice que Pedro y Juan subían al templo a
adorar a Dios, y había allí un hombre que no podía caminar, que vivía de lo que
le daban aquellos que iban al templo. Y
Pedro le dijo “no tengo plata, no tengo oro, pero de lo que tengo te doy. En el
Nombre de Cristo levantate, caminá, viví la vida”. Dios hizo el milagro, el
hombre pudo caminar, su vida fue cambiada y este hombre alababa a Dios por lo
que había hecho. Pero el sistema religioso puso sus ojos en estos creyentes y
comienza el tema del “apriete”.
"¿Qué vamos a hacer
con estos sujetos? Es un hecho que por
medio de ellos ha ocurrido un milagro evidente;
todos los que viven en Jerusalén lo saben, y no podemos negarlo. Pero para evitar que
este asunto siga divulgándose entre la gente,
vamos a amenazarlos para que no vuelvan a hablar de ese nombre a
nadie." Los llamaron y les ordenaron terminantemente que dejaran de hablar
y enseñar acerca del nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan replicaron: ¿Es justo delante de Dios obedecerlos a
ustedes en vez de obedecerlo a él?
¡Júzguenlo ustedes mismos! Nosotros no podemos dejar de hablar de lo que
hemos visto y oído. (Hechos
4:16-20 NVI)
Los condujeron ante el Consejo, y el sumo sacerdote les reclamó: Les
hemos prohibido terminantemente enseñar en ese nombre. Sin embargo,
ustedes han llenado a Jerusalén con sus enseñanzas, y se han propuesto
echarnos la culpa a nosotros de la muerte de ese hombre. ¡Es necesario obedecer
a Dios antes que a los hombres! respondieron
Pedro y los demás apóstoles. (Hechos
5:27-29 NVI)
En el medio hubo un hombre conocedor de la Ley (Gamaliel),
quien les advirtió: “tengan mucho
cuidado. Si esto es cosa de hombres, pronto va a pasar. Pero si este asunto es
de Dios, tengan cuidado porque están luchando contra Dios.” (Hechos 5:38 y 39)
Entonces llamaron a los apóstoles
y, luego de azotarlos, les ordenaron que no hablaran más en el
nombre de Jesús. Después de eso los
soltaron. Así, pues, los apóstoles salieron del Consejo, llenos de gozo por haber sido considerados
dignos de sufrir afrentas por causa del Nombre. Y día tras día, en el templo y de casa en casa, no dejaban de enseñar y anunciar las buenas
nuevas de que Jesús es el Mesías. (Hechos 5:40-42 NVI)
Satanás siempre ha querido callar la voz de la Iglesia.
Callar la voz de Dios. Cuando vamos a Génesis encontramos a Eva en aquél
encuentro en el que Satanás se presenta muy sutilmente. “¿Conque Dios te dijo…? No…! Viví la vida, tenés que probar, van a ser
abiertos tus ojos…” (Génesis 3:1-5).
Y ese mismo
mensaje, palabras más, palabras menos, es el que ha pasado a través de la
historia de la humanidad. Porque el objetivo principal de Satanás es sacar a
Dios de la vida de las personas.
Cuando la Iglesia comienza a predicar, cuando hay vidas cambiadas,
los jefes del sistema religioso, dicen: “esto hay que pararlo porque se nos
viene abajo todo el sistema que nosotros tenemos”. Satanás siempre ha intentado y a veces lo ha
logrado, cerrar la boca de los cristianos.
Ha usado diferentes métodos: la persecución, las
cárceles, las muertes. Los encierra, o
aparece un loco como Nerón, que prendía fuego cristianos vivos para usarlos
como antorchas para iluminar los jardines del palacio.
Satanás ha querido eliminar la Biblia. Quemándola,
prohibiéndola, diciéndole a la gente “no lean la Biblia porque es locura”.
También ha querido silenciarla de algún modo, cuando la
Iglesia hizo alianza con el Estado.
En muchos “círculos cristianos” ha logrado su objetivo,
porque en muchos lugares hay líderes “cristianos” que dicen “SÍ” a lo que Dios
dice “NO” y “NO a lo que Dios dice “SÍ”.
Todo esto parecía que jamás iba a llegar, pero llega.
Está entre nosotros. Y vos y yo tenemos que estar preparados. No sé si van a
venir a quemarnos el salón, a quemarnos a los cristianos, pero el “apriete”
está.
NOSOTROS NO
PODEMOS CALLAR LO QUE HEMOS VISTO Y LO QUE HEMOS OÍDO.
ESTO ES ESTAR ANCLADOS EN LA PALABRA DE DIOS. Estar
firmes y seguros en la fe que alguna vez ha sido dada a los santos. No importa
lo que Uds. hagan, no importa lo que NOS hagan. NOSOTROS NO NOS VAMOS A CALLAR.
El EVANGELIO es poder de Dios para Salvación, cambiar
vidas, y para cambiar la sociedad.
LA IGLESIA
MILITANTE
·
Es la Iglesia Militante porque cuando Pablo le
escribe a su discípulo Timoteo, le dice: “sufre
penalidades como buen soldado de Jesucristo” (2da. Timoteo 2:3).
·
Es la Iglesia Militante porque cuando Pablo le
dice a sus enemigos: “ustedes dirán lo
que dirán, pero yo traigo en mi cuerpo las marcas de Cristo” (Gálatas
6:17). Eran las marcas de los azotes que recibió por predicar el Evangelio.
·
Es la Iglesia que se enfrenta, es una lucha
espiritual, a un enemigo que es poderoso, que tiene sutilezas, que tiene
artimañas, pero dice la Palabra de Dios: “el
que está en nosotros es mayor que el que está ahí afuera” (I Juan 4:4).
El tema es: ¿Cómo vos y yo vamos a responder a esto?
Pedro y Juan lo tenían muy claro: lo que ustedes hagan,
lo que ustedes digan… nosotros vamos a seguir predicando. Vamos a seguir
diciendo que solamente Cristo es la verdad. Vamos a seguir diciendo que
solamente Cristo perdona pecados. Y vamos a seguir diciendo que solamente
Cristo cambia vidas.
Es la Iglesia fiel, que no es sólo militante, que no
calla la voz del Señor. Es la Iglesia que dice como dice el apóstol Pablo: “Yo sé a quién he creído y no me importa más
nada” (2da. Timoteo 1:12). Y ese mismo Señor de Pablo es que vos y yo
tenemos en nuestra vida.
La verdad, es que uno muchas veces no se interesa, no se
mete, porque como a mí todavía no me llega… pero tenemos que estar informados.
Tenemos que ver qué es lo que está detrás de la “letra chica” de la ley. ¿Cuánto va a afectar a nuestra fe? ¿Cuánto va
a afectar el ambiente en el que nos movemos? No sé si vamos a sufrir azotes,
pero como buen soldado de Jesucristo ¡vamos a sufrir! Pero dice la Palabra: “si sufrimos aquí, reinaremos allá”
(2da. Timoteo 2:12).
Una de las maneras en que la Iglesia se fortaleció cuando
vino la persecución la muerte, entre ellas la muerte de Esteban por decir las
verdades de Cristo (Hechos 7:55 al 59); un Jacobo que le cortaron la cabeza
(Hechos 12:2); un Pablo que lo metieron preso (Hechos 12:3 y 4)… fijate lo que
dice:
Al quedar libres, Pedro y Juan volvieron a los suyos y les
relataron todo lo que les habían dicho los jefes de los sacerdotes y los
ancianos. Cuando lo oyeron, alzaron
unánimes la voz en oración a Dios:
"Soberano Señor, creador del
cielo y de la tierra, del mar y de todo
lo que hay en ellos, tú, por medio del
Espíritu Santo, dijiste en labios de
nuestro padre David, tu siervo: "'¿Por qué se sublevan las naciones y en
vano conspiran los pueblos? Los reyes de la tierra se rebelan y los gobernantes
se confabulan contra el Señor y contra su Ungido.
(Hechos 4:23-26 NVI)
Puestos en libertad, fueron a los suyos. Fueron a la
Iglesia. Fueron a encontrarse con sus hermanos, con los que son de la familia
de Dios. No se fueron a sus casas a lamentarse por lo que les había pasado. Fueron a buscar el abrazo, fueron a buscar el
consuelo, fueron a buscar el aliento de la Iglesia. Cuando la Iglesia oyó lo
que les había acontecido clamaron a Dios.
Más adelante dice:
En efecto,
en esta ciudad se reunieron Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y con el pueblo de Israel,
contra tu santo siervo Jesús, a quien ungiste para hacer lo que de antemano
tu poder y tu voluntad habían determinado que sucediera. Ahora, Señor,
toma en cuenta sus amenazas y concede a tus siervos el proclamar tu
palabra sin temor alguno. Por eso,
extiende tu mano para sanar y hacer señales y prodigios mediante el
nombre de tu santo siervo Jesús." Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la palabra de Dios sin temor
alguno. (Hechos
4:27-31 NVI)
Esta causa la ponemos delante de ti. Como Iglesia, como
Cuerpo de Cristo venimos a ponerla delante de tus ojos. Y da a tus siervos que
prediquen tu palabra con todo denuedo, con todo valor.
¿Qué hubiéramos hecho nosotros si en este tiempo nos
pasara esto? ¿Correríamos a nuestra casa, cerraríamos la puerta con llave y nos
esconderíamos debajo de la cama? DESERTAMOS! ME VOY DEL EJÉRCITO!
Pero dijeron: “Esta
es la situación, pero CONFIAMOS EN TU PALABRA, CONFIAMOS EN TU PROMESA Y
CONFIAMOS EN QUE VOS ESTÁS CON NOSOTROS y solamente te pedimos que NOS DES
VALOR PARA SEGUIR ANUNCIANDO TU PALABRA, QUE ES LA ÚNICA Y ABSOLUTA VERDAD!” Y continúa: “mientras, entendés la mano para que haya sanidades, señales milagrosas
y prodigios mediante el Nombre de tu Santo Siervo Jesús. Estamos dispuestos a “ponerle
el pecho a las balas”; danos valor y vos hacés la Obra”. Porque la Obra es
de Dios y nosotros somos siervos. Tenemos el privilegio de llevar el mensaje
del Evangelio pero la obra la hace el Espíritu Santo.
No eran dos o tres los que estaban orando. Era la
Iglesia. El lugar se estremeció, todos fueron llenos del Espíritu Santo y
hablaban con denuedo la Palabra de Dios.
Señor: oramos por los que están en eminencia. Pero no
solamente por los que están en eminencia. También oramos por la Iglesia de
Cristo para que NO CIERRE SU BOCA. Para
que con valor sigamos anunciando las verdades de Dios.
Es que cuando vos y yo nos juntamos con el propósito de decir:
“Señor, éste es el problema” nos estamos enfrentando a este enemigo y nos
ponemos de acuerdo y oramos y clamamos; no sé de qué manera, pero Dios va a
obrar. No sé si las leyes se va a aprobar o no. Pero estoy seguro de que si la
Iglesia de Cristo clama y su pueblo se humilla delante del Señor, y si la
Iglesia de Cristo le dice: “Señor, aquí
estamos, como hijos tuyos, como soldados tuyos y estamos dispuestos a dar
nuestras vidas”; el Señor va a hacer una gran obra y vamos a afectar a esta
sociedad.
La Iglesia de Cristo creció más cuando hubo persecución. Esto
es una realidad bíblica y es una realidad histórica. Es problema es que a
veces, nosotros los cristianos estamos tan cómodos, tan “domingueros”, diciendo
“eso es problema de los pastores, de los líderes, que se ocupen ellos”. ¡No!
¡DIOS TE LLAMÓ A VOS! Y a vos y a mí nos dice que somos esclavos de Cristo,
comprados con la misma sangre, HEMOS SIDO SACADOS DEL MISMO LUGAR; HEMOS SIDO
PUESTOS EN EL MISMO LUGAR. Y vos y yo nos hemos alistado al servicio del Rey. ¡Lástima
que algunos se están haciendo DESERTORES!
Para no tener problemas, para que no vengan y me golpeen
la puerta, para que me quemen el lugar de reunión, o me metan en la cárcel. Entonces,
ME DISFRAZO DE CRISTIANO, LA PASO BIEN Y NADIE ME MOLESTA.
Alentémonos unos a otros en esto. No estaba tan al tanto
de todo esto, pero EL PROBLEMA ESTÁ. Y se está metiendo de a poco. Y la gente
que no tiene a Cristo cree que está todo bien. Si se llega a aprobar la Ley, va
a involucrar a chicos de tres años para arriba, ¡estamos en el horno!
Y nuestras maestras no van a poder hacer nada porque hay
una ley que las obliga. Esto ya está acá. No es algo que va a venir. Es un
problema real, de sociedad.
SEÑOR, COMO IGLESIA, CLAMAMOS PARA QUE NOS DES VALOR.
CLAMAMOS PARA QUE NUESTROS LABIOS NO SE CIERREN, EN LAS ESCUELAS, EN LAS
UNIVERSIDADES, EN LOS LUGARES DE TRABAJO.
A veces escuchamos: “si se aman, si se quieren, no le
hacen mal a nadie”. ¿Sabés lo que dice
Dios? NO DISCRIMINAMOS. Las personas están cegadas por el pecado y necesitan de
Cristo. La vecina de al lado ya no te va a saludar y te va a tildar de que
estás discriminando. “MIRA SUS AMENAZAS, SEÑOR, NOS PONEMOS DELANTE DE TI,
DANOS VALORPARA CON DENUEDO DAR LA PALABRA MIENTRAS VOS SEGUÍS HACIENDO LA
OBRA.
Dios es un Dios que responde a la oración de la Iglesia.
A la oración individual y a la oración corporativa de la Iglesia de Cristo. Es
la Iglesia que se goza en el sufrimiento por la causa de Cristo. A los
apóstoles los amenazaron y luego los azotaron y los soltaron. Pero ellos
heridos salieron gozosos con sus espaldas lastimadas por haber sido tenidos dignos
de sufrir por causa de Cristo. No es que vamos a estar buscando el sufrimiento,
pero es la Iglesia que se goza en el sufrimiento. La Iglesia en China y los
hermanos misioneros que nos han visitado, han dicho: “hermanos, oren por nosotros; no para que nos guarde la vida, sino PARA
QUE NO CALLEMOS, PARA QUE NO NEGUEMOS NUESTRA FE.”
Lo que les pasa a los misioneros aquí, o en cualquier
parte del mundo, les pasa a ellos, sí; pero también nos pasa a nosotros. PORQUE
SOMOS UN CUERPO. ES LA IGLESIA DE CRISTO. En China están pasando cosas, pero es
la Iglesia de Cristo. El Señor nos llama a CLAMAR a Él, a poner la causa
delante de Él y a orar y decir: “Señor
quiero ser fiel hasta la muerte”.
Por eso te recomiendo que avives la llama
del don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos. Pues Dios no nos ha
dado un espíritu de timidez,
sino de poder, de amor y de
dominio propio. Así que no te avergüences de dar testimonio de nuestro
Señor, ni tampoco de mí, que por su causa soy prisionero. Al contrario,
tú también, con el poder de Dios, debes soportar sufrimientos por el evangelio.
Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y
gracia. Nos concedió este favor en
Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo; y ahora lo ha revelado con la
venida de nuestro Salvador Cristo Jesús,
quien destruyó la muerte y sacó a la luz la vida incorruptible mediante
el evangelio. De este evangelio he sido yo designado heraldo, apóstol y maestro. Por ese motivo padezco
estos sufrimientos. Pero no me
avergüenzo, porque sé en quién he
creído, y estoy seguro de que tiene
poder para guardar hasta aquel día lo que he dejado a su cuidado. (2 Timoteo
1:6-12 NVI)
El único valuarte para parar esto es la Iglesia de
Cristo. Si la Iglesia de Cristo cierra su boca, sila Iglesia de Cristo no se
quiere meter en problemas, si la Iglesia de Cristo se hace desertora, el
Enemigo va a ganar una gran batalla.
Si estamos dispuestos a decirle: “Señor, pase lo que pase
voy a ser fiel, porque no podemos callar lo que hemos visto y oído, aquí
estamos. Dispuestos a proclamar el mensaje eterno de Dios, el mensaje que
cambia vidas, el mensaje que cambia la sociedad.” El Señor vino a buscar y a
salvar lo que estaba perdido.
La Biblia NOS MANDA, no sugiere, NOS MANDA a que OREMOS
POR LAS AUTORIDADES. Los que usan redes sociales tengamos cuidado. Hay mensajes
como “hay que matarlos”, “que se vayan todos”, “que los metan presos”… y
lamentablemente hay cristianos que dicen “Estoy de acuerdo”. ESTO NO ES LA
VERDAD DE DIOS. Es verdad quehay hombres
que legislan, que nos gobiernan, que están haciendo cosas contra la voluntad de
Dios. PERO LA IGLESIA DE CRISTO ESTÁ
LLAMADA A ORAR POR LAS AUTORIDADES, porque han sido puestas por Dios. En el
único aspecto en que nosotros tenemos que enfrentarnos a las autoridades es
cuando se trata de la parte espiritual, cuando se trata de la parte de la fe,
cuando se trata de la parte de la Palabra de Dios. Cuando nos quieran lastimar
por causa del Evangelio no nos callemos, pero sigamos orando por ellos. En lo
demás, dice, la Escritura, los que nos gobiernan han sido puestos por Dios y la
Iglesia, la Iglesia de Cristo, la Iglesia que tiene la verdad, la Iglesia que tiene
la luz del Evangelio, TIENE QUE CLAMAR POR ELLOS, PORQUE SON PERSONAS QUE
NECESITAN DE CRISTO (Romanos cap.13).
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Audio: SONIDO IGLESIA "SÍGUEME"
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